miércoles, 22 de noviembre de 2017

MÁS FINA QUE LAS GALLINAS

Continúo viendo películas de Jesús Yagüe concediéndole el turno esta vez a “Más fina que las gallinas”.
Solo hace falta ver un par de las comedias alimenticias de Yagüe para darse cuenta que estas vienen siempre acompañadas de un puntito de amargura, e incluso de sordidez, en el sentido de cómo es tratado el sexo en sus películas; Si en “La mujer es cosa de hombres” la protagonista, era mantenida por tres hombres casados con los que se acostaba, en esta, el dinero se lo gana prostituyéndose a la vez que tiene un amante en casa que la colma de regalos. En las dos películas, el rol femenino, está interpretado por MariaLuisa San José. Y lo que quiere Alicia, que es como se llama, es abrir una boutique, por eso necesita el dinero, amén de ser una mujer independiente que no necesita de la ayuda de un hombre para salir adelante. Recuerden que estamos en plena transición…
Por otro lado tenemos a José Sacristán, que también estaba en “La mujer es cosa de hombres” y esta vez da vida a un cura que ha abandonado el clero, y en consecuencia, decide ir a Madrid a visitar a la que fue su novia de la infancia. Cuando este descubre que se está prostituyendo, la cosa se irá enredando, dando piel a un final un tanto ambiguo, que da pie a la libre interpretación, si bien, las miradas de los actores nos pueden dar una idea muy clara de lo que sucede ahí.
Por otro lado tenemos a Fernando Fernán Gómez, que sería el amante con el que a veces vive Alicia, que tampoco es que aporte una presencia memorable, tanto Sacristán como San José, están mejor que él, que se limita a hacer las veces de Fernán Gómez.
También Teresa Gimpera aparece en un papel muy secundario.
Huelga decir que estamos en los momentos previos al boom del destape, y por supuesto, vemos a las bellezas de San José y Gimpera al desnudo.
Esta vez Jesús Yagüe mete mano en el guion, y su dirección, que economiza en planos pero que sale adelante con la velocidad que le otorgan los actores a la acción, como viene siendo habitual en el director, resulta de lo más eficaz. Vamós, que está entretenida.
Sólo porque me ha hecho gracia, transcribo aquí la escueta reseña que le dedicó al film el diario “El País”,  cuando la pasaron por televisión en los 90: “Dantesco entramado de putones, pecadores, alternes y vocaciones frustradas”. Y se queda tan ancho… Pero sí, hay que dejar claro que de todo eso hay en el film.