El próximo día 31 es Halloween, festividad a la que no tenemos ninguna manía en "Aquí Vale Todo" (y que pensamos puede convivir perfectamente con la propia). Por ello, esta semanita se la vamos a dedicar estrictamente al género del terror y aledaños, comenzando hoy Lunes con todo un clásico... aunque en vertiente "povera".
Siempre me ha escamado que se incluya la saga de "Pesadilla en Elm Street" en la etiqueta de "slasher" junto a "Viernes 13" o "Scream". Para nada creo yo que encaje, por su generoso elemento sobrenatural y, sobre todo, su asesino, un personaje excesivo y charlatán carente de toda áurea inquietante. Sin embargo, sí hubo una ocasión en la que Freddy Krueger estuvo cerca de considerarse "slasher" y fue en el primer capítulo de la serie de televisión "Las pesadillas de Freddy", lógicamente esputada a partir de su gran éxito.
Al narrar el origen del personaje, antes de su paso a sueñilandia, tenemos un Freddy con toda la carne pegada a los huesos y que mata en el mundo físico, agazapándose en la oscuridad para atacar. A mi, toda esta parte, me encaja perfectamente en los parámetros del cine de acuchillamientos. Pero claro, luego vienen los padres de las víctimas que, enfadados al ver al de las garras librarse de la silla eléctrica, corren hasta su guarida y le prenden fuego. Entonces sí, de ahí pasamos a terreno conocido (externo ya al del "slasher" puro). Los sueños, las visiones surrealistas y un Freddy bocazas e irritante que se toma la revancha.
De este modo, lo que queda es una especie de versión condensada y extremadamente sosa de una típica peli de "Pesadilla en Elm Street". Los elementos truculentos brillan por su ausencia, siendo una época en la que aún no se permitía mostrar sexo y violencia en la caja tonta.
Dirige Tobe Hooper ¿Se imaginan lo que, en otras circunstancias, habría significado que el responsable de "La matanza de Texas" firmara un capítulo de la serie de Freddy Krueger? ¿Sensacional, verdad?. Pues no. El hombre se aburre tanto con la materia, que nos contagia. Y lo que son 45 minutos de duración parecen alcanzar dos horas interminables. Una pena. Y un mal arranque para una serie que, en un principio, pretendía comerme entera e ir comentando capítulo a capítulo. Pero, ciertamente, resultó una experiencia tortuosa. Terrible. No es que fuese mala, más bien lo siguiente. Es horrorosa y todos los episodios, durando esos 45 minutos, se hacen eternos. Tanto aquellos que incluyen a Freddy en la trama (y que se aferran exactamente a la misma premisa: Personaje -normalmente adolescente- sufre las torturas "light" por parte del de las garras a base de surrealismo, situaciones extrañas, ridículas y terriblemente cansinas) como los que únicamente le otorgan el cargo de "host" (igualmente insufribles).
Es cierto que eventualmente encontramos rostros curiosos (Lar "Viernes 13 - 7" Park-Lincoln, Lori Petty, Jill Whitlow, Diane Franklin, George Lazenby, Bill Moseley, Jeffrey Combs, William Butler, Dick Miller, Charles Cyphers, Tracey Walter, Wings Hauser, Sandahl Bergman, John DiSanti y Brad Pitt!!) o firmas igualmente curiosas (Tom "Viernes 13 - 6ª parte" McLoughlin, Mick Garris, Ken Wiederhorn, Tom DeSimone, John Lafia, Dwight H. Little, William Malone), pero no sirve absolutamente de nada. Supongo que las prisas por realizar el producto y agenciarse unos cuantos milloncejos más les pasaron factura a los de "New Line". Por eso he decidido olvidar mi intención inicial de reseñar todos los capítulos limitándome, en plan testimonial, al primero (básicamente porque trata el origen de Freddy).
Mal, mu mal, totalmente desaprovechada.