He podido ver una de las películas más ignotas de todas aquellas que andan pululando por ahí. Y una vez más, en AVT tenemos que agradecer este descubrimiento al amigo Pajarillo, conseguidor de las obras más oscuras y buscadas, una figura clave de AVT a la sombra, que acompañó la copia de la película que paso a comentarles, con la misiva que paso a publicar a continuación, de su puño y letra:
“En el año 2002, una distribuidora con sede en Barcelona recibió la visita, sin cita previa, de un sr. de raza gitana llamado Diego.
Entró en las oficinas, se dirigió al primer mostrador que vio (era el de una secretaria)
y le entregó una cinta VHS en cuya etiqueta ponía: "Una familia con mucha marcha. Director: Dick James", y el teléfono del tal Diego, alias "Dick".
Diego "Dick" le dijo a la secretaria que en esa cinta había una película muy divertida que había rodado con su familia, y que estaba buscando una distribuidora que la llevase a los cines. Dijo que la mirasen y que en unos días pasaría a ver qué les había parecido. La secretaria debió decirle algo completamente estándar tipo "OK, la miraremos", y entonces Diego dijo las palabras que crearon leyenda en la distribuidora: "En unos días me paso, y como me hayáis perdido la cinta, os quemo el chiringuito".
A la secretaria, que era una chica pija trabajando en una zona pija de Barcelona, le bajó una almorrana del susto y nunca se ha recuperado. Pero lo más misterioso de la leyenda es que Diego "Dick" nunca volvió a por la cinta, creando toda clase de especulaciones sobre si seguía vivo, o en qué momento inesperado podría aparecer.
Un empleado de la distribuidora quiso llevarse esa cinta a casa, porque la película que había en ella era imposible de distribuir, pero le había encantado y quería disfrutarla más veces, o enseñarla a los colegas. Pero no se lo permitieron. Le dejaron sacarse una copia, pero el original sigue allí, en aquellas oficinas. Por si un día Diego vuelve y le da por cumplir su promesa”.
Claro, tras esta historia ¿Quién se resistiría a hacer un visionado?
Bien, pues anoche tuve la fortuna de poder ver esta película.
Lo primero de todo, decir que esto es en realidad un vídeo casero, de aquellos de “meto la cinta en la vídeo cámara y grabo a mi familia haciendo unas gracias” y listo.
Pero como existe la intencionalidad de película, incluso hay edición vídeo a vídeo (al principio de la película vemos el logotipo robado de “S.A.V”, los créditos la prohibición de copia de vete a saber tú que pelí, y al director Dick James, hablando de la película que vamos a ver a continuación, y de lo divertida que es su familia, que la protagoniza), y se buscó una distribución, nada menos que para cines, está claro que estamos ante una película y no un vídeo casero. Y aguanté el visionado la hora cuarenta y cinco, sin pestañear, y sin tocar el mando a distancia más que para ponerla y quitarla al finalizar.
Y es que esto si que es un autentico “Found Footage”, porque partimos de la base de que se construye una película a partir de grabaciones caseras, que además para la ocasión, son reales. Y digamos que la cinta, verdaderamente, la hemos encontrado. Pero también estamos ante una película claramente experimental (Dick James, aprieta cada cinco minutos el botón de sacar fotos de su cámara Hi-8, para ver lo que pasa, así como conecta los infrarrojos con el fin de crear ambientes terroríficos. De hecho, utiliza esta función de la vídeo cámara cuando hay suficiente luz y no hace falta hacerlo), y al romper también con todas las reglas establecidas de la cinematografía, es también una película de vanguardia, con todos los elementos de la vanguardia.
Planos secuencia interminables componen lo que es el día a día de esta familia gitana.
Así podemos ver como Dick James, filma a su madre echándose una siesta, meando en el vater, e incluso amenazando de muerte a alguien por teléfono. Podemos ver una salida nocturna de James y su amigo, una cita con La Vero y la Patri a las que ambos pretenden, y nos estremecemos al ver como reciben calabazas. Y todo esto lo comprobamos, sin que veamos ni una sola escena en la que aparezcan las chicas, puesto que no quisieron ser grabadas. Nos enteramos de esto sin que los dos muchachos salgan del coche, y en una aclaración del director dirigiéndose a cámara, posteriormente.
También, y durante casi cuarenta minutos, somos testigos del arte y las dotes actorales de la sobrina de James, cantando y bailando montones de temas con copyright, que, sin duda, dificultarían aún más su posible distribución en cines. El director también se anima a interpretar en cámara alguna de esas canciones.
Conoceremos en primera persona a Paquillo, Cuñado de James, fibroso como Bruce Lee, que fuma como un carretero y nos hace una demostración de artes marciales del todo espectacular. Y la lista de vivencias reflejadas en la cinta, son interminables.
Todos los componentes de la familia, en algún momento le piden a Dick que pare de grabar. El director, para nuestra fortuna, no hace caso. Esto si que es “Cinema veriteé”.
En una cinematografía como es la gitana, salvo en contadas excepciones como en “El lobo gitano”, cinta de género donde las haya, lo que motiva a los directores gitanos es la religión y el evangelio, cumplirlo y promocionarlo. Además de pretensiones más o menos mainstream (siempre dentro de la marginalidad de esta cinematografía) al usar efectos de vídeo y edición digital. Las hay con acabados, incluso, decentes. Dick James, sin embargo, es más artesanal y le motiva el hecho de hacer una película, y no el de promover ninguna religión. “Con los millones que gane con esta película, Dios mediante, comprare algo bonito a mi madre”, dice el director en un momento de la película.
Olvídense de “Mis quejas hacia Dios”, olvidense de “L.A.R.R.”. Si se creían que en cine lo habían visto todo tras ver esas películas, tendrían que ver “Una familia con mucha marcha”, porque les romperá todos los esquemas. Esto si que es el cine gitano que espero ver, cuando quiero ver cine gitano.
Desde luego, no se que motivos tendría esa distribuidora para no querer llevar esta película a los cines. Yo lo habría hecho, sin pestañear.
Se la recomiendo.
jueves, 31 de enero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
PUPPET MASTER X: AXIS RISING
Nueva entrega de la saga “Pupper Master”, la undécima en
número, y la décima de manera oficial (recordemos que “Puppet Master vs.Demonic toys” no forma parte del catálogo de “Full Moon”), tomando las riendas
de la dirección para la ocasión, el indómito Charles Band. No encuentro una
diferencia palpable entre su dirección y la de David DeCoteau que se encargaba
de la saga desde hace ya tiempo.
Se ve que funcionan mejor cuando se traslada la acción en el
pasado, continuando cronológicamente con “Puppet Master: Axis of evil”
ambientándolo todo en plena segunda guerra mundial. La ambientación, como de
costumbre en los últimos títulos, es de pena.
Resulta que el ejercito nazi tiene a un científico
secuestrado para que idee una formula que haga resucitar a los muertos. Por una
serie de circunstancias, una de las marionetas, Tunneler, cae en sus manos, y
descubre que lo que hace que estas marionetas cobren vida, es un suero verde
que tienen en su interior. El científico intenta sintetizar ese suero para que
sirva para dar vida a las personas humanas, pero entre tanto, se entretiene dando
vida a unas marionetas de su invención. Un inciso: Como los sueros verdes
fosforito no tienen derechos de autor, el Señor Band, tiene la poca vergüenza de
darnos a entender, que el origen del suero verde de “Re-Animator”, tiene su origen
en “Puppet Master”, y no pocos son los planos en los que el científico blande
su jeringa a lo Herbert West. Incluso en un momento de la banda sonora, suenan
los primeros acordes de la banda sonora de “Re-Animator”, cuando aparece en
escena una jeringa repleta de suero verde. Hay que tener mala idea.
Total, que las marionetas de siempre, que desde la sexta
entrega son buenas, y que ahora están junto a un joven militar que las encontró
en su casa, irán en busca de Tunneler y se las tendrán que ver con las nuevas
marionetas malas, esta vez unas cuantas, y que serviran para que los fans
puedan comprarse los muñequitos posteriormente.
Nada nuevo, lo de siempre, muy parecida a “Axis of Evil”,
con mucho e interminable “Bla, bla, bla” de lo más intrascendente y
aburrimiento extremo en cada uno de los fotogramas.
Ni siquiera la presencia de las nuevas marionetas (Una Ilsa
nazi, un hombre lobo nazi, una especie de tanque con cabeza y aspecto de Darht
Vader y un japonés Kamikaze que suelta frasecitas) ni los enfrentamientos entre
marionetas buenas y marionetas malas, hacen de esta película algo fresco y
merecedor de un visionado. A cada nuevo título, la saga va a peor, y eso que el
listón ya estaba demasiado bajo.
Destacable únicamente por la coñita a “Re-animator”, ni tan
siquiera somos testigos de asesinatos y sangre como antaño. La saga ha dejado
de pertenecer al género de terror para pasar a convertirse en cine bélico y/o
de aventuras, de cuarta categoría.
Aburridísima, espantosa, absurda, nada interesante. Y sin
embargo, en los USA se siguen esperando sus entregas con expectación, su
merchadising, y es la saga mimada de “Full Moon”, de hecho, las dos últimas películas
de la serie han sido rodadas en 35
mm. mientras que
ellos llevan ya años trabajando en vídeo para el resto de sus producciones.Ver
para creer.
Victor Olid
EL VIAJE DEL SUPERHÉROE, LA HISTORIA SECRETA DE MARVEL EN EL CINE
Hace tiempo que llegué a la conclusión de que el cine ya no me emociona como antes. No me hace vibrar, ni viajar. Naturalmente hablo del moderno. Es lógico, cuando uno es adolescente absorve las cosas de otro modo, más inocente y apasionadamente. Un terrible hecho que podría extender al 90% de la producción actual que consumo. Sin embargo, también es cierto que hay una saga que aún consigue despertar en mi reacciones casi adolescentes. Vale, no tan intensas... pero al menos es bien capaz de emocionarme de muy distintas maneras. Me estoy refiriendo, claro está, a lo que desde hace unos años viene produciendo la división cinematográfica de "Marvel" y, muy especialmente, a lo que fue su sagrado colofón: "Los Vengadores".
Esta última la habré visto ya unas cuantas veces, pero la que más disfruté fue la última, hace menos de una semana. Lo pasé pipa y, sobre todo, me di cuenta de lo mucho que me retrotraía a aquellos tiempos de cinefagia más feliz e incondicional. "Los Vengadores" tiene de todo, destacando unos personajes maravillosos con los que es muy fácil empatizar (incluso los villanos), diálogos y frases ocurrentes, situaciones espectaculares que aceleran el corazón y momentos mágicos. Sí, momentos mágicos de esos que incluso te ponen la piel de gallina cuando eres consciente de que estás viendo algo único y especial: El final de la peli, todo el, es sensacional, pero me quedo con "Hulk, aplasta!", con este destruyendo de un puñetazo a uno de los monstruos gigantes o el infinitamente irrepetible plano secuencia en el que vamos viendo uno por uno a los superhéroes en acción. Brutal. Único. Genial. Está claro que "Los Vengadores" es mi peli "Marvel" favorita -de momento-, aunque todas, en mayor o menor medida, me gustan (tal vez la que menos sea "Iron Man 2"), destacando a "Thor" y, sobre todo, "Capitán América: El primer vengador", que encuentro deliciosa y ha hecho que me enamore de "Steve Rogers" y su traje.
¿Y por qué me flipan tanto las pelis de "Marvel"? (y remarco aquí que me refiero a las PRODUCIDAS por ellos, la llamada "Fase 1"), pues no lo sé, tal vez porque me parecen frescas, originales y coloridas. Me encanta eso de que vayan todas conectadas las unas con las otras. Me parece brillante y, para los tiempos que corren en Hollywood, una idea alucinante (que sé perfectamente que venía de los comics, pero nunca se había trasladado al cine del modo que "Marvel" lo hizo). También encuentro estupendo que celebren sin complejos su origen viñetil, cuando lo "normal" es separarse prudentemente de la fuente dibujada. Y sobre todo, y puede que por encima de todo, adoro que, poco a poco, y muy sabiamente, "Marvel" nos ha devuelto al superhéroe alegre y colorista. No se vosotros, pero yo ya andaba algo cansado de superhéroes oscuros, deprimidos, atormentados, con trajes de cuero negro, etc, etc. Parecía imposible, en los tiempos cínicos que vivimos, poder ver una peli de tios super-poderosos vesidos con telas de colorines y no sentir vergüenza ajena, pero "Marvel" lo ha conseguido. Lo ha hecho lentamente, paso a paso, provocando el estallido final en el mejor escenario: "Los Vengadores". Rojo, amarillo, azul, verde.... y todo ello empaquetado con un sano sentido del humor, de la diversión, sin sermonear ni dar la brasa, de modo alegre, con ganas de divertir y, sobre todo, maravillar, ofreciendo espectáculo, épica... todo aquello que eran los tebeos de superhéroes cuando yo los leía de ñajo. Por eso siempre digo que "Los Vengadores" es la verdadera PRIMERA peli de superhéroes. Nos habíamos acostumbrado ya tanto al tono siniestro e hiper-sobrio, que habíamos olvidado que nadie aún había hecho un film del género como dios manda... hasta la llegada de Joss Whedon y "Marvel Studios".
Por todo eso, me percato de que la productora de origen comiquero es, actualmente, mi único bote salvavidas en lo que se refiere a mi amor por el cine. Logra que vuelva a ser un chaval saltando en la butaca... y yo eso lo adoro, lo valoro y lo agradezco infinitamente.
Desde el momento en que comenzó a rumorearse la posibilidad de una peli en la que ver a "Iron Man", "Thor", "Hulk" y "Capitán América" juntos, luchando codo con codo, no solo comencé a temblar... también tuve muy claro que semejante cocktail únicamente podía saldarse con un éxito colosal. Y así es como fue. Éxito que celebro y encuentro de sobras merecido. Era un concepto del todo fresco y original, estaba cantado que iba a funcionar. Y por todo eso, también recuerdo que les comenté a mis amigos que aquel era el momento ideal para publicar un libro sobre la relación de "Marvel" con el cine. Lo digo en serio, tengo testigos. No hacía falta ser un genio para darse cuenta. La historia de "Marvel" y el séptimo arte tenía que ser apasionante por tan variados ingredientes. Teníamos seriales en blanco y negro, telefilms horteras en los 70 y 80, productos video-cluberos en los 90, pelis de cierta categoría apadrinadas por grandes estudios y un final feliz con "Marvel" agarrando el toro por los cuernos y pariendo ellos mismos las pelis, con un fin de fiesta de la categoría de "Los Vengadores". Alucinante!. Un material de primera dispuesto para toda clase de paladares: Desde la del devoto del cine "trash" al amante de los "blockbusters" (y yo soy una combinación de ambos). Y un día, con la Navidad 2012 bien próxima, paso por el "Fnac" y descubro que a alguien más se le ocurrió la idea y la ha llevado adelante con toda clase de lujos (salvo por la fea portada), "El viaje del superhéroe, la historia secreta de Marvel en el cine", escrito a cuatro manos entre Iñigo de Prada y Sara G. Rodríguez y editado por "Dolmen". No tardé un segundo en pillarlo de los estantes, comprarlo y auto-regalármelo el 24 de Diciembre por la noche (y devorarlo gustosamente).
Pero antes de dedicarnos al tochito, hagamos un pequeño inciso. O dos. Mejor que sean tres: Ya os he hablado de mi modo de enfocar a los superhéroes, estén paridos en el formato que sea, como algo divertido, entretenido, épico, fantástico y con un punto inverosímil. Dicho de otro modo, que soy incapaz de tomármelos excesivamente en serio. No creo que un abuso de realismo sea positivo para ellos y, mucho menos, con una historia oscura y deprimente detrás. Digamos que no me conformo con los productos televisivos de los 60 o 70, ni mucho menos, pero tampoco con demasiada sesudez y melodrama. Para mi una cosa tipo "Los 4 Fantásticos" (la de Tim Story) estaría en el punto justo. Por eso me gustan tanto las pelis de "Marvel", porque se ajustan a mis demandas. Y por eso no me "enfado" si en ellas se apuesta por narrativas sencillas, sin profundizar demasiado en la psique de sus personajes. Soy totalmente consciente de que no es ese un punto de vista demasiado popular entre los más devotos de las viñetas. Pero es el mío. Y también cabe resaltar que no soy muy de cómics, soy mucho más de cine. Estos temas, dibujados, me llaman menos. Los prefiero en imagen real. He leído cosas, sí, especialmente de "Juez Dredd", "El castigador" e incluso el "Indiana Jones" comiquero (¡del que me hice la cole completa!), pero son casos aislados. Y ya puestos, también pienso que, por lo general, los fans de los comics de superhéroes son los más quisquillosos a la hora de juzgar las películas basadas en sus queridos personajes, tendiendo siempre a la negatividad, condicionados por la impaciencia. Vamos, que suelen rajar basándose en fotos promocionales o teasers. Luego ven la peli, lo flipan, y cambian totalmente de parecer. Resumiendo, no les hago mucho caso.
Tal vez por eso opino que en "El viaje del superhéroe" hay un exceso de sosudez y quisquillosismo cuando se analizan las películas recientes. El autor se queja mucho de la falta de profundidad de sus personajes (especialmente los secundarios), de la escasez de dramatismo y, en fin, que incluso en las críticas buenas siempre hay algún "pero". No es que no comparta sus opiniones, porque en realidad compartimos algunas muy favorables (especialmente de "Vengador", "Punisher 2: zona de guerra", "Thor", la peli del "Capi" y, evidentemente, "Los Vengadores"), pero no conecto con su modo de analizarlas y los motivos en los que basan estos mismos análisis. Aunque en general, se leen bien... salvo la de "X-Men: Primera generación", que es un auténtico peñazo.
Claro que muchas de esas críticas están enfocadas -lógicamente- desde los comics originales, comparando, buscando parecidos, conexiones y eso está muy bien, especialmente para un ignorante de las viñetas como soy yo. Sin embargo, si en lo comiquero el responsable demuestra dominar mogollón, ser una auténtica enciclopedia viviente, en lo cinematográfico (y aledaños) flojea un poco más, cometiendo algunos errores notables que no he podido evitar reproducir aquí: Afirma que el director de "Die Hard 2" era Oliver Wood en lugar de Renny Harlin (Wood era el dire de foto). Cuando se mete en el terreno del "Hulk" de Ang Lee, dice que este nunca ha tenido ninguna relación con el comic, cuando en su film "La tormenta de hielo" el chaval protagonista hace una analogía sobre su familia y la de "Los 4 Fantásticos" de la viñeta ya que, según recuerdo, de joven Lee era seguidor de sus tebeos. Aunque el error más heavy, a mi parecer, es referente al "Castigador". Como ya explicamos una vez en este mismo blog, el personaje se inspiraba notablemente en "El Ejecutor", un héroe de novela de bolsillo creado por Don Pendleton y que respondía al nombre de "Mack Bolan". En "El viaje de los superhéroes" se dice que "El Ejecutor" era un comic, no una serie de novelas, y que el autor no era Pendleton, sino "Marc Bolan".... confundiendo al personaje con su creador salvo por un detalle, que mientras el justiciero de los libros se llamaba, como decía, "Mack Bolan", "Marc Bolan" es el nombre de un famoso rockero "glam" que destacó especialmente en los 70.
Sin embargo, la mayor y más incomprensible carencia del libro entero es la ausencia de la película de "Nick Fury" protagonizada por David Hasselhoff (conocida en España como "Objetivo Manhattan" y comentada en nuestro libro "Malas pero divertidas" por el colega Aratz). Resulta curioso que, después de dedicar párrafos enteros a las versiones televisivas de "Spider-man", "Hulk" o "Capitán América", pase por alto un título tan importante para "Marvel". Y digo importante porque su guionista era David S. Goyer, quien posteriormente se encargaría de los libretos de la saga "Blade" (y dirigiría de la tercera), que fueron el renacer oficial de "Marvel" en el cine. En su "Nick Fury", Goyer ya ensayaba muchos de los aspectos estéticos y visuales (como esos trajes de cuero negro) que luego serían una constante en las siguientes adaptaciones, incluida la seminal "X-Men". Ignorando el telefilm, el autor otorga el mérito pionero a "Blade", lo que no deja de ser injusto... entre otras cosas porque aquel "Nick Fury" no estaba tan mal y, caray, porque resulta del todo incomprensible que en un libro de esta temática se pase por alto dicho título cuando incluso la versión "pirata" de "Los 4 Fantásticos" recibe un análisis en profundidad... a pesar de lo poco que aporta.
Y es que, aunque en un principio me supiera mal que todas las adaptaciones "Marvel" previas a "Blade", fueran tocadas un poco así de refilón (excepto, como decía, "Los 4 F" chungos, "Howard, el pato", el "Capitán América" de Albert Pyun y "Vengador"), también resulta lógico que el grueso se centre en su época dorada (cinematográficamente hablando), por ser la de más prestigio y porque el fan de los comics y superhéroes siempre tiende más a apreciar el cine de gran presupuesto y formato, sin saber verle el encanto al lado más oscuro y ruin del celuloide. Por todo ello, tampoco puedo quejarme... caray, si incluso hablan de la infame "3 Dev Adam" (lo que incrementa más la extrañeza de que el "Nick Fury" blanco a penas reciba el trato de pasada que comentaba).
Salvo detallitos y, sobre todo, la sesudez de algunas de sus críticas, "El viaje del superhéroe" termina resultando un libro muy interesante, bastante completo, apasionante en algunos pasajes, que aporta muchos datos de interés y se lee con bastante rapidez y adicción.
Esta última la habré visto ya unas cuantas veces, pero la que más disfruté fue la última, hace menos de una semana. Lo pasé pipa y, sobre todo, me di cuenta de lo mucho que me retrotraía a aquellos tiempos de cinefagia más feliz e incondicional. "Los Vengadores" tiene de todo, destacando unos personajes maravillosos con los que es muy fácil empatizar (incluso los villanos), diálogos y frases ocurrentes, situaciones espectaculares que aceleran el corazón y momentos mágicos. Sí, momentos mágicos de esos que incluso te ponen la piel de gallina cuando eres consciente de que estás viendo algo único y especial: El final de la peli, todo el, es sensacional, pero me quedo con "Hulk, aplasta!", con este destruyendo de un puñetazo a uno de los monstruos gigantes o el infinitamente irrepetible plano secuencia en el que vamos viendo uno por uno a los superhéroes en acción. Brutal. Único. Genial. Está claro que "Los Vengadores" es mi peli "Marvel" favorita -de momento-, aunque todas, en mayor o menor medida, me gustan (tal vez la que menos sea "Iron Man 2"), destacando a "Thor" y, sobre todo, "Capitán América: El primer vengador", que encuentro deliciosa y ha hecho que me enamore de "Steve Rogers" y su traje.
¿Y por qué me flipan tanto las pelis de "Marvel"? (y remarco aquí que me refiero a las PRODUCIDAS por ellos, la llamada "Fase 1"), pues no lo sé, tal vez porque me parecen frescas, originales y coloridas. Me encanta eso de que vayan todas conectadas las unas con las otras. Me parece brillante y, para los tiempos que corren en Hollywood, una idea alucinante (que sé perfectamente que venía de los comics, pero nunca se había trasladado al cine del modo que "Marvel" lo hizo). También encuentro estupendo que celebren sin complejos su origen viñetil, cuando lo "normal" es separarse prudentemente de la fuente dibujada. Y sobre todo, y puede que por encima de todo, adoro que, poco a poco, y muy sabiamente, "Marvel" nos ha devuelto al superhéroe alegre y colorista. No se vosotros, pero yo ya andaba algo cansado de superhéroes oscuros, deprimidos, atormentados, con trajes de cuero negro, etc, etc. Parecía imposible, en los tiempos cínicos que vivimos, poder ver una peli de tios super-poderosos vesidos con telas de colorines y no sentir vergüenza ajena, pero "Marvel" lo ha conseguido. Lo ha hecho lentamente, paso a paso, provocando el estallido final en el mejor escenario: "Los Vengadores". Rojo, amarillo, azul, verde.... y todo ello empaquetado con un sano sentido del humor, de la diversión, sin sermonear ni dar la brasa, de modo alegre, con ganas de divertir y, sobre todo, maravillar, ofreciendo espectáculo, épica... todo aquello que eran los tebeos de superhéroes cuando yo los leía de ñajo. Por eso siempre digo que "Los Vengadores" es la verdadera PRIMERA peli de superhéroes. Nos habíamos acostumbrado ya tanto al tono siniestro e hiper-sobrio, que habíamos olvidado que nadie aún había hecho un film del género como dios manda... hasta la llegada de Joss Whedon y "Marvel Studios".
Por todo eso, me percato de que la productora de origen comiquero es, actualmente, mi único bote salvavidas en lo que se refiere a mi amor por el cine. Logra que vuelva a ser un chaval saltando en la butaca... y yo eso lo adoro, lo valoro y lo agradezco infinitamente.
Desde el momento en que comenzó a rumorearse la posibilidad de una peli en la que ver a "Iron Man", "Thor", "Hulk" y "Capitán América" juntos, luchando codo con codo, no solo comencé a temblar... también tuve muy claro que semejante cocktail únicamente podía saldarse con un éxito colosal. Y así es como fue. Éxito que celebro y encuentro de sobras merecido. Era un concepto del todo fresco y original, estaba cantado que iba a funcionar. Y por todo eso, también recuerdo que les comenté a mis amigos que aquel era el momento ideal para publicar un libro sobre la relación de "Marvel" con el cine. Lo digo en serio, tengo testigos. No hacía falta ser un genio para darse cuenta. La historia de "Marvel" y el séptimo arte tenía que ser apasionante por tan variados ingredientes. Teníamos seriales en blanco y negro, telefilms horteras en los 70 y 80, productos video-cluberos en los 90, pelis de cierta categoría apadrinadas por grandes estudios y un final feliz con "Marvel" agarrando el toro por los cuernos y pariendo ellos mismos las pelis, con un fin de fiesta de la categoría de "Los Vengadores". Alucinante!. Un material de primera dispuesto para toda clase de paladares: Desde la del devoto del cine "trash" al amante de los "blockbusters" (y yo soy una combinación de ambos). Y un día, con la Navidad 2012 bien próxima, paso por el "Fnac" y descubro que a alguien más se le ocurrió la idea y la ha llevado adelante con toda clase de lujos (salvo por la fea portada), "El viaje del superhéroe, la historia secreta de Marvel en el cine", escrito a cuatro manos entre Iñigo de Prada y Sara G. Rodríguez y editado por "Dolmen". No tardé un segundo en pillarlo de los estantes, comprarlo y auto-regalármelo el 24 de Diciembre por la noche (y devorarlo gustosamente).
Pero antes de dedicarnos al tochito, hagamos un pequeño inciso. O dos. Mejor que sean tres: Ya os he hablado de mi modo de enfocar a los superhéroes, estén paridos en el formato que sea, como algo divertido, entretenido, épico, fantástico y con un punto inverosímil. Dicho de otro modo, que soy incapaz de tomármelos excesivamente en serio. No creo que un abuso de realismo sea positivo para ellos y, mucho menos, con una historia oscura y deprimente detrás. Digamos que no me conformo con los productos televisivos de los 60 o 70, ni mucho menos, pero tampoco con demasiada sesudez y melodrama. Para mi una cosa tipo "Los 4 Fantásticos" (la de Tim Story) estaría en el punto justo. Por eso me gustan tanto las pelis de "Marvel", porque se ajustan a mis demandas. Y por eso no me "enfado" si en ellas se apuesta por narrativas sencillas, sin profundizar demasiado en la psique de sus personajes. Soy totalmente consciente de que no es ese un punto de vista demasiado popular entre los más devotos de las viñetas. Pero es el mío. Y también cabe resaltar que no soy muy de cómics, soy mucho más de cine. Estos temas, dibujados, me llaman menos. Los prefiero en imagen real. He leído cosas, sí, especialmente de "Juez Dredd", "El castigador" e incluso el "Indiana Jones" comiquero (¡del que me hice la cole completa!), pero son casos aislados. Y ya puestos, también pienso que, por lo general, los fans de los comics de superhéroes son los más quisquillosos a la hora de juzgar las películas basadas en sus queridos personajes, tendiendo siempre a la negatividad, condicionados por la impaciencia. Vamos, que suelen rajar basándose en fotos promocionales o teasers. Luego ven la peli, lo flipan, y cambian totalmente de parecer. Resumiendo, no les hago mucho caso.
Tal vez por eso opino que en "El viaje del superhéroe" hay un exceso de sosudez y quisquillosismo cuando se analizan las películas recientes. El autor se queja mucho de la falta de profundidad de sus personajes (especialmente los secundarios), de la escasez de dramatismo y, en fin, que incluso en las críticas buenas siempre hay algún "pero". No es que no comparta sus opiniones, porque en realidad compartimos algunas muy favorables (especialmente de "Vengador", "Punisher 2: zona de guerra", "Thor", la peli del "Capi" y, evidentemente, "Los Vengadores"), pero no conecto con su modo de analizarlas y los motivos en los que basan estos mismos análisis. Aunque en general, se leen bien... salvo la de "X-Men: Primera generación", que es un auténtico peñazo.
Claro que muchas de esas críticas están enfocadas -lógicamente- desde los comics originales, comparando, buscando parecidos, conexiones y eso está muy bien, especialmente para un ignorante de las viñetas como soy yo. Sin embargo, si en lo comiquero el responsable demuestra dominar mogollón, ser una auténtica enciclopedia viviente, en lo cinematográfico (y aledaños) flojea un poco más, cometiendo algunos errores notables que no he podido evitar reproducir aquí: Afirma que el director de "Die Hard 2" era Oliver Wood en lugar de Renny Harlin (Wood era el dire de foto). Cuando se mete en el terreno del "Hulk" de Ang Lee, dice que este nunca ha tenido ninguna relación con el comic, cuando en su film "La tormenta de hielo" el chaval protagonista hace una analogía sobre su familia y la de "Los 4 Fantásticos" de la viñeta ya que, según recuerdo, de joven Lee era seguidor de sus tebeos. Aunque el error más heavy, a mi parecer, es referente al "Castigador". Como ya explicamos una vez en este mismo blog, el personaje se inspiraba notablemente en "El Ejecutor", un héroe de novela de bolsillo creado por Don Pendleton y que respondía al nombre de "Mack Bolan". En "El viaje de los superhéroes" se dice que "El Ejecutor" era un comic, no una serie de novelas, y que el autor no era Pendleton, sino "Marc Bolan".... confundiendo al personaje con su creador salvo por un detalle, que mientras el justiciero de los libros se llamaba, como decía, "Mack Bolan", "Marc Bolan" es el nombre de un famoso rockero "glam" que destacó especialmente en los 70.
Sin embargo, la mayor y más incomprensible carencia del libro entero es la ausencia de la película de "Nick Fury" protagonizada por David Hasselhoff (conocida en España como "Objetivo Manhattan" y comentada en nuestro libro "Malas pero divertidas" por el colega Aratz). Resulta curioso que, después de dedicar párrafos enteros a las versiones televisivas de "Spider-man", "Hulk" o "Capitán América", pase por alto un título tan importante para "Marvel". Y digo importante porque su guionista era David S. Goyer, quien posteriormente se encargaría de los libretos de la saga "Blade" (y dirigiría de la tercera), que fueron el renacer oficial de "Marvel" en el cine. En su "Nick Fury", Goyer ya ensayaba muchos de los aspectos estéticos y visuales (como esos trajes de cuero negro) que luego serían una constante en las siguientes adaptaciones, incluida la seminal "X-Men". Ignorando el telefilm, el autor otorga el mérito pionero a "Blade", lo que no deja de ser injusto... entre otras cosas porque aquel "Nick Fury" no estaba tan mal y, caray, porque resulta del todo incomprensible que en un libro de esta temática se pase por alto dicho título cuando incluso la versión "pirata" de "Los 4 Fantásticos" recibe un análisis en profundidad... a pesar de lo poco que aporta.
Y es que, aunque en un principio me supiera mal que todas las adaptaciones "Marvel" previas a "Blade", fueran tocadas un poco así de refilón (excepto, como decía, "Los 4 F" chungos, "Howard, el pato", el "Capitán América" de Albert Pyun y "Vengador"), también resulta lógico que el grueso se centre en su época dorada (cinematográficamente hablando), por ser la de más prestigio y porque el fan de los comics y superhéroes siempre tiende más a apreciar el cine de gran presupuesto y formato, sin saber verle el encanto al lado más oscuro y ruin del celuloide. Por todo ello, tampoco puedo quejarme... caray, si incluso hablan de la infame "3 Dev Adam" (lo que incrementa más la extrañeza de que el "Nick Fury" blanco a penas reciba el trato de pasada que comentaba).
Salvo detallitos y, sobre todo, la sesudez de algunas de sus críticas, "El viaje del superhéroe" termina resultando un libro muy interesante, bastante completo, apasionante en algunos pasajes, que aporta muchos datos de interés y se lee con bastante rapidez y adicción.
Naxo Fiol
martes, 29 de enero de 2013
LA NOVIA DE RE-ANIMATOR
Lógicamente, el éxito cosechado por esa obra maestra que es “Re-Animator”,
dio pie a una secuela.
Ya muerta la mítica Empire, mutada en la más pequeña FullMoon y con Stuart Gordon colando un pie en el mainstream, Brian Yuzna, que había
dirigido la sobre valorada “Society” y que había supuesto un éxito, decidió
levantar esta segunda parte, buscándose otra productora pequeñita e
independiente a la que sacarle los cuartos, rescatando a la mayor parte del
elenco de “Re- Animator” y convencido de su talento como director, poniendose
tras las cámaras.
Y tras su paso por distintos
festivales especializados, finalmente la película se estrenó
directamente en video clubs. Y hasta muchos años después que más o menos se la
reivindicó, pasó inadvertida para la mayoría del público.
El doctor West y el doctor Cain, se encuentran en Perú dónde
continúan sus experimentos de reanimación de los muertos.
De vuelta al hospital universitario de Miskatonic, donde
inexplicablemente, y tras la masacre de ocho meses atrás en la que estaban
metidos de pleno, siguen ejerciendo la medicina (¡¡¡). El doctor West descubre
que se pueden animar las partes del cuerpo por separado. Como conservan el
corazón de la fallecida novia del doctor Cain, estos deciden crear una mujer
por piezas e inyectarle el suero verde en el corazón para que lo distribuya a
las distintas partes del cuerpo. Con la policía investigando el caso de la
masacre pisandoles los talones, estos experimentos no acaban de salir del todo
bien.
Huelga decir, que busca un homenaje al clásico de la
Universal “La novia de Frankenstein”.
Obviamente, la secuela comparada con la original, es un
pedazo de mierda infecta. Sin embargo, Yuzna no era tan manazas como lo es hoy
en día y si bien no es una secuela digna, al menos es una película entretenida
con momentos muy logrados.
Ahora, que quede clara una cosa: quien diga que en el cine
de género no hay lugar para el sello personal, el sello de autor, que se mire
bien estas películas. Porque el primer “Re-animator”, tiene el sello de Stuart
Gordon bien impregnadito, al igual que “La novia de Re-Animator” tiene el de
Brian Yuzna, vamos, que se nota que una es del uno, y la otra es del otro.
En los aciertos de esta secuela está el hecho de que West
cada dos por tres experimenta uniendo distintas partes del cuerpo para darles
vida (un brazo y una pierna, unos dedos y un ojo, incluso le pone un brazo
humano a un perro), creando una galería de aberrantes monstruitos que tiene
cierta gracia. Por otro lado, tenemos la presencia de doctor Hill, ya saben, la
cabeza del malo de la función de la primera película, que se cose (y reanima)
dos alas de murciélago en a modo de orejas, con lo que tenemos una cabeza
voladora pululando por ahí. Sin embargo, este personaje antagonista,
simplemente hace acto de presencia, su importancia en la película es mínima, prácticamente
desaparece su rol de archienemigo del doctor West, y la verdad, el meterle ahí
y que no la líe parda, es una chapuza de tomo y lomo.
Más cagadas; Ok que el Doctor Hill hable y piense
razonablemente como sucedía en la primera, aunque no se nos explique el por qué,
pero en la primera los reanimados actuaban de forma primitiva y violenta. En
esta secuela ¿Por qué cojones tienen que hablar y demostrar sentimientos? Hay incluso
una secuencia de celos entre el policía reanimado y su mujer reanimada, lo cual
me parece una puta mierda. Y es que si en el primer “Re-animator” los
CUESTINABLES toques de humor, solo los supieron ver cierto sector un poco
mentecato del público, y en todo caso, estos serían mínimos, en esta, ya están
impuestos ahí a sabiendas, lo que sigue siendo una gran putada.
Así pues, como continuación de la de Stuart Gordon, esto es
infame e indigno, sin embargo como película de Brian Yuzna, es una de las
mejores.
Nada malo que decir
sin embargo acerca de los artesanales efectos especiales a cargo de John Carl
Buechler y Screamin Mad george.
Así, que en realidad, no es tan mala como cabe de esperar y
justamente está entretenida.
Lo que vendría después si que es para matarlos a todos, y
esconderle la farlopa a Brian Yuzna.
Como frikada decir, que en nuestro país, en la era dorada
del vide club, se le anticipó una producción italiana dirigida por Luigi
Montefiori (director de “2020, los rangers de Texas”, junto con Aristide Massaccesi),
más conocido como George Estman, que como guardaba cierta similitud en el
argumento con la primera “Re-animator” los sin vergüenzas de los distribuidores
no tuvieron remilgos y la titularon “Re-Animator II”. Así mismo, en los usa,
serían incontables las “fan movies” que se rodaron acerca del tema, pero, con edición
en vhs en Argentina (¿) se editó un “Re-animator 2”, con un argumento un tanto
parecido al de esta “La novia de Re-Animator”.
Adjunto sendos carteles.
Victor Olid
ABRAHAM LINCOLN: CAZADOR DE VAMPIROS
¿Pero qué hostias está pasando en Hollywood con los
vampiros? Ya el sol no les hace daño (al menos los de esta película no brillan)
y para colmo de males se sacan de la manga que no se pueden matar entre ellos,
aunque esta regla se la pasan rápidamente por el forro cuando en el final del
filme dos vampiros se zurran la bandana a base de bien. No tiene puto sentido,
si algo tenían los vampiros es que eran seres nocturnos, que es el momento en
el que los humanos más desprotegidos estamos por estar durmiendo. Al ponerlos a
plena luz del día no los haces mas amenazantes, al revés pierden parte de ese
lado oscuro que nos puede llegar a aterrar. Pero no solo los vampiros son los
que llevan a esta película al ridículo, de eso ya se encarga su previsible guion,
con más fallos, y agujeros que las venas de un yonki. Si al menos la película hubiese
empezado con: “En un mundo paralelo….” o “En otra dimensión similar a la
nuestra….” Pero no. Todo lo dan por sentado que ocurrió en nuestro mundo, y eso
lo hace aun más ridícula porque… bueno, en fin, es que es lamentable.
Siendo un joven chaval, el bueno de Abraham Lincoln ayuda a
un niño negro al que estaban azotando. Los padres del futuro presidente se
interponen, y aunque salvan a los críos, esa noche recibirán un castigo, la
madre será mordida por un vampiro y para colmo Abraham lo verá todo. Pocos días
después, la madre muere. El joven zagal decide que se vengara cuando sea más
mayor, y así lo intentara, pero descubrirá que un tiro en un ojo, no le hace
mucho a un vampiro. Abraham será entrenado (en una tarde o tarde y media) por
un cazavampiros llamado Henry quien le ira marcando objetivos a los que
destruir. Pasado el tiempo el Sr. Lincoln deja el mundo de la caza de vampiros
y se mete en política. Llega a presidente, pero tiene que lidiar con una guerra
civil, que en su fuero interno está causada por los vampiros, ya que ellos ven
en la esclavitud una forma de alimento rápido, barato y que tienen a mano. La
batalla final tendrá lugar en un tren camino a Gettysburg, enlazando así hechos
históricos con el terrible guion.
Todo es previsible, lo ves venir desde 15 minutos antes, los
personajes son bastante ridículos, amén de la cara de sosainas del actor
protagonista (Benjamin Walker, quien no ha hecho nada reseñable) El malo malísimo
(Rufus Sewell, Destino de Caballero, Dark City) hace una especie de artes
marciales, que no sé yo si por aquella época los asiáticos las habrían compartido
ya o no, pero que no pegan en el marco histórico y dan así como grimilla, no sé,
como ver a una de las meninas con un ipod. En la parte de acción, los efectos
especiales están bastante conseguidos, pero las coreografías de lucha son del montón,
y la posición de la cámara horrorosa en la mayor parte. No sé si las rodaría una
segunda unidad o su director, el ruso Timur Bekmambetov, quien como siga por
este camino, no podrá quitarse el sambenito de director de mierdas de acción.
La película es bastante terrible, PERO, y aquí viene el
pero, se puede ver si estas acompañado por amigos, más que nada por las mofas
de los momentos ridículos, y aun así, yo votaría por ver cualquier otra película
que tengáis por ahí. Ver y olvidar, aunque lo segundo en este caso sea más difícil.
domingo, 27 de enero de 2013
VÍCTIMAS DEL TERRORISMO
En su libro sobre la saga "Death Wish", Paul Talbot citaba varios títulos surgidos a rebufo del mega-éxito que fue "El justiciero de la ciudad", y tras revisarlos uno por uno, el más curioso (de los que no había visto) era este "Víctimas del terrorismo" o, en v.o., "The Human Factor". Ya no solo se trataba de una clásica historia de venganza despiadada con afortunado regusto setentero (concretamente 1975), lo realmente llamativo era descubrir a su protagonista: el entrañable y carismático George Kennedy. ¡¿Cómo?!, ¿George Kennedy en plan justiciero-vengador?... ¡eso tenía que verlo!.
La historia se sitúa en Italia. Un grupo terrorista joven, pseudo-jipi e idealista (un poco como el de "Harry, el ejecutor" -fechada un año después- pero menos exagerado y caricaturesco), asesina a familias americanas asentadas en el país de las pizzas, cada vez que le son denegadas sus peticiones de liberar a sendos prisioneros políticos. Una de estas familias masacradas es la del pobre George Kennedy, que trabaja en la NATO como experto en computadoras. Pasado el drama, el hombre utilizará todos los recursos de los que dispone para localizarlos y, sencillamente, vengar a sus seres queridos.
Imagino que en 1975 incorporar a la trama computadoras, pantallas y conexiones telefónicas sería una idea super original, moderna y rompedora... claro que, visto ahora, con lo prehistórico de todo aquello, resulta de lo más graciosa. Tampoco es que George Kennedy de la planta de justiciero. De hecho, no sabemos si posee entrenamiento militar alguno y desconocemos cómo sabe manejar tan bien una pistola, tiene tanta puntería y sangre fría a la hora de matar.
Siendo un producto setentero, es lógico esperar algo de violencia y sordidez y, sin embargo, las dosis son muy escasas. De hecho, no vemos cómo los terroristas asesinan a la familia del protagonista (y tampoco nos centramos en el trauma de este todo lo necesario), pero, curiosamente, sí les vemos disparar contra los hijos y la mujer de otro personaje sin especial relevancia.
En realidad "Víctimas del terrorismo" es bastante, bastante mediocre. A diferencia de lo que era normal en los thrillers de su época, va huérfano de nervio, de ritmo, de tensión... de todo. Es más bien plano y exasperantemente soso. A puntito he estado de no escribir ninguna reseña... salvo por un detalle: El clímax final. Es tan bueno, tan violento, tan destroyer, tan intenso y, en definitiva, tan setentero que, ¡joder!, no podría decir que arregla la peli entera pero, eso sí, al menos te deja un regusto bueno.
El dire, Edward Dmytryk, en 1975 ya era todo un clásico con algunos títulos gordos en su curriculum (como "El motín del Caine", "El árbol de la vida" o "Lanza rota"... por cierto, con guión de Philip Yordan, culpable del libreto de "Noche en el tren del terror"!!!!!) y se encontraba en plena decadencia, por lo que ya entonces "Víctimas del terrorismo" fue considerada un producto menor y fallido. Hoy, con la nostalgia sobre los hombros, puede no ser tan terrible.... pero vamos, tampoco puedo decir que el paso de los años le haya beneficiado mucho, la verdad.
La historia se sitúa en Italia. Un grupo terrorista joven, pseudo-jipi e idealista (un poco como el de "Harry, el ejecutor" -fechada un año después- pero menos exagerado y caricaturesco), asesina a familias americanas asentadas en el país de las pizzas, cada vez que le son denegadas sus peticiones de liberar a sendos prisioneros políticos. Una de estas familias masacradas es la del pobre George Kennedy, que trabaja en la NATO como experto en computadoras. Pasado el drama, el hombre utilizará todos los recursos de los que dispone para localizarlos y, sencillamente, vengar a sus seres queridos.
Imagino que en 1975 incorporar a la trama computadoras, pantallas y conexiones telefónicas sería una idea super original, moderna y rompedora... claro que, visto ahora, con lo prehistórico de todo aquello, resulta de lo más graciosa. Tampoco es que George Kennedy de la planta de justiciero. De hecho, no sabemos si posee entrenamiento militar alguno y desconocemos cómo sabe manejar tan bien una pistola, tiene tanta puntería y sangre fría a la hora de matar.
Siendo un producto setentero, es lógico esperar algo de violencia y sordidez y, sin embargo, las dosis son muy escasas. De hecho, no vemos cómo los terroristas asesinan a la familia del protagonista (y tampoco nos centramos en el trauma de este todo lo necesario), pero, curiosamente, sí les vemos disparar contra los hijos y la mujer de otro personaje sin especial relevancia.
En realidad "Víctimas del terrorismo" es bastante, bastante mediocre. A diferencia de lo que era normal en los thrillers de su época, va huérfano de nervio, de ritmo, de tensión... de todo. Es más bien plano y exasperantemente soso. A puntito he estado de no escribir ninguna reseña... salvo por un detalle: El clímax final. Es tan bueno, tan violento, tan destroyer, tan intenso y, en definitiva, tan setentero que, ¡joder!, no podría decir que arregla la peli entera pero, eso sí, al menos te deja un regusto bueno.
El dire, Edward Dmytryk, en 1975 ya era todo un clásico con algunos títulos gordos en su curriculum (como "El motín del Caine", "El árbol de la vida" o "Lanza rota"... por cierto, con guión de Philip Yordan, culpable del libreto de "Noche en el tren del terror"!!!!!) y se encontraba en plena decadencia, por lo que ya entonces "Víctimas del terrorismo" fue considerada un producto menor y fallido. Hoy, con la nostalgia sobre los hombros, puede no ser tan terrible.... pero vamos, tampoco puedo decir que el paso de los años le haya beneficiado mucho, la verdad.
Naxo Fiol
viernes, 25 de enero de 2013
NIGHTMARES IN RED, WHITE AND BLUE
El cine terror, es un género tan viejo como el propio cine, y este documental trata de condensar toda su historia en poco más de noventa minutos.
Y no se dejen engañar por el patriotero título. Este docu es tan agradecido, que dentro de los escasos minutos de metraje, les da tiempo a contar un poco la historia del cine de terror americano, y además nombrar escenas tan importantes como son la Italiana o la española (lo de importantes, es por decir algo).
Narrado por Lance Henricksen, con mogollón de imágenes de películas como telón de fondo, el documental explica la evolución del cine de terror a través de las décadas, de cómo se adaptó este a los cambios que consigo traía la sociedad. Para ello se entrevista a un buen puñado de directores del género tales como Joe Dante, John Carpenter, George A. Romero, LarryCohen, Brian Yuzna, Roger Corman, Mick Garris, Tom Macloughin, Darryl Lynn Bousman…
Etc, que nos dan su punto de vista, y más interesante aún, que películas les marcaron y les decidieron a la hora de decantarse por hacer este tipo de películas.
Especial interés muestra para mí, el descubrir cómo Steven Spielberg se carga un guión a priori aterrador cómo el de “Gremlins”, en el que originariamente, no había cachondeo. Los bichos se comían al perro de Billy y decapitaban a su madre, pero a mitad de camino al rey Midas se le ocurrió meterle humor para venderla de cara al público familiar. Y que conste, que aún así “Gremlins” sigue siendo una película aterradora.
Interesante, pero sin embargo no es un gran documental. Al final, y esto no se si juega a favor o en contra, se queda corto, y aunque trata de pasarle factura a todo, tan solo nos muestra las piezas más importantes, sin ahondar lo suficiente en el tema.
Se habla de cine de terror, y eso siempre mola, pero cuando termina, nos quedamos igual.
El documental significa el debut en la dirección del montador Andrew Monument, que por supuesto, tampoco de merece un idem.
Victor Olid
jueves, 24 de enero de 2013
EL SEXO ATACA
Si hay una pareja cómica que de verdad se adelantó a su tiempo, que en los años en lo que se estilaba era contar chistes, apostaban por un humor ferozmente surrealista a base de diálogos absurdos, y que además supieron ganarse al público con ese humor, esos fueron Tip y Coll. Sobretodo en sus primeros años. Ya avanzados los ochenta y entrando en los noventa, que aun permanecían en activo, su humor fue flojeando, eso si, tras 30 años de carrera humorística. A mi lo que me vuelve loco es el look que se gastaban, vestidos de enterradores.
Su paso por el cine, sin embargo, no fue muy brillante. La mayoría de sus intervenciones se limitaban a cameos en películas cómicas para lucimiento de otros cómicos, y la película que hicieron para lucimiento propio, “La garbanza negra que en paz descanse” es algo flojilla.
Por otro lado, no hay director que haciendo un tipo de cine extraño, entre el arte y ensayo y la mamarrachada, y que adaptaba a nuestro cine subgéneros extranjeros como el “Spoof”, la cámara oculta e incluso, mucho más suavizado, eso si, el “mondo”, que conectara tan bien con el publico popular y llenara las salas como Manuel Summers.
Lógicamente, la unión de los humoristas y el director, no podía ser nada malo.
“El Sexo Ataca”, al igual que “Urtain, el rey de la selva… oasí”, coquetea con el género “Mondo” en su vertiente más sexual y blanca, al estilo “Estamos hechos así ¡Ayuda!” o “America de noche prohibida”. Y a parte es la película en la que más se lucen Tip y Coll, y la mejor que hicieron, por supuesto. El guión está escrito a pachas entre Tip y Coll y Summers y estos son los maestros de ceremonias de los extractos que vamos viendo, imágenes de archivo, chistes escenificados, skechts, animaciones y entrevistas a gente especialmente garrula de las calles, vamos a suponer que de Lepe (de dónde era originario el director), explicando, de la manera mas surrealista posible, los intríngulis del sexo, las filias y demás curiosidades.
El título original de la película es “El sexo ataca (primer acto)” ya que, como pasó con “La Biblia en pasta”, Summers quería hacer más entregas de la película, pero como la taquilla en estas ocasiones no era muy alta, ambos proyectos de saga se quedaron en los primeros títulos.
Es especialmente graciosa la introducción de la película, donde vemos a un presentador de televisión advirtiéndonos que estamos ante una película asquerosamente machista, en la que solo se mostrará el sexo femenino, pero que cuando el estado, la democracia y el gobierno estén preparados, no tendrán inconveniente en mostrar también el sexo masculino. Así durante toda la película vemos a las señoritas en pelota picada, y a los caballeros que las acompañan en gayumbo largo.
También nos cuentan, a modo de ficción, el rodaje y posterior montaje y doblaje de una película porno, extracto este que resulta especialmente simpático y con el que se cuenta con la presencia del director Leon Klymovsky y donde se “denuncian” los dobles de cuerpo y las dobles versiones, todo ello con un sentido del humor incisivo, que camuflado de chuflilla, va a poner el dedo en la yaga.
Hilarantes resultan las entrevistas a la gente del pueblo, dónde el propio Summers pregunta a las personas de más bajo nivel social cosas tan sencillas como ¿Qué es un orgasmo?. ¿Qué es el clítoris?. ¿Qué es el onanismo?... Las respuestas de la gente son cuanto menos sorprendentes, y dejan claro algo que ya sabíamos: que la gente es tonta. De hecho todo el documental gira en torno a lo mismo, lo idiota que es la gente y lo poco informada que está acerca del sexo.
En las escenificaciones, contamos con la presencia de no- actores habituales de las películas de Summers como Celedón Parra, y otros profesionales como Gracita Morales, Emilio Fornet, Cristina Galvó o José Riesgo (el entrañable Julián de Barrio Sesamo) y la presencia, además de Kilmovsky, de Jorge Grau.
En definitiva, una película muy divertida e interesante, con el sello del director en cada uno de los fotogramas, provocadora y adelantada a su tiempo, que recomiendo encarecidamente.
Victor Olid
miércoles, 23 de enero de 2013
PAREJA ENLOQUECIDA BUSCA MADRE DE ALQUILER
Aunque se podría considerar que la peor etapa de Mariano Ozores es la perteneciente a las producciones para vídeo club, lo cierto
es que el maestro facturó sus menos agraciadas películas en los años noventa, durante una efímera vuelta a la pantalla grande.
Sigue manejando presupuestos irrisorios, y sigue
construyendo tramas de enredo, rodando casi en exclusiva en interiores.
La película nos cuenta la historia de una pareja que, por un
problema de compatibilidad, no pueden concebir un hijo. Lo desean tanto, que
deciden buscar una madre de alquiler para hacer una inseminación. El varón se
une a su ayudante en la búsqueda de esta madre, hasta que deciden que la novia
de este es la mejor candidata. Mas adelante, se irá enmarañando la trama.
En un principio, esta película fue concebida con el título
de “Madre de alquiler”, de hecho, en la canción principal de la banda sonora,
compuesta a muy mala gana por Nacho Cano, en la letra se hace referencia a esa
frase, “Madre de alquiler”.
Lo que pasa en que a primeros de los noventa ya se imponía
en España un estilo de comedia que poco o nada tenía que ver con el de Mariano
Ozores, y puesto que la película de Almodóvar “Mujeres al borde de un ataque de
nervios”, había sido un éxito un año y poco antes, la productora decidió
cambiar el título por uno con tirón más comercial, actual y
largo, “Pareja enloquecida busca madre de
alquiler”, y desde luego, atinaron, es un título de lo más dinámico y
comercial. No así la película, que como todo lo demás que Ozores estrenó en los
noventa, con la excepción de “Disparate Nacional”, resultó ser un fracaso de
taquilla.
Como todas las de Don Mariano, esta se deja ver, pero su
humor en los noventa ya era demasiado trasnochado y vodevilesco para los gustos
del publico de aquella época. Incluso, si muchas de sus películas de los
setenta y ochenta vistas hoy aún permanecen frescas, es curioso como esta, mas
reciente, resulta hoy del todo desfasada. Estamos quizás ante el film menos eficaz y
más aburrido de Mariano Ozores.
En el reparto José Luis López Vázquez, Willy Montesinos,
Lola Forner, la muy de moda en la época Virginia Mataix, Hega Line, Manuel
Alexandre y María Isbert.
Muy, muy flojita. Y es un lástima.
Victor Olid
ATRAPADO EN EL TIEMPO
Sin paños calientes, para mi esta es la mejor película de
que ha protagonizado jamás Bill Murray y la que mejor ha dirigido su amigo
Harold Ramis, y nadie me va a bajar del burro con que Cazafantasmas es mejor,
porque Atrapado en el tiempo está mucho mejor hilada y punto. He dicho “y
punto”, así que a callarse.
El argumento es de sobras conocido, Phil (Bill Murray) es un
ególatra hombre del tiempo. Una vez más, y ya es la cuarta vez, acude al pueblo
de Punxsutawney a ver lo que dice la marmota. Esta es una tradición que sacan
una marmota de su madriguera y según se mire su sombra o no, habrá 6 semanas de
invierno más o la estación acabara y dará paso a la primavera. Para Phil el
pueblo está lleno de paletos, y lo único que quiere hacer es su trabajo y
largarse de allí rápidamente. Nada más levantarse en el idílico hotel en el que
se aloja, una cancioncilla y un par de locutores despiertan con escrupulosa
puntualidad inglesa a las 6 de la mañana a Phil. El día será uno de esos días
horribilis que tenemos todos. Se encuentra con vecinos pesados, antiguos
compañeros de clase, mete el pie en un charco…. Todo parece que está en contra
de Phil. Cuando él y su equipo ponen rumbo a la ciudad una ventisca corta la
carretera por lo que tendrán que pasar la noche en Punxsutawney (he tenido que
mirarlo otra vez, porque no es fácil de escribir) A la mañana siguiente, a las
6 en punto, el día se repite de nuevo. Al principio a Phil le parece todo un
gran deja vú, pero cuando al día siguiente vuelve a revivirlo todo,
empieza pensar que puede tener algún
tipo de enfermedad. Acude a un neurólogo del pueblo (interpretado por Harold
Ramis) el que le dice que está completamente sano. Así que Phil se pone a beber
con dos lugareños. Hablando con ellos se da cuenta que al no existir un mañana,
tampoco hay consecuencias, esto dará lugar para que Phil tenga todo un pueblo
para jugar con él.
Murray interpreta majestuosamente a su personaje, siendo un
tipo con aspecto de crápula al principio, luego se transformara en una persona
arisca, después es un depresivo y finalmente en un tipo feliz de ayudar en lo
que puede. Lo mejor de su actuación es que es convincente y nos lo creemos. Del
resto de actores principales tenemos a Chris Elliot, como Larry, el cámara que
le hace la pelota a Phil y a Andie MacDowell que hace de Rita la productora que
acaba de conocer a Phil. Los dos cumplen sobradamente su papel, Elliot el de
pringado y Rita el de mujer que enamorara al protagonista. El único fallito que
le veo a la película es a la reacción de Rita. Al principio casi no puede con
Phil, por sus ideas pre-establecidas, las cuales eran correctas hasta que
cambia por lo ocurrido, y al final de un
solo día, se enamora de él, es un poco raro, pero aceptamos barco porque la
película se lo merece.
La película juega con esa idea de repetir un día que nos ha
salido especialmente mal, para enderezarlo. Una segunda oportunidad, algo que
todos en más de una ocasión hemos deseado tener. Puede que por ser una idea
conocida, es por lo que entremos fácilmente en el argumento y nos dejemos
llevar, eso y que Bill Murray tiene un don para la comedia sin tener que sonreír.
Esta película que se
estreno en 1993, debería de estar en la lista de las 100 mejores películas de
la historia, sino lo está ya. Como poco que este en tu lista de películas que
hay que ver y repetir antes de morir.
Arriba excursionistas…..
martes, 22 de enero de 2013
MY BEST FRIEND´S BIRTHDAY
Quentin Tarantino, antes de convertirse en la estrella que
es, y como buen aficionado al cine, cuando era un vulgar trabajador también hacía
sus peliculitas en formatos pequeños, vídeo, súper 8… y ya en plan más
ambicioso, le daba al 16 mm.
Hace no demasiado salió a la luz una de esas películas de 16 mm. una que está incompleta y de aspecto y formas totalmente amateur, en blanco y negro y que lleva por título “My best friend birthday”.
Hace no demasiado salió a la luz una de esas películas de 16 mm. una que está incompleta y de aspecto y formas totalmente amateur, en blanco y negro y que lleva por título “My best friend birthday”.
Tarantino reniega de la película e intentó que no se viera, pero amigo, Internet es imparable y una vez que alguien cuelga algo, es muy difícil hacerlo desaparecer.
Así pues, es muy interesante poder ver que es lo que hacía
el director cuando era pobre junto a sus amigos y en sus propias casas. "My best friend´s birthday" es muy mala, obviamente, pero es todo lo que se puede esperar de una película
underground (¡esos encuadres, Quentin!).
Protagonizada por él mismo, cuenta la historia de un locutor
de radio que tiene presente que como es el cumpleaños de su mejor amigo, al
que le han puesto los cuernos, contrata a una puta para que se lo folle. Y al
comprobar este la afinidad que tiene con ella, se acaban enamorando.
La peli deja claro lo que en un futuro sería su cine: largas
conversaciones, referencias cinéfilas y musicales, el fetichismo de los pies, drogas,
e incluso mete, en plan jocoso, un combate de kung fu entre el mejor amigo y un
negro que se parece a “Dolemite”, con lo que deja ya claro que lo que le va es
el cine de Kung Fu y el “Blaxploitation”… todo lo que ya hemos visto en sus películas
pero sin ningún cuidado y en plan cutre.
Y si, es malilla, aburrida, los diálogos no hay por dónde cogerlos, porque intenta
condensar en pocos minutos montones de conceptos y al no disponer de actores de
primera fila, la cosa no es como si los soltara Chirstoph Waltz,
ya que en esta ocasión carecen de ritmo alguno. Son soltados en plan
ametralladora. Pero resulta una experiencia altamente curiosa y sorprendente,
ya que, efectivamente, haciendo cine Tarantino no era mejor que cualquier
chaval que empieza.
Y es gracioso verle hacer el ganso.
Por otro lado, mola descubrir en una de las escenas una habitación
con posters de películas
tales como “Gusanos”, “Días felices”, “Justicia Salvaje” y tantos otros.
Muy curiosa.
Victor Olid
LA BÓVEDA DE LOS HORRORES
Lo cierto es que decidí no reseñar esta película después de verla hace un par de días. Me pareció tan aburrida y tan sosa que, en fin, no despertó en mi ninguna clase de sensación Ni buena, ni mala. Pero claro, había ya comentado la primera de las dos adaptaciones que la factoría Amicus hiciera de los celebérrimos comics de la "E.C." y, en fin, se trataba de ser completista. Después de todo ese era mi plan inicial, a lo que había que añadir el sentido de cierta "culpa" por llevar más de una semana sin escribir nada y la "queja" de un lector (claro que me lo dijo en pleno estado gripal, así que igual la fiebre influyó en sus palabras). Sea como fuere, decidí dejar de perrear y me puse a teclear, con un fin: sacar el máximo de jugo a una naranja tan seca como este "La bóveda de los horrores" o, como dicen en su tierra, "Vault of horror".
La diferencia con su homónima o, ya puestos, cualquier otro film de la Amicus, es básicamente nula... en todos los sentidos, narrativamente y estéticamente. Un grupo de distinguidos caballeros británicos pillan el ascensor en un edificio. Este les lleva directamente al sótano, donde encuentran un especie de elegante comedor. Se sientan y comienzan a narrarse mutuamente extrañas pesadillas recurrentes, cada una de las cuales conforma uno de los relatos de la función.
El primero es el más célebre por una imagen casi icónica, la de un tio colgado del techo con un grifo clavado en la yugular, mientras un grupo de alegres vampiros le sacan sangre para beberla con gusto. En la peli, el tio es un asesino con aviesas intenciones. En el comic, alguien normal y corriente con mala pata. Y es que, como es habitual, todos los protagonistas de las historias sufren un final terrible pero merecido. Castigo moral, lo llaman, algo que convierte el material filmado en más inofensivo que el dibujado. En todo caso, la movida va de un baranda que visita a su hermana para matarla y así cobrar el seguro, pero resulta que el lugar anda plagado de vampiros (incluida la hermana) y terminará siendo la cena de todos ellos. Sosa y tontuna.
La siguiente va de un maniático del orden que atormenta a su patosa y, obvio, desordenada recién adquirida esposa cada vez que esta mueve algo de sitio. No hace falta decir que la cosa derivará en locura y asesinato. La historia y su desarrollo son tan tontainas que los responsables deciden impregnarlo todo de un comedido tono cómico... pero en lugar de compensar el chorrismo general, incrementa su tontabilidad. Cuando termina te quedas en plan "¿UH?".
La cosas no mejoran con la que hace tres. Un mago va a la india en busca del truco final. Lo encuentra y, para apoderarse de el, mata a su responsable... lo que conllevará la consiguiente venganza. Esta puede ser un poco menos previsible que la anterior, pero sigue haciendo gala de un notable sosismo.
Algo más potable es la historia que sigue... aunque solo sea por su relativa imprevisibilidad, su abierto tono gótico (ese tétrico cementerio donde se desarrolla la parte final) y los guiños que Amicus lanza a su fuente y a sí misma: El prota de la historia deducimos es un guionista de tebeos de terror. Encima de su despacho tiene un tomo recopilatorio de viejos comics de la "E.C." y, para matar el tiempo, se sienta en el sofá a leer la novelización de "Condenados de ultratumba". Va a hacerse pasar por muerto para cobrar no se qué (otra vez). La idea es que, 24 horas después, su socio le desentierre (por lo visto en ésa época corrían mucho en meter bajo tierra al cadáver una vez descubierto). Pero este decide traicionarle. Todo iría por ese camino si no fuera porque un par de estudiantes de medicina necesitados de cuerpos humanos corren al cementerio a sacar de su ataúd a nuestro prota. Sin embargo, varios hechos harán que las cosas no terminen como parece que vayan a hacerlo... y ahí es donde está la gracia de esta historia. Ya digo, la mejor del pack... sin ser tampoco gran cosa.
La última, parte de una buena idea, pero con un desarrollo plomizo y desaprovechado. Un pintor que sufre el trauma clásico de "Nadie me comprende", se entera de que sus cuadros se venden como churros pero su representante se lo oculta y se queda todo. Decidido a vengarse, pide ayuda a algún maestro del vudú que le otorga el poder de hacer el mal a través de su talento. Es decir, si pinta un retrato de Perico y luego le clava un cuchillo en el ojo, en la vida real Perico tendrá un accidente que terminará con un ojo perforado. El pintor se va vengando de todos en muertes bastante cutrilongas sin percatarse de que cometió un error, pintó un auto-retrato, lo que le hace vulnerable. Aunque para errores el del guionista, el amicus-man Milton Subotsky, ya que dicho auto-retrato lo pintó ANTES de obtener sus poderes. Pero como diría un amiga mía: "Da iguaaaal!!!".
Dirigida por el artesano del horror británico -muy a su pesar- Roy Ward Baker y con un reparto bastante curioso compuesto por gente como Terry-Thomas, Curd Jürgens o Denholm Elliott, "La bóveda de los horrores" es bastante inferior a su peli precedente y, en fin, bastante mediocre en general. Habrá quien le vea cosas buenas con ayuda de la nostalgia, pero para mi hay algo peor que una peli odiable... y es una peli ignorable. Como esta misma.
La diferencia con su homónima o, ya puestos, cualquier otro film de la Amicus, es básicamente nula... en todos los sentidos, narrativamente y estéticamente. Un grupo de distinguidos caballeros británicos pillan el ascensor en un edificio. Este les lleva directamente al sótano, donde encuentran un especie de elegante comedor. Se sientan y comienzan a narrarse mutuamente extrañas pesadillas recurrentes, cada una de las cuales conforma uno de los relatos de la función.
El primero es el más célebre por una imagen casi icónica, la de un tio colgado del techo con un grifo clavado en la yugular, mientras un grupo de alegres vampiros le sacan sangre para beberla con gusto. En la peli, el tio es un asesino con aviesas intenciones. En el comic, alguien normal y corriente con mala pata. Y es que, como es habitual, todos los protagonistas de las historias sufren un final terrible pero merecido. Castigo moral, lo llaman, algo que convierte el material filmado en más inofensivo que el dibujado. En todo caso, la movida va de un baranda que visita a su hermana para matarla y así cobrar el seguro, pero resulta que el lugar anda plagado de vampiros (incluida la hermana) y terminará siendo la cena de todos ellos. Sosa y tontuna.
La siguiente va de un maniático del orden que atormenta a su patosa y, obvio, desordenada recién adquirida esposa cada vez que esta mueve algo de sitio. No hace falta decir que la cosa derivará en locura y asesinato. La historia y su desarrollo son tan tontainas que los responsables deciden impregnarlo todo de un comedido tono cómico... pero en lugar de compensar el chorrismo general, incrementa su tontabilidad. Cuando termina te quedas en plan "¿UH?".
La cosas no mejoran con la que hace tres. Un mago va a la india en busca del truco final. Lo encuentra y, para apoderarse de el, mata a su responsable... lo que conllevará la consiguiente venganza. Esta puede ser un poco menos previsible que la anterior, pero sigue haciendo gala de un notable sosismo.
Algo más potable es la historia que sigue... aunque solo sea por su relativa imprevisibilidad, su abierto tono gótico (ese tétrico cementerio donde se desarrolla la parte final) y los guiños que Amicus lanza a su fuente y a sí misma: El prota de la historia deducimos es un guionista de tebeos de terror. Encima de su despacho tiene un tomo recopilatorio de viejos comics de la "E.C." y, para matar el tiempo, se sienta en el sofá a leer la novelización de "Condenados de ultratumba". Va a hacerse pasar por muerto para cobrar no se qué (otra vez). La idea es que, 24 horas después, su socio le desentierre (por lo visto en ésa época corrían mucho en meter bajo tierra al cadáver una vez descubierto). Pero este decide traicionarle. Todo iría por ese camino si no fuera porque un par de estudiantes de medicina necesitados de cuerpos humanos corren al cementerio a sacar de su ataúd a nuestro prota. Sin embargo, varios hechos harán que las cosas no terminen como parece que vayan a hacerlo... y ahí es donde está la gracia de esta historia. Ya digo, la mejor del pack... sin ser tampoco gran cosa.
La última, parte de una buena idea, pero con un desarrollo plomizo y desaprovechado. Un pintor que sufre el trauma clásico de "Nadie me comprende", se entera de que sus cuadros se venden como churros pero su representante se lo oculta y se queda todo. Decidido a vengarse, pide ayuda a algún maestro del vudú que le otorga el poder de hacer el mal a través de su talento. Es decir, si pinta un retrato de Perico y luego le clava un cuchillo en el ojo, en la vida real Perico tendrá un accidente que terminará con un ojo perforado. El pintor se va vengando de todos en muertes bastante cutrilongas sin percatarse de que cometió un error, pintó un auto-retrato, lo que le hace vulnerable. Aunque para errores el del guionista, el amicus-man Milton Subotsky, ya que dicho auto-retrato lo pintó ANTES de obtener sus poderes. Pero como diría un amiga mía: "Da iguaaaal!!!".
Dirigida por el artesano del horror británico -muy a su pesar- Roy Ward Baker y con un reparto bastante curioso compuesto por gente como Terry-Thomas, Curd Jürgens o Denholm Elliott, "La bóveda de los horrores" es bastante inferior a su peli precedente y, en fin, bastante mediocre en general. Habrá quien le vea cosas buenas con ayuda de la nostalgia, pero para mi hay algo peor que una peli odiable... y es una peli ignorable. Como esta misma.
Naxo Fiol
lunes, 21 de enero de 2013
EL CABALLERO DEL ANTIFAZ
En 1996 compraba la mítica revista “Pantalla 3”. En un
momento dado, comenzaron a aparecer anuncios que
publicitaban una película muy extraña con Paul Naschy en el reparto titulada “Científicamente
Perfectos”, rodada en 16 mm y dirigida por un tal Francesc Xavier Capell que, por atípico
y entusiasta, se ganó mi simpatía.
El caso es que no hará ni dos años, volví a tener noticias
de él. Se ve que había tenido los cojones de adaptar al cine las aventuras de
ese personaje añejo y antipático que es “El guerrero del antifaz” (pero por el
que se pirra) y lo había
hecho con 200.000 Euros, tirando de subvención. Es lo máximo que pudo conseguir,
ya que ningún productor osó a darle los millones que le harían falta. Pero tiró
con ese dinero.
Una vez concluida, la película se pasó en la sección “Brigadoon”
del festival de Sitges, que es el hogar de aquellos que hacemos “cine
de mentira”, pero después pudo estrenarla en salas comerciales, muy poquitas y
por tiempo muy limitado. Al no poder verla en ninguna sala de Madrid, me quedé
con las ganas.
Pero ahora, cual Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como,
Capell ha conseguido por sus propios medios una distribución en DVD en tiendas
punteras, con su correspondiente publicidad en las revistas especializadas
(cosa esta, la de aparecer en los medios, que siempre se
le ha dado muy bien), así pues, no pude resistirme a adquirirla en DVD.
La película cuenta las hazañas del personaje creado por
Manuel Gago, pero supongo que por problemas de derechos, finalmente
se titula “El Caballero del antifaz”. El tema es que es tan confusa (en
realidad hay historia, pero no soy capaz de hacer una sinopsis… algo con los
moros entrando en no se donde…) como aburrida.
Bien, la osadía de Capell ha hecho que tardara en rodarla
siete años y que se gaste los 200.000 euros en vestuario, caballos, maestros de
armas y de artes marciales y una impresionante banda sonora, pero a nivel técnico,
narrativo y de entretenimiento, el resultado es el de una película amateur,
además de las más infectas, de aquellas que intentan parecer de
verdad, pero en este caso especialmente, no llega. Unas pretensiones enormes,
para una cosa de vergüenza ajena.
Rodada en vídeo, si no es mini-dv, poco le falta, y en Catalán,
Castellano y Árabe, la película tiene un montaje básico y chabacano, con largas
conversaciones intrascendentes de “habla uno, corto, habla otro, corto”, como
si no supiera que se puede montar una pista de audio de un clip encima de otro
de vídeo. Y es que quizás no lo sepa, váyase usted a saber.
Y de las escenas de acción, mejor no hablar… no solo por
como están montadas, si no porque todos esos entrenadores que se supone tiene
la película, no se por donde andan, ya que las luchas con espada y a caballo
son de pena. Parece una serie de señores disfrazados dándose de palos. Tratando
de crear imágenes épicas, Capell parece que está grabando los carnavales de su
pueblo.
A mi entender, se podría haber hecho con ese dinero (del
contribuyente, por cierto) una película bien maja en lugar de empeñarse en
adaptar las aventuras del héroe del cómic, pero lo que no se puede hacer es
intentar facturar una súper producción con un presupuesto mínimo. Ahora, mi
pregunta es la siguiente: ¿Podría Francesc Capell haber dirigido una buena película
si hubiera obtenido los millones necesarios? Mucho me temo que el resultado no
iba a distar mucho de este…Y es que si no hay talento, da igual los millones
que tengas. El montaje de vídeo de bodas, bautizos y
comuniones del que hace gala la película, realizado por el mismo director,
ratifican mis palabras.
Pero ¡ojo! no se confundan… "El caballero del antifaz" es un absoluto
coñazo de 105 minutos que no hay por donde cogerla, pero eso no significa que
la repudie, es más me alegro de su
existencia y sobretodo de la de su director, quien a juzgar por la
insistencia de conseguir distribución y que sus películas se estrenen en cines,
su entusiasmo, y según los extras del dvd (eso si, repletito y con un libreto
donde críticos de distintas revistas dicen poco menos que la película es una
obra maestra y le comen la polla al director a base de bien (¡¡¡¡)), Capell está
convencido de que ha hecho una película extraordinaria, que si tiene algún
problema es debido a su falta de presupuesto, y jamás a su incapacidad y, por
ende, que se trata un de un incomprendido del cine español.
Si sus películas tienen una vida comercial, grande o
pequeña, se debe únicamente a él, a la confianza en sí mismo y no a enchufes ni
nada por el estilo. Todo esto sumado a su peculiar estilo y su mentalidad, le
convierten en uno de esos directores outsider que tanto me gustan a mí, y es
motivo más que suficiente para seguirle, venerarle y reivindicarle. No en vano
me he comprado toda su filmografía en DVD. Al fin y al cabo, son estos
directores los que le dan sal al asunto del cine español…
En el reparto, actores de teatro catalanes, otros
claramente amateur, el propio Capell como protagonista interpretando al
caballero del antifaz, y la recuperación de Mirta Miller en un cameo.
Si tienen curiosidad…
Victor Olid
DESTINO DE CABALLERO
Este fin de semana me he sentido acosado por una película.
No es broma, este filme quería que lo revisionará porque me ha perseguido
cambiara al canal que cambiara y fuera el día que fuera (estoy exagerando un
poco, pero así gano en dramatismo) El sábado a la noche, tras haber pasado una día
de compras con la mujer y la hija por tiendas de ropa (el horror, el horror) me
tire en el sofá y encendí la tele. No tenía fuerzas ni para pensar ni para nada
que no fuera dejarme llevar. Empiezo con el zapping, paso por todos los canales
del Imagenio y veo que en TNT estaban dando Destino de caballero, película que
en su estreno, allá por el 2001, fui con la que es mi señora a ver al cine (y
posteriormente por la tienda de música para comprar la banda sonora) La
película estaba terminando, pero como no daban nada mejor (aquí no exagero, los
sábados noche la programación de tele es apestosa) pues me vi el final. No iras hacer la reseña solo habiendo visto
el final, ¿no? Pues no, pero es que el domingo al mediodía después de comer me
pongo a jugar con mi pequeña hijita en el salón y enciendo la tele para ver que
dan, hago un barrido por los canales y zas, TNT vuelve a dar Destino de
Caballero, como justo empieza, la dejo puesta para mientras juego con la cría,
ir viéndola de nuevo. En esto mi mujer estaba haciendo otras cosas por la casa
y a la que va a la cocina enciende la tele y se pone a ver la 1. En una de
estas paso por ahí y veo que justo empieza Destino de Caballero en la
televisión nacional. Vamos que estaba más que claro que tenía que ver la película
entera para hacerle la reseña, pero coñe, que me la vi casi dos veces y media.
Willian Thatcher es el hijo de un techador de origen
humilde, que desde bien pequeño es entregado a un caballero de justas para que
sea su aprendiz y lacayo. Pasados los años, el caballero en ciernes fallece, y
William junto a sus dos amigos y compañeros traman un plan para seguir
justando. Willian se hará pasar por caballero, y así seguirán viviendo de los
premios de las justas. Todo estaría más que correcto si no fuera porque William
no es de sangre noble, y por lo tanto no puede participar. Con la ayuda del
poeta Goeffrey Chaucer (personaje histórico real) falsificara los títulos y
sellos de una nación inventada. Así Will es ahora Sir Ulrich de Liechtenstein.
Todo va sobre ruedas hasta que se enamora de una joven doncella, que en cierto
momento le pide que si la ama pierda todos los combates. Esto va en contra de
la naturaleza de Will que es un luchador nato, pero por amor hará lo que sea,
aunque eso signifique que le partan varias lanzas contra el pecho. No solo esa
petición es lo que más fastidia al protagonista, y es que durante todos los
torneos va buscando al Conde Ademar, el único que le ha ganado en una justa, y
que justamente está participando en el que Will debería de perder.
Los actores de esta película son bastante conocidos en la
actualizad, pero cuando rodaron esta película solo estaban despuntando. Tenemos
como prota a Heat Ledger, al que no hace falta presentar, pero es que también
aparecen por allí Paul Bettany haciendo el papel de Chaucer, Rufus Sellwer es
el Conde Ademar y para quienes no le ubiquéis os diré que es el prota de Dark
City, también Mark Addy es Roland, que en principio igual no sabéis quien es
hasta que os diga que es el Rey Robert de Juegos de Tronos, y James Purefoy que
es el Príncipe Eduardo además de ser una jodida fotocopia de Thomas Jane.
La particularidad de esta película es su banda sonora, la
cual utiliza canciones pop como elemento anacrónico para llamar la atención. Y
la verdad es que queda muy bien, salvo por el momento más vergonzoso del filme,
el del baile de salón, que acaba convirtiéndose en una noche de discoteca y que
poco o nada pinta con la trama. Si la banda sonora se hubiera dejado solo para
el espectador y no se hubiera mezclado con la trama, esa escena habría
funcionado bien, por querer llevarlo mas allá es donde la fastidian. Pero lo
dicho, queda simpática salvo por esa escena. Luego el tema romántico con la chica,
pues que queréis que os diga, está bien, pero también es el menor de los males
del filme, que realmente trata más de lo de “Cambiar tu estrella” más que lo de
“Chico conoce chica”
En definitiva, una película entretenida y agradable de ver,
que no cambia el mundo, pero que para un sábado a la tarde con tu hija pequeña
te sirve de sobras, aunque viera el final el día anterior y ese mismo día otras
dos veces.
domingo, 20 de enero de 2013
FUNDIDO A NEGRO
Un muchacho introvertido, atormentado y maltratado por su
madrastra, anda obsesionado con el cine. Hasta tal punto llega su obsesión, que
llega a descuidar el trabajo y todo aquello que no sea ver películas.
Ninguneado por sus compañeros y tras que una chica de la que se enamora,
clavada a Marilyn Monrroe le da plantón (en realidad el espectador comprueba
que en realidad la chica llega un poco
tarde porque se le olvida la cita) el chaval enloquece y comienza matar a todo
aquél que le resulta molesto. Pero la gracia está en como los mata: disfrazándose
y recreando asesinatos de películas celebres.
Para más inri, conoce a un productor de Hollywood, al que le
cuenta su idea para una película y este acabará plagiándosela. Y la ira del
chaval, incremente, lógicamente.
Un clásico de la serie B ochentera, que sin gozar de una
popularidad inmensa, se prodiga como una película altamente disfrutable, no ya
por su argumento e, incluso, su originalidad (aunque mientras la ves te
preguntas de donde coño saca el chaval los disfraces), si no porque la película
es condenadamente entretenida. Un psycho killer, con estructura de psycho
killer, pero con aires de teen movie, con unas texturas muy de la época y con
ese ritmillo, también de la época, muy de agradecer.
En el reparto tenemos a Dennis Christopher, actor de tercera regional,
del que hay que decir que Tarantino le ha rescatado para un papelito en “DjangoDesencadenado”, que de puro histriónico en esta película, hay momentos que te
tienes que réir. También tenemos al mítico Tim Thomerson como comprensible y cocainómano
policía y a Mickey Rourke en uno de sus primeros papeles luciendo una dentadura
larguísima, que obviamente, se limó para convertirse en el galán que fue unos
años después.
En la labor de dirección, tenemos a Vernon Zimmerman, que si
no destacó demasiado en su carrera como director (y que a juzgar por esta película,
se le daba muy bien) tampoco destacó mucho en su labor de guionista, siendo uno
de sus trabajos más destacados “Una disparatada bruja en la universidad”.
Muy divertida, entreañable, y por ende, recomendable.
Victor Olid
viernes, 18 de enero de 2013
DJANGO DESENCADENADO
Lo primero de todo
decir que, despojado de prejuicios, me reconcilié con Tarantino tras ver “MalditosBastardos” donde la estrella (es más estrella que director) alcanza la mayoría
de edad como director y autor. Y mi desprecio se dirige hacia ese fandom de
Tarantino que lleva camisetas de Jules Winfield, pero desconocen las
referencias que homenajea y/o plagia el director. Alaban el trabajo de Tarantino, pero no tienen ni
pajolera de quien es, por ejemplo, Sergio Corbucci.
Y si “Malditos Bastardos” ya me pareció cojonuda, “Django
desencadenado” me parece magistral. Atrás quedaron los tiempos “indies” de
Tarantino. Estando tras sus películas los grandes estudios, Tarantino es mucho mejor.
Y me da la sensación, de que para Tarantino, el ser
Tarantino empieza a ser un lastre, quiero decir, que parece que se ve obligado
a meter con calzador las referencias cinéfilas, pero que ya comienzan a
molestarle. Aquí, obviamente su homenaje
al “Spaguetti Western”, las referencias son muy marcadas, parece querernos
decir “Aquí os las dejo, y dejadme ya en paz”, así, las dislumbramos en los títulos
de crédito, la banda sonora, los zooms y el cameo de Franco Nero, pero están
metidas ahí como para quitárselas de
encima. Luego el resto de la película es el film que Tarantino ha querido
hacer. Por lo tanto, no encontramos primerísimos primeros planos a lo Sergio
Leone, ni la película en general parece un “Spaguetti Western”, parece más bien
un homenaje al western Americano, y los tonos que se usan en la película, más
grisaceos que naranjas, evocan al western contemporáneo, así que, referencias a
parte, “Django Desencadenado” está más cerca de la también magistral “Valor de
ley” de los Cohen que de, por ejemplo, “Por un puñado de dólares” o el “Django”
original de Sergio Corbucci.
También es cierto, que su estructura, sin dejar de ser la típica
de Tarantino, si que adolece un poco de esos eternos diálogos que le han hecho
famoso, en pro de conversaciones con menos texto y planos más visuales, que hay menos acción de
la esperada, así como mucha más violencia y sangre de lo habitual, y también,
humor más chabacano al estilo de la nueva comedia americana (no en vano, JonahHill aparece en una de esas secuencias), pero lo mejor de “Django desencadenado”
es que es la cosa más entretenida del mundo. Tres horas que pasan en un santiamén,
dejando al espectador un agradable sabor de boca.
Muchos personajes aparecen en pantalla, y además del
anteriormente mentado Franco Nero, podemos ver también a Tom Savini, Don
Johnson, y los demás que se me escapan.
En cuanto a los actores, están todos cojonudos, desde Jamie
Foxx hasta Samuel L. Jackson, si bien es cierto que quien se lleva la palma es
Christoph Waltz, verdadero protagonista de la peli, que da gusto verlo.
El argumento es lo de menos. Un dentista caza recompensas
alemán que odia la esclavitud, compra un esclavo para que le ayude a matar a
unos antiguos negreros suyos requeridos por la ley. Tras concederle la
libertad, el dentista, ayudará al esclavo a salvar a su esposa, que sirve en un
campo de algodón de Mississipi.
Por otra parte, decir que a Spike Lee le come la envidia…
Por todos es sabido que arremetió muchas veces contra el cine de Tarantino, acusándole
de racista por la cantidad de veces que se empleaba la palabra “nigga” en sus
películas. “Django desencadenado”, sin embargo, es un alegato antiracista que
coloca a los padres fundadores de América en su lugar, y Spike Lee ha vuelto a
poner el grito en el cielo, volviendo, como no, a acusar a esta película de
racista. Es lo que tiene el ser relegado al video-club.
Así pues, no se me caen los anillos al reconocer que “Django
desencadenado” es la película más divertida, vibrante, interesante y bien hecha
de los últimos años. Tarantino, sigue así campeón, que te vas a convertir en un
clásico.
Victor Olid
jueves, 17 de enero de 2013
BALNEARIO 6
Con la proliferación de films en los USA con pareja de
retrasados mentales como protagonistas en “Dos tontos muy tontos” o “Vaya par de idiotas”,
que aunque funcionaron bien en todo el mundo en mundo, en Alemania funcionaron mejor, en 1994
los alemanes decidieron hacer su versión particular de este tipo de comedias,
rodando la película “Voll Normaaal” para lucimiento de los cómicos Tom Gerhardt
y Hilmi Sozer, en la que hacían
gracietas de todo tipo. El personaje de Gerhardt, evidentemente, es una versión
europea del que interpretara Jeff Daniels en la película de los Farrely, y el
de Sozer, un italiano un poco menos retardado que el otro, pero le va a la
zaga. La película fue un pequeño éxito y en consecuencia, se decidió rodar una
secuela, esta “Ballerman 6”.
Por todos es sabido que las Islas Baleares son turísticas a
más no poder, prácticamente una colonia donde Alemanes –en particular- se
instalan en busca de calor y diversión, y dónde incluso montan sus propios
negocios con el fin de que los turistas Alemanes se sientan como en casa. Uno
de estos negocios son los “Balnearios”o “Ballermans”, que poco tienen que ver
con esos hoteles donde uno va a relajarse y darse sesiones de baños en piscinas
de aguas termales. Estos balnearios a
los que hago referencia, son unos chiringuitos a pie de playa. Hay uno
especialmente famoso, que es el Balneario 6, que los alemanes se mueren por
visitar, ya que su principal atractivo es el beber sangría en grandes cubos. Vamos,
que los guiris se van para allí y desfasan lo que quieren.
La producción decidió que para la secuela de “Voll Normaaal”,
trasladaría a nuestros protagonistas a Palma de Mallorca en busca de este
Balneario, ya que su objetivo es beber todo lo que puedan y, si pueden, hacerlo
directamente del cubo, y meterlos en
situaciones disparatadas en tan singular escenario. El resultado de esto, fue
la película Alemana más taquillera en
mucho tiempo, que desconozco si aún ha sido desbancada. Tal fue el éxito, que
incluso se editó en nuestro país en vhs para alquiler (eso si, un poco de
tapadillo) por la desaparecida Manga Films, y bueno, tampoco causó mucho
revuelo.
Lo curioso es que estos personajes tan ineptos, tan
ingenuos, sin embargo son alcohólicos y hacen, incluso, apología del
alcoholismo, preguntando uno de estos pardillos a una mujer que se declara
abstemia que “Como puede vivir sin alcohol”. Algo políticamente incorrecto, que
los diferencia de sus coetáneos made in USA.
El argumento es más
simple que un tebeo. Los dos idiotas consiguen, tirados de precio, dos billetes
de avión para Mallorca, y una vez allí, cometen mil y una torpezas y se meten
en mil y un líos. Así de simple y de sencillo.
La película es lo más tonto que te puedes echar a los ojos,
y básicamente se trata de una sucesión de situaciones supuestamente graciosas,
que en realidad no lo son… y ahí radica la gracia precisamente. Esto la
convierte en una película especial, una película que desde el día que la vi la
tengo especial cariño, porque de tan poco graciosa que es, al final resulta la
película más graciosa del mundo. Es como aquello de “Tan malas que son buenas”.
Esto sería “Tan poco graciosa que es graciosísima”. De hecho, hay una escena
tontísima, que es con la que más me he reído en mi vida. Ataques de risa de los
de llorar lagrimones, que no suelen compartir aquellas personas a las que,
entusiasmado, les pongo dicha escena. Los
dos guiris protas, se ponen a currar como chicos para todo en un restaurante
que además ofrece actuaciones. En una de estas, el Bailaor Antonio de Cordoba,
les pide a los retarders que les limpien las botas ya que vienen a verle unos
productores de Madrid y es muy importante para el esa actuación. A los guiris
les cae muy bien este tipo y deciden esmerarse en su trabajo, con lo que le
abren una tapa de las botas para sacarle una chinita, y después la clavan con
chinchetas. A la hora de actuar, este, al pegar un salto y aterrizar con el pie
en el suelo, se clava las chinchetas y grita desesperado, creyendo los
productores que se trata su cante flamenco. El tío sigue su actuación entre
gritos y chorretones de sangre, hasta que al final a los tipos le contratan. Ya,
ya se que no tiene la más mínima gracia, que es imprevisible, y que así contado
no produce ningún efecto, pero vista esta escena, a mí me resulta lo más
gracioso que he visto nunca. En serio lo digo.
Huelga decir, que tras la descripción de esta escena, queda
patente que todos los tópicos de los españoles aparecen, sin vergüenza ninguna,
en la película.
El resto de la película es igualmente tonta, pero funciona…
no hay ni un solo chiste bueno, toneladas de escatología y un humor que solo
haría gracia a los retrasados mentales. Y a mí me hace mucha gracia, así que
cuando el río suena…
Los dos actores protagonistas siguieron repitiendo con sus
personajes, sobretodo en televisión, además de ser actores Alemanes populares y
reputados. De hecho, Tom Gerhardt es uno de los zombies de “Resident Evil 2:
Apocalipsis”.
Su director, Gernot Roll, continua haciendo películas del
mismo corte donde destaca otra para lucimiento, esta vez en solitario, de Hilmi
Sozer, cuyo título es “Pura vida Ibiza”. Esta ya no resultó tan rentable. Me
muero por verla.
Y el año pasado, volvió a juntar a los cómicos para rodar la
película “Die Super Bullen”, donde interpretan a los mismo personajes, esta vez
trabajando como guardias de seguridad… pero por estas tierras no ha vuelto a
haber ni rastro de estos cómicos, ni de sus películas, ni de nada. Aunque estoy seguro que ninguna de ellas es
tan buena como “Balneario 6”.
Victor Olid