lunes, 29 de octubre de 2007

CAMINO SANGRIENTO (WRONG TURN 2)

El arranque es muy prometedor. Una tipa de buen ver cae en las garras de un par de tipos deformes y, después de que el más joven de estos le arranque la lengua de cuajo, el otro la parte por la mitad, verticalmente, de un contundente y certero hachazo. Y todavía no han acabado de salir los créditos.
Estamos ante la tardía segunda parte de "Km 666" (estrambótico título español), película esta que se ha ido ganando mi cariño a base de visionados, puesto que la primera vez que la vi me pareció de lo más mediocre (tanto he cambiado de parecer que, actualmente, cuento en mi dvdteca con la edición especial y todo). Esta jugaba con ventaja respecto a su continuación. De entrada, fue uno de los primeros films modernos en recuperar y reivindicar la crudeza y fealdad del cine de horror de los 70 (luego llegarían Rob Zombie, "Alta Tensión", "Hostel"... incluso Tarantino) y, además, sus responsables (entre ellos el gran Stan Winston) supieron contar lo de siempre pero de un modo sutilmente distinto, o lo suficientemente bien resuelto como para evitar el aburrimiento (me viene a la cabeza el efectivo suspense de la secuencia en la que los protagonistas intentan escapar de la cabaña de los psicópatas mientras estos dormitan plácidamente). Desde entonces, y hasta "Wrong Turn 2", la fórmula ha sido requetexprimida y, a menos que adornes el resultado con mucho talento (cosa difícil si tenemos en cuenta que estas secuelas se suelen enfocar como productos menores y, por tanto, se los encargan a realizadores novatos o sin mucho que aportar) o, en su defecto, apuestes por toda suerte de excesos, siempre vistosos y resultones, únicamente obtendrás algo rancio, plano y más previsible de lo asumido.
No estamos ante un caso muy distinto al de "Las colinas tienen ojos" de Aja y su continuación "El retorno de los malditos", solo que esta segunda supo montárselo mejor, tomándose a cachondeo a si misma y dejando en la puerta cualquier atisbo de inteligencia (porque, sí, hay que saber valorarlas por lo que son y tomárselas con sentido del humor, a estas alturas pretender que cada nueva peli de terror que se estrene -y más siendo secuelas- sea una obra de arte es de tontos, ¡cojones!). A "Wrong Turn 2" no le ha salido tan bien la jugada, y salvo algunos momentos muy específicos (entre ellos, el mentado hachazo inicial) en general el resultado aburre bastante.
Tampoco es "nueva" la idea de situar la acción durante la grabación de un concurso televisivo de supervivencia, en el cual los participantes deberán pasar toda clase de pruebas en un bosque infestado de lugareños feos y cabreados. Todo ello bajo la supervisión de Henry Rollins en su mejor y más adecuado papel (últimamente el ex cantante de "Black Flag" se deja ver mucho en este tipo de cine, no olvidemos su intervención en la simpática "Feast"). De hecho, su conversión en un especie de "Rambo" improvisado está entre los aciertos de los que hablaba, a los que tenemos que añadir algunas muertes ocurrentes (el hacha clavada en la cabeza de una chica mientras huye y la cámara la sigue de frente, pegada a ella. O el brutal fenecimiento del viejo de la gasolinera, el único verdadero punto de conexión con "Wrong Turn 1"), el orden de las víctimas (no demasiado predecible) y el baño de sangre, en especial al final, cuando entra en escena una monstruosa trituradora de carne.
Sin embargo, y a pesar de lo comentado, la peli no engancha, le falta garra, le falta color (aunque no rojo!) y le falta asumir su condición de refrito/exploitation, cosa esta que, en contadas ocasiones, ayuda mucho.