Mike Birliglia, cómico de micro de corte menos arrogante y lujoso que muchos de sus coetáneos, lejos de llenar estadios se mueve por pequeños locales de la escena off-Broadway y es el cómico predilecto del público intelectual.
En 2008, estrena en el Bleeckbet Streer Theather de Nueva York el espectáculo “Sleepwalk with me”, una mezcla de stand up y teatro que supone un éxito de crítica, llegando a escribirse sobre el show, que era, sencillamente, perfecto.
Birbiglia, en un alarde de egomanía de 10 dólares, y jugando sobre seguro, e inspirándose en su show, escribe el libro “Sleepwalk with me & Other Painfully True Stories” convirtiéndose en un best seller, y ya el siguiente paso, naturalmente, era hacer la película. Una pequeña película independiente cuyo tema central, siendo además de las pocas que lo abordan en profundidad, es la comedia stand up.
Estrenada en el festival de Sundance de 2012, “Sleepwalk With Me”, que desde que era show en las tablas cuenta la historia del propio Mike Birbiglia, narra sus visicitudes como cómico —y lo mucho que cuesta el vivir de algo tan minoritario como es el la comedia de micro—, sus relaciones personales, y su problema con la conciliación del sueño que le vuelve un sonámbulo recalcitrante, todo ello con un tufillo melodramático que, quizás, se pasa en el sentido de querer parecer en exceso realista. Esto implica que el resultado, como la vida real, sea un tanto aburrido. Sin embargo, los números stand up filmados están bien, y, sobretodo, rompe con la imagen de comediante millonario, excéntrico y mega-estrella, que dejaron sobre las tablas cómicos tan célebres como Richard Pryor, Eddie Murphy o Andrew Dice Clay, por poner unos pocos ejemplos.
Un cómico de stand up por norma general no es una estrella, no es multimillonario y suele ser una persona normal con problemas normales, es lo que quiere hacernos ver Mike Birbiglia con su película, que no solo interpreta, sino que también dirige junto a Seth Barry.
Por supuesto, no se si honestamente, o por ser una película meramente independiente con todos sus tópicos y clichés, la crítica se rindió a sus pies y alabó las bondades de Birbiglia, que en realidad, y salvo porque se trata de una película genuina sobre la comedia de micro que aborda el tema honestamente, la verdad es que la película es un verdadero coñazo.
En el reparto destaca una breve intervención, sin acreditar, de una de las nuevas reinas de la comedia americana, Amy Schumer, que prácticamente pasa inadvertida.
Tras el relativo éxito de la película, Birbiglia, continúa con su labor como comediante, apareciendo en toda suerte de películas. Como director, además de un par de cortos, ha rodado también “Don’t Think Twice”, también centrada en el mundo del stand up y sobre los miembros residentes del famoso local de comedia Improv situado en Nueva York y cantera de lo más florido de los cómicos emergentes, convirtiéndose así en el director estandarte de las stand up movies para público de hocico fino, aunque estas sean aburridas, sosas e irrelevantes para el gran público. Como fuere, está claro que Mike Birbiglia ama la comedia de micro.
En 2008, estrena en el Bleeckbet Streer Theather de Nueva York el espectáculo “Sleepwalk with me”, una mezcla de stand up y teatro que supone un éxito de crítica, llegando a escribirse sobre el show, que era, sencillamente, perfecto.
Birbiglia, en un alarde de egomanía de 10 dólares, y jugando sobre seguro, e inspirándose en su show, escribe el libro “Sleepwalk with me & Other Painfully True Stories” convirtiéndose en un best seller, y ya el siguiente paso, naturalmente, era hacer la película. Una pequeña película independiente cuyo tema central, siendo además de las pocas que lo abordan en profundidad, es la comedia stand up.
Estrenada en el festival de Sundance de 2012, “Sleepwalk With Me”, que desde que era show en las tablas cuenta la historia del propio Mike Birbiglia, narra sus visicitudes como cómico —y lo mucho que cuesta el vivir de algo tan minoritario como es el la comedia de micro—, sus relaciones personales, y su problema con la conciliación del sueño que le vuelve un sonámbulo recalcitrante, todo ello con un tufillo melodramático que, quizás, se pasa en el sentido de querer parecer en exceso realista. Esto implica que el resultado, como la vida real, sea un tanto aburrido. Sin embargo, los números stand up filmados están bien, y, sobretodo, rompe con la imagen de comediante millonario, excéntrico y mega-estrella, que dejaron sobre las tablas cómicos tan célebres como Richard Pryor, Eddie Murphy o Andrew Dice Clay, por poner unos pocos ejemplos.
Un cómico de stand up por norma general no es una estrella, no es multimillonario y suele ser una persona normal con problemas normales, es lo que quiere hacernos ver Mike Birbiglia con su película, que no solo interpreta, sino que también dirige junto a Seth Barry.
Por supuesto, no se si honestamente, o por ser una película meramente independiente con todos sus tópicos y clichés, la crítica se rindió a sus pies y alabó las bondades de Birbiglia, que en realidad, y salvo porque se trata de una película genuina sobre la comedia de micro que aborda el tema honestamente, la verdad es que la película es un verdadero coñazo.
En el reparto destaca una breve intervención, sin acreditar, de una de las nuevas reinas de la comedia americana, Amy Schumer, que prácticamente pasa inadvertida.
Tras el relativo éxito de la película, Birbiglia, continúa con su labor como comediante, apareciendo en toda suerte de películas. Como director, además de un par de cortos, ha rodado también “Don’t Think Twice”, también centrada en el mundo del stand up y sobre los miembros residentes del famoso local de comedia Improv situado en Nueva York y cantera de lo más florido de los cómicos emergentes, convirtiéndose así en el director estandarte de las stand up movies para público de hocico fino, aunque estas sean aburridas, sosas e irrelevantes para el gran público. Como fuere, está claro que Mike Birbiglia ama la comedia de micro.
Con todo, acercarse a este micro-universo fílmico para minorías selectas, siempre es interesante… aunque sea con la boca chica y de pasada.