Antes de que Vince Vaungh fuera lanzado como como actor cómico, se especializó en papeles de tipo duro, casi galán, canalla y seductor, que no llegó a cuajar, máxime, cuando pasados los 30, empezó a acumular kilos y pasó de ser un guaperas a ser un cachondo línea Bill Murray.
Pues de esa etápa previa es la película "Estafadores" que pasó, más o menos, sin pena ni gloria por las salas, resulta ser una excelente película.
Además, el título español, nunca fue mejor traído ya que "The Prime Gig" en su versión original, no es una pelicula sobre estafadores, si no, sobre agentes comerciales, que para el caso...
Ahí les dejo los Fotocromos. Atentos a la chapuza con los que son verticales.
miércoles, 30 de marzo de 2016
lunes, 28 de marzo de 2016
SANKY PANKY 2: OBJETIVO ITALIA
Resulta que “Sanky Panky” fue el gran éxito del cine dominicano, la película más taquillera de aquella reciente –y exótica-
cinematografía. Y como en toda industria, emergente o no, lo que prima es la
taquilla. A los responsables se les ocurrió realizar una secuela, para ver si
se repetía el bombazo. Así pues, la producción se puso en marcha con el fin de
estrenar la película en 2009. Pero por
desavenencias de los actores protagonistas y los irrisorios guiones, la
película no llegó a fraguarse hasta
2013, y todo ello tras haber recibido el guión hasta 8 reescrituras distintas.
El actor principal, Fausto Mata, tuvo que cumplir el contrato a pesar de no
querer participar en la película, por lo que se le acusa de estar actuando en
esta a desgana. Yo no noto diferencia con su actuación en la primera parte.
Ahora, si el guion resultante es el dado por bueno después de las siete
versiones previas, no quiero ni imaginarme como sería el primero, y entiendo
que Fausto Mata no quisiera participar en esta película.
En “Sanky Panky 2”, se sigue jugando con la idea de que el
Dominicano medio, para prosperar un poco, lo único a lo que puede aferrarse es
a la prostitución, al hecho de pegar el
braguetazo con alguna mujer Europea o Norte Americana, que les saque de la miseria
en la que están inmersos –lo que deja la dignidad, al menos de los personajes,
por los suelos-. Así que nuestro
protagonista sigue trabajando en el resort, a la espera de trincar una
extranjera rica. En una de estas, que el director del resort le indica que
tendrá que hacer las veces de asistente de un cliente muy importante,
Italo-latino, que está de vacaciones con su familia y de él depende su futuro.
Este le encomienda los cuidados de su mujer, hijas y suegra, advirtiéndole que
deberá cuidarlas al máximo, acarreando él con las consecuencias si les
ocurriera algo. En realidad lo que pasa
es que quiere, con oscuros fines, quitarse de encima a la suegra, y nada mejor
para conseguirlo que la ineptitud de nuestro protagonista.
Pues con “Sanky Panky 2” pasa lo mismo que pasa con todas
las películas de cualquier cinematografía emergente; que una vez descubiertas,
lo que viene después deja de sorprendernos, porque una vez superado lo exótico,
estamos ante un producto mediocre.
A eso hay que añadirle que la película no tiene la gracia
que pudiera tener el primer “Sanky Panky” y que al final, no deja de ser una
mala repetición de aquella. Mejor dicho, una muy mala repetición de aquella.
Además hay que añadirle unos numeritos musicales de insoportable música caribeña,
que no vienen en absoluto a cuento. En definitiva, una mierda de película.
Sin embargo, el público Dominicano esperaba esta película
con ganas, de hecho, se coparon todas las salas de cine de la Republica
Dominicana, batiendo el record de taquilla con una producción propia. Algunos
multicines proyectaron la película en el 90% de sus salas, y se convirtió en la película más taquillera
del a historia del cine dominicano, siendo además la primera película que se
exporta, estrenándose en cines de Puerto Rico. Lo que está muy bien.
Pero, a nivel espectador –espectador inquieto, se entiende-,
yo creo que ya muy poco tiene que ofrecerme el cine Dominicano, más allá de la
fascinación que me provocó el
descubrirlo, y el saber que es una nueva cinematografía que nace en
consecuencia de la era digital. No obstante, me asomaré a la ventana, de cuando
en cuando, a echar un ojo.
En esta ocasión sigue
dirigiendo José Enrique Pintor.
Victor Olid
domingo, 27 de marzo de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "SERPIENTE DE MAR"
Hoy recuperamos los fotocromos de una auténtica joya del trash made in España, "Serpiente de mar", la tardía e inexplicable -por el simple hecho de existir- película de monstruos anémicos rodada con el presupuesto que Spielberg gasta en toallitas perfumadas. Amando De Ossorio (oculto según donde tras el alias de ¡¡Gregory Greens!!) dejó de lado a sus afamados templarios y los cambió por un bicharraco de graznidos lastimeros. El pifostio, que además cuenta con un Ray Milland en las últimas (y un León Klimovsky que no le queda lejos), fue despedazado by el menda en las páginas de nuestro "pest seller" y por Víctor himself in da blog.
En cualquier caso, los fotocromos no defraudan (y parecen completos): Incorporan imágenes del monstruo, así como las muecas de Milland y Timothy Bottoms pensando aquello de "¿Pero qué cojones hago yo aquí?" (que es lo que debe pensar el prestamista fotocromil Alex Gardés cada vez que ve su nombre en estas entradas).
En cualquier caso, los fotocromos no defraudan (y parecen completos): Incorporan imágenes del monstruo, así como las muecas de Milland y Timothy Bottoms pensando aquello de "¿Pero qué cojones hago yo aquí?" (que es lo que debe pensar el prestamista fotocromil Alex Gardés cada vez que ve su nombre en estas entradas).
Naxo Fiol
viernes, 25 de marzo de 2016
HISTORIAS DE AMOR Y MASACRE
“Historias de amor y masacre” tiene el honor de ser la
primera película de animación destinada al público adulto, realizada en España.
La cosa no podía ser más acertadaza que se trataba de juntar
a los mejores historietistas de la revista satírica “El Papus” –que luego
veríamos durante años en otra revista
satírica que se ha convertido en la actualidad en una moñada como es “El
Jueves”- y hacerles hacer un corto animado a cada uno a su estilo. Así,
dirigidos por Jordi Amorós, más conocido en su faceta como dibujante de cómics
como “Ja”, tenemos un largometraje compuesto por cortometrajes cuyas
paternidades corresponden nada menos que a Gila, Chummy Chumez, Fer, Ivá,
Óscar, El Perich o el propio Ja.
A esa colección de cortos animados, hay que sumarle la intervención
como maestro de ceremonias a Manuel Vázquez, que como si se de Walt Disney se
tratase, nos presenta la colección de cortos que vamos a ver. Doblado de pena,
y con un look de la más peculiar -camiseta de tirantes ceñida, marcando
barrigón y pantalones de vestir y zapatos- Vázquez protagoniza otra de sus
escuetas intervenciones en el cine.
Y la película, más allá de la curiosidad que siempre
provocan estos productos, la verdad es que no me funcionó en absoluto. Y es que
el cómic satírico no es un buen material para adaptar al cine. Además que estas
animaciones beben directamente de las viñetas, nos da el mismo tipo de humor a
tempo de cómic, literalmente hablando –cosa por otro lado absolutamente normal
si tenemos en cuenta a sus artífices que son historietistas, ni animadores, ni
cineastas- entonces el resultado se resiente un poco. Cierto que alguno de los
cortometrajes funciona, pero a rasgos generales la película entera es tosca,
aburrida y lenta.
Cuando la película se estrenó en cine fue un fracaso
congregando poco más de 18.000 espectadores a las salas. Los productores achacan este fracaso al
exotismo del producto, una película de dibujos animados para adultos no del
todo erótica, ni crítica socialmente, no encontró su público en una época en la
que se imponía el cine “S” y las cosas un poco más picantes. Tampoco tuvo la
distribución deseada allá en 1979.
Tampoco las televisiones mostraron mucho interés, y en definitiva, se
trata de una cinta que ha pasado bastante inadvertida con el paso de los años.
Y aunque expertos en cine de animación y en coleccionismo
del mismo la consideran una rareza, una joya dentro de la animación de nuestro
país, lo cierto es que mi teoría es que esta película no funcionó y siempre fue
escasa de interés, porque en realidad es una mala película. Que si, que quienes
la hicieron puede que sea histórico, pero no. Ni la animación es buena, ni las
historias están sembradas. Eso si –y como digo siempre- para saciar la
curiosidad y como pieza extraña que coleccionar, nos vale y nos sobra.
A parte de sus ediciones de la época durante la era dorada
del vídeo club, en dvd existen dos ediciones; una infecta que sacó DVDSpain
hace unos años, y la que viene incluida dentro de un excelente –e interesante-
pack de Cameo titulado “Del trazo al Píxel” y que recopila lo más granado, raro
y curioso de la animación española, que incluye esta película remasterizada y
en todo su esplendor, así como piezas animadas de pioneros como Segundo de
Chomon, o José Escobar, el papá de “Zipi y Zape” que también fue una pieza
clave de la animación española, allá en los años 40.
Victor Olid
jueves, 24 de marzo de 2016
LUCIO FULCI: AUTOPSIA DE UN CINEASTA
Si decidí comprar (¡sí, comprar!) el libro que Javi(er) Pueyo ha dedicado a Lucio Fulci fue por tres motivos. Uno, previamente él había adquirido “Cómo NO hacer un cortometraje” y me sentía moralmente obligado. Dos, entre sus páginas se incluye un cita a mi inmunda persona en relación a la reseña de "Aenigma" publicada en este mismo sacrosanto blog. Y tres, el tema me interesaba razonablemente. Imagínense que Pueyo hubiese firmado un libro sobre… no sé…. David Trueba, Alejandro González Iñárritu o alguien igual de despreciable… ¡habría tenido un serio problema!. Pero me gusta creer que nunca haría algo semejante y que, él como yo, prefiere a los viejos exploiters italianos. Y es que para mi Lucio Fulci siempre ha encajado en la etiqueta con contundente perfección. No olvidemos que su película más famosa es, en versión original, una secuela pirata de otro film de éxito.
Nunca me he tomado muy en serio a Fulci. Y tampoco a aquellos que le consideran un maestro, un genio, y le rebozan continuamente en intelectualismos baratos o nobles referencias. ¿Que si Pueyo comete tan irritante error?, no. Cierto que ocasionalmente se deja cegar un poco (¿¿¿buena "Murder Rock"???), pero nunca llega a resultar demasiado ofensivo ni cargante. En realidad la mayor parte de las veces que eso pasa se debe a citas ajenas (no cuenta aquí su opinión más que favorable respecto a esta mierda).
Naturalmente son las partes dedicadas a las películas de terror más legendarias del cineasta lo realmente interesante y adictivo del tochito/repaso. Y aunque Pueyo parece encabezonado en aclararnos que la obra del italiano va más allá de.... ¡"El más allá"!, o de "Miedo en la ciudad de los muertos vivientes", es en los textos dedicados a estas cuando le vemos disfrutar regodeándose en los detalles escabrosos, algo que agradecí. No cada día alguien que escribe un libro sobre la obra de un director de cine se centra con placer y saña en describir las secuencias más sangrientas con el mismo entusiasmo que cualquier aficionado medio, lo que corrobora aquello de que el autor es, en mayor o menor medida, un igual. Y mola.
En el lado malo, quizás la parte que menos me ha gustado es la que habla de la influencia que Fulci ha ejercido en otros (incluso aunque ronde Vial of Delicatessens por ahí), me pareció arbitraria e incompleta. Varias de las micro-escenas en las que el director de "Nueva York bajo el terror de los zombi" dejó más huella fueron el "backyard horror" yankee, el germano (no todo se queda en Schnaas y sus insufribles zombies) y un cierto ¿underground?, todas ellas vilmente ignoradas. Tampoco me parece justo que cuando toca hablar de lo mucho que Fulci tomaba nota de Dario Argento, la cosa se limite al giallo. Ni por el forro, el asunto era bastante más extenso. Lo del perro lazarillo atacando a su dueña de "El más allá" lo vimos antes en "Suspiria". También ahí teníamos una lluvia de gusanos, como la de "Miedo en la ciudad de los muertos vivientes"... y seguramente de seguir investigando localizaríamos más sospechosos parecidos, pero no hay ganas.
El libro se completa con entrevistas a gente que en algún momento de su carrera artística se cruzaron con Lucio Fulci. Tenemos al fragassado de Claudio, por ejemplo. Aunque mi favorita es la última de todas, Batrice Ring, actriz en la temible "Zombi 3". A diferencia del resto de entrevistados, la chica se dedica a poner verde no ya al cineasta, más bien a toda la industria del horror italiano de bajo coste, por sus precariedades y, sobre todo, el trato inhumano. Algo que me creo a pie juntillas a pesar de que canta a la legua la antipatía que la actriz gasta para con el género. Y también el que anda un poco amargada. Pero una cosa no quita la otra, nunca he dudado que los Fulcis, Lenzis, Castellaris y Massaccesis del mundo serían todos unos hijos de puta tiránicos, algo extensible a buena parte de nuestros propios estetas del fantastique setentero (e incluyo aquí a tío Jess) y al exploitation planetario en general, y leer tales declaraciones me hizo sentir incluso aliviado. En este país de retrasados, y concretamente entre el fandom, los fanzines y libros monográficos, no abunda la crítica, en cambio lamidas de culo descontroladas las hay para dar y regalar. Que Javier Pueyo cierre su recomendable, intrascendente (positivamente hablando), honesta y agradabla obra con ella da que pensar. ¿Casualidad?, ¿velada denuncia del propio autor en un intento de rebajar la pátina de absurdo prestigio que acompaña a toda esta peña?.... en fin, dejen que así lo crea, me hace mucho más feliz.
Nunca me he tomado muy en serio a Fulci. Y tampoco a aquellos que le consideran un maestro, un genio, y le rebozan continuamente en intelectualismos baratos o nobles referencias. ¿Que si Pueyo comete tan irritante error?, no. Cierto que ocasionalmente se deja cegar un poco (¿¿¿buena "Murder Rock"???), pero nunca llega a resultar demasiado ofensivo ni cargante. En realidad la mayor parte de las veces que eso pasa se debe a citas ajenas (no cuenta aquí su opinión más que favorable respecto a esta mierda).
Naturalmente son las partes dedicadas a las películas de terror más legendarias del cineasta lo realmente interesante y adictivo del tochito/repaso. Y aunque Pueyo parece encabezonado en aclararnos que la obra del italiano va más allá de.... ¡"El más allá"!, o de "Miedo en la ciudad de los muertos vivientes", es en los textos dedicados a estas cuando le vemos disfrutar regodeándose en los detalles escabrosos, algo que agradecí. No cada día alguien que escribe un libro sobre la obra de un director de cine se centra con placer y saña en describir las secuencias más sangrientas con el mismo entusiasmo que cualquier aficionado medio, lo que corrobora aquello de que el autor es, en mayor o menor medida, un igual. Y mola.
En el lado malo, quizás la parte que menos me ha gustado es la que habla de la influencia que Fulci ha ejercido en otros (incluso aunque ronde Vial of Delicatessens por ahí), me pareció arbitraria e incompleta. Varias de las micro-escenas en las que el director de "Nueva York bajo el terror de los zombi" dejó más huella fueron el "backyard horror" yankee, el germano (no todo se queda en Schnaas y sus insufribles zombies) y un cierto ¿underground?, todas ellas vilmente ignoradas. Tampoco me parece justo que cuando toca hablar de lo mucho que Fulci tomaba nota de Dario Argento, la cosa se limite al giallo. Ni por el forro, el asunto era bastante más extenso. Lo del perro lazarillo atacando a su dueña de "El más allá" lo vimos antes en "Suspiria". También ahí teníamos una lluvia de gusanos, como la de "Miedo en la ciudad de los muertos vivientes"... y seguramente de seguir investigando localizaríamos más sospechosos parecidos, pero no hay ganas.
El libro se completa con entrevistas a gente que en algún momento de su carrera artística se cruzaron con Lucio Fulci. Tenemos al fragassado de Claudio, por ejemplo. Aunque mi favorita es la última de todas, Batrice Ring, actriz en la temible "Zombi 3". A diferencia del resto de entrevistados, la chica se dedica a poner verde no ya al cineasta, más bien a toda la industria del horror italiano de bajo coste, por sus precariedades y, sobre todo, el trato inhumano. Algo que me creo a pie juntillas a pesar de que canta a la legua la antipatía que la actriz gasta para con el género. Y también el que anda un poco amargada. Pero una cosa no quita la otra, nunca he dudado que los Fulcis, Lenzis, Castellaris y Massaccesis del mundo serían todos unos hijos de puta tiránicos, algo extensible a buena parte de nuestros propios estetas del fantastique setentero (e incluyo aquí a tío Jess) y al exploitation planetario en general, y leer tales declaraciones me hizo sentir incluso aliviado. En este país de retrasados, y concretamente entre el fandom, los fanzines y libros monográficos, no abunda la crítica, en cambio lamidas de culo descontroladas las hay para dar y regalar. Que Javier Pueyo cierre su recomendable, intrascendente (positivamente hablando), honesta y agradabla obra con ella da que pensar. ¿Casualidad?, ¿velada denuncia del propio autor en un intento de rebajar la pátina de absurdo prestigio que acompaña a toda esta peña?.... en fin, dejen que así lo crea, me hace mucho más feliz.
Naxo Fiol
miércoles, 23 de marzo de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "CONAN EL BÁRBARO"
No soy muy de Conan, la verdad. Y en todo caso me haría más gracia "Conan el Destructor" que esta. Además estoy vago...
Así que, sin más...
Así que, sin más...
Victor Olid
lunes, 21 de marzo de 2016
DE HOMBRE A HOMBRE
La transición, los ochenta, fueron sin duda una buena época
para el cine español. Una época dónde lo que se imponía en el cine era la
comedia porque, de siempre, y hasta los noventa, era lo que se nos daba bien en
este país.
Por un lado teníamos a Mariano Ozores, Pajares y Esteso, llevando a millones de espectadores, al pueblo llano, a las salas a la vez que
“El nuevo cine Español” capitaneado por Colomo y demás, se abría paso a codazos
con sus aires progresistas y culturetas, mirando por encima del hombro ese cine
populachero y comercial pero, ni por asomo, llegando a las cuotas de pantalla
como si llegaban las comedias de Ozores –y clones- .
Sin embargo, entre medias, había otro tipo de comedia muy de
los 80 que no dejaban ni un duro en pantalla, pero que eran verdaderamente
entretenidas, e incluso, si buscamos bien, superiores a muchas de ambos
subgéneros imperantes antes nombrados.
Películas como “La Miel” de Pedró Masó, “El poderoso influjo
de la Luna” de Antonio del Real, entrarían junto con esta “De hombre a hombre”
dentro de ese subgénero mediano.
Y quizás como consecuencia del éxito de aquellas películas
protagonizadas por el niño Lolo García –y en particular la títulada “Dos y dos,
cinco”, pese a que no fue un taquillazo- Tito Fernández se dirige un
guion de Joaquín Oristell, en el que se le coloca como compañero de tropelías
de Fernando Fernán Gómez, al niño Jorge Nogera, ni la mitad de guapo, salao y
gracioso que Lolo García y se cuenta la historia de un anciano que ante la
irremediable decisión de sus familiares de meterle en el asilo, decide fugarse
y vivir de ocupa en Galerías Preciados de Madrid (lo que ahora es la Fnac). Por
otro lado, como sus papás curran demasiado y parece que no le hacen mucho caso,
decide escaparse cuando le llevan de compras a dichos almacenes comerciales,
quedandonse dentro del edificio y entablando amistad con el anciano. Un grupo
de carteristas capitaneado por Fernando Conde –el tercero de “Martes y 13” que
tenía un gracejo increíble y que no tuvo suerte en el cine tras su salida del
grupo cómico. Demasiado encasillado, quizás- y un Súper Héroe llamado Silvestre
Tex, serán parte importante de una trama en la que el niño protagonista, acaba
siendo secuestrado.
Lejos de ser cine infantil ya que está destinada a un
público meramente adulto, si que formaría parte de ese subgénero tan de la
época al que llamaremos “pelis de niño con viejo” al que también se
adscribiría, por ejemplo “Mi amigo el Vagabundo” de Jacinto Molina.
Se trata de una película muy agradable y entretenida, que al
contrario que sus coetáneas, apenas congregó 40.00 espectadores a las salas,
que hace pensar, como si de un abuelo cebolleta me tratase, que los ochenta
fueron unos años de gran creatividad que dio a nuestra cinematografía un tipo
de cine único, que jamás volveremos a ver. Y es que lo de ahora… pues como que
ni de forma, ni de modo.
Victor Olid
domingo, 20 de marzo de 2016
LOS FOTOCROMOS (Y LA CARATULA DEL VHS) DE "INFRAMAN, EL DEFENSOR DEL MUNDO"
Aún recuerdo cuando me encontré cara a cara con "Inframan" en el video-club. Ya entonces tenía plena conciencia del cine trash y sus pecaminosos encantos, de un modo un tanto verde aún, pero ahí estaba, palpitando en mi castigado cerebelo. Y aquella popular producción de los afamados Shaw Brothers tenía toda la pinta de ser una joya perfectamente ajustada a la etiqueta. La alquilé raudo y me la llevé a casa atacado por el ansia y el deseo de penetrar a mi reproductor con ella.
Contribuyó un tanto al placer cinéfago el que la copia del film estaba hecha trizas. Y no me refiero a la cinta, me refiero al propio negativo. Los rayotes y la suciedad abundaban por doquier, cosa que me ponía palote pues incrementaba la sensación de estar ante algo genuinamente exótico, extraño, ignoto y alienígena. Sin embargo, reconozco que "Inframan" no cumplió con mis expectativas. Y no es que esperara más, porque la peli va repleta de los ingredientes necesarios: un súper-héroe hortera como él solo soltando patadas y puñetazos a un puñado de monstruos de ridículo y notable artificial aspecto. Diálogos chorrantes de tebeo barato. Trama más simple y básica que el texto del dorso de una caja de cerillas. Y un ritmo salvaje y demencial, tanto como para terminar incluso induciéndote al bostezo. Pero, simplemente, me dejó algo frío. No hubo sorpresas, era exactamente lo que esperaba.
Con todo, la copié de vídeo a vídeo y, años después, la mandé digitalizar a un amigo. Esta misma copia es la que visioné hace unas noches con el fin de escribir el presente texto, a sabiendas de que conservaría el mal estado del celuloide que tanto me gustó en su momento.
Consumada hoy, en unos tiempos en que esta clase de material está más que digerido y asentado, me pareció simplemente simpática de ver, entrañable a su modo y con momentos de pura vergüenza ajena... pero en ningún momento me entraron ganas de pillarme una edición remasterizada en blu-ray con extras a punta pala y pelos del coño de la actriz protagonista servidos en un sobrecito. Tanto no.
Lo más que puede ofrecer "Inframan", además de descojono y ridiculez al cubo, es color. ¡Mucho color!, comenzando por ese traje superheróico bien rojo que duele a los ojos. Algo que queda perfectamente retratado en los deliciosos fotocromos que les dejamos a continuación. Incompletos, sí, pero también están incompletas las personalidades de todos ustedes y no por ello vamos a dejar de tratarles bien. Tan bien como nos trata a nosotros el infrahombre de Sitges (y cuidao, que allí abundan por doquier), Alex Gardés, que es quien me los cedió y a quien, desde aquí, desde este lado del planeta, le digo "Gracias!!, you are my hero!"
En esta el científico parece comerle la oreja a "Inframan" contándole en qué
consiste la amenaza marciana a la que debe combatir....
Contribuyó un tanto al placer cinéfago el que la copia del film estaba hecha trizas. Y no me refiero a la cinta, me refiero al propio negativo. Los rayotes y la suciedad abundaban por doquier, cosa que me ponía palote pues incrementaba la sensación de estar ante algo genuinamente exótico, extraño, ignoto y alienígena. Sin embargo, reconozco que "Inframan" no cumplió con mis expectativas. Y no es que esperara más, porque la peli va repleta de los ingredientes necesarios: un súper-héroe hortera como él solo soltando patadas y puñetazos a un puñado de monstruos de ridículo y notable artificial aspecto. Diálogos chorrantes de tebeo barato. Trama más simple y básica que el texto del dorso de una caja de cerillas. Y un ritmo salvaje y demencial, tanto como para terminar incluso induciéndote al bostezo. Pero, simplemente, me dejó algo frío. No hubo sorpresas, era exactamente lo que esperaba.
Con todo, la copié de vídeo a vídeo y, años después, la mandé digitalizar a un amigo. Esta misma copia es la que visioné hace unas noches con el fin de escribir el presente texto, a sabiendas de que conservaría el mal estado del celuloide que tanto me gustó en su momento.
Consumada hoy, en unos tiempos en que esta clase de material está más que digerido y asentado, me pareció simplemente simpática de ver, entrañable a su modo y con momentos de pura vergüenza ajena... pero en ningún momento me entraron ganas de pillarme una edición remasterizada en blu-ray con extras a punta pala y pelos del coño de la actriz protagonista servidos en un sobrecito. Tanto no.
Lo más que puede ofrecer "Inframan", además de descojono y ridiculez al cubo, es color. ¡Mucho color!, comenzando por ese traje superheróico bien rojo que duele a los ojos. Algo que queda perfectamente retratado en los deliciosos fotocromos que les dejamos a continuación. Incompletos, sí, pero también están incompletas las personalidades de todos ustedes y no por ello vamos a dejar de tratarles bien. Tan bien como nos trata a nosotros el infrahombre de Sitges (y cuidao, que allí abundan por doquier), Alex Gardés, que es quien me los cedió y a quien, desde aquí, desde este lado del planeta, le digo "Gracias!!, you are my hero!"
El par de imágenes que siguen me encantan porque van consecutivas.
En esta el científico parece comerle la oreja a "Inframan" contándole en qué
consiste la amenaza marciana a la que debe combatir....
Y en esta el superhéroe parece decir "Estoy listo!", pero la mirada del científico,
así de refilón, suena más a "¡Pringao!".
¡Qué gracioso!.
así de refilón, suena más a "¡Pringao!".
¡Qué gracioso!.
Naxo Fiol
miércoles, 16 de marzo de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "TRAS LA PISTA DE LA PANTERA ROSA"
El único valor que tiene esta, la septima entrega de la saga de "La Pantera Rosa" (octava si contamos la no oficial), está en que es una película al servicio de las gracias de Peter Sellers, sin Peter Sellers. Porque hacía poco que había fallecido, y los productores, en un afán de hacer crecer la gallina de los huevos de oro, encargaron a Blake Edwards una nueva película en la que reaprovechar viejas tomas de archivo descartadas de las anteriores películas de la saga. Rodaron un nexo de unión para las mismas que se desarrolla sin ninguna coherencia, y listo, a estrenar. El resultado de mierda, se saldó con un fracaso en taquilla estrepitoso, pero también con una película que no deja de ser una curiosidad, precisamente por esto que cuento.
Sin más, ¡Sus fotocromers!
Sin más, ¡Sus fotocromers!
Victor Olid