Ya que la semana pasada colgamos aquí los fotocromos de "Gremlins" no nos queda otra que esta colgar los de "Gremlins 2" de la cual pueden leer en su correspondiente reseña. Hasta que se decidan a hacer o no "Gremlins 3" esto es lo que toca!!!
A disfrutar!!!
miércoles, 30 de diciembre de 2015
martes, 29 de diciembre de 2015
AVT PODCAST (51): ESPECIAL AUTOBOMBO VOL.5
Los más fieles ya lo sabéis, pero los infieles ( y no me refiero a aquellos que sacan el rabo a pasear por infecciosos pabellones del deseo sin consentimiento de su pareja) tienen que saber que en AVT podcast, igual que de vez en cuando nos gusta practicar el onanismo y/o hablar del trabajo de los demás, también tenemos una subsección en la que nos gusta hablar de nuestros trabajos, para ver si así les pica la curiosidad y deciden comprar lo que saca “Vial of Delicatessens”. Tenemos que vender mucho para cubrir nuestros productos, poder continuar sacando más –nuestros y de ustedes si es que tienen algo curioso que ofrecernos- y cumplir los sueños de mucha peña formidablemente creativa, como los del invitado de hoy, Patrick Grau, que se une en matrimonio a nuestro Víctor Olid, para parir lo que, sin duda, es el cómic más gracioso que se puede encontrar en el mercado; “William Chesnut & Ribapolla” en el que mientras que Grau dibuja, Olid escribe los guiones.
Pero para convencerles, tenemos este “Autobombo nº5” que como saben: A) no están obligados a escucharlo y B) si no les gusta, ya saben lo que les toca: ¡JODERSE!
Ahí se lo dejamos, malandrines!!
Pero para convencerles, tenemos este “Autobombo nº5” que como saben: A) no están obligados a escucharlo y B) si no les gusta, ya saben lo que les toca: ¡JODERSE!
Ahí se lo dejamos, malandrines!!
lunes, 28 de diciembre de 2015
A VERY MURRAY CHRISTMAS

Así, Bill Murray en un ejercicio de megalomanía, lo que nos
propone es un “Hollyday Special” –o mejor, una parodia- como los que se hacían
en la televisión americana allá por los años 50, en los que una estrella en alza,
el Bing Crosby de turno nos ofrecía todo tipo de actuaciones de variedades
mientras él cantaba, al piano, libres
versiones de los villancicos populares clásicos americanos. Para que me
entiendan ¿saben los especiales de Navidad de Raphael todas las nochebuenas?
Pues esto es exactamente lo mismo, solo que para la ocasión el anfitrión es
Bill Murray que se pega la machada de cantarse tropecientos villancicos de las
más variopintas maneras, y haciéndose acompañar de amigos del mundo de la
farándula en algunos de ellos. Así, vamos viendo desfilar por la pantalla a
gente, gentuza y gentucilla de la talla de Miley Cyrus, Chris Rock, Paul
Shaffer, Michael Cera, Jason Schwartzman, Maya Rudolph o George Clooney que se
convierte en el principal chiste de la función.
La cosa está en que se introduce una ficción en la que,
debido a una tormenta, Bill Murray y un grupo de personas se quedan encerrados
en el hotel desde donde se emitirá en especial Navidad que el actor pretende
grabar y, ya que están, se lo marcan ahí mismo, off cameras.
Bien, pues una vez satisfecha la curiosidad inicial, y
aunque tampoco se convierte en una cosa
insoportable, la verdad es que ver un especial navideño de Bill Murray, tampoco
es que sea una cosa extremadamente divertida. Es más, a mí me ha resultado
bastante coñazo, y quitando uno o dos gags insertados ahí porque, como es Bill
Murray, tiene que soltar alguna gracieta, resulta bastante poco gracioso y
hasta poco edulcorado, para mi gusto, para tratarse de un producto navideño.
Vamos, que es bastante mierdosillo y no tiene tono navideño, a pesar del
numerito inicial con Miles Cyrus y Clooney, ahí con el fondo blanco en plan
“Blanca Navidad”.
La coherencia llega con los títulos de crédito cuando vemos
que la directora es Sofia Coppola, a la cual se le encarga este vehículo de
lucimiento para su amigo Murray al que ya dirigió en “Lost in traslation”. Que
sabrá esta directora, moderna y pasto del hipsterío más repugnante, sobre un
buen especial de Navidad.
domingo, 27 de diciembre de 2015
LOS FOTOCROMOS (Y MEDIO) (Y LA CARATULA DEL BETA) DE "HORMIGAS"
Debo confesar que los fotocromos de "Hormigas" llevaban metidos en una carpeta, esperando, desde hace semanas, pero si no los publicaba era porque cuando los escaneé me pasó lo mismo que con "Estamos muertos.... ¿o qué?", que con las prisas olvidé la mitad de uno de ellos. Ya se los había devuelto a su prestamista, Alex Gardés, y de mientras soñaba con algún día recuperar el cacho en cuestión y poder completarlo. Sin embargo el tiempo va pasando y no parece que vaya a lograr solucionar el asunto. Así que me dije "¿Qué más dará que falte la mitad de un fotocromo si el resto están todos bien?". Rompí el tabú en parte gracias a la mentada "Estamos muertos... ¿o qué?" y tampoco se ha acabado el mundo, ni me han insultado por ello, así que ahí voy, repito el error por segunda vez consecutiva en una misma semana para dejarles acá los fotocromos de este simpático film que se adelantó por completo a la actual invasión de productos de segunda sobre bichejos asesinos, solo que en lugar de hacerlos con CGI, aquí los buscaban de verdad o, en su defecto, sustituían a las hormigas por azúcar moreno o vaya usted a saber qué producto que diera el pego.
Estaba convencido de que había escrito y publicado la respectiva reseña, porque no hace demasiado que vi la puñetera peli. Sin embargo, por mucho que busco, no doy con ella, ergo eso solo puede significar dos cosas: Uno, que me dio un jamacuco raro y la borré. Dos, que me hago viejo y mi cerebro me traiciona. En fin, el caso es que lo recuerdo como un telefilm medianamente soportable, sin más.
Lo que sí dejó huella en su día fue la caratula video-clubera con el canalillo de una rubia tetuda infestado de insectos. La tienen abajo de todo, aunque no importa mucho, porque esa misma imagen (algo retocada) coincide con el primero de los fotocromos que siguen... así que, ¡ni tan mal!.
Estaba convencido de que había escrito y publicado la respectiva reseña, porque no hace demasiado que vi la puñetera peli. Sin embargo, por mucho que busco, no doy con ella, ergo eso solo puede significar dos cosas: Uno, que me dio un jamacuco raro y la borré. Dos, que me hago viejo y mi cerebro me traiciona. En fin, el caso es que lo recuerdo como un telefilm medianamente soportable, sin más.
Lo que sí dejó huella en su día fue la caratula video-clubera con el canalillo de una rubia tetuda infestado de insectos. La tienen abajo de todo, aunque no importa mucho, porque esa misma imagen (algo retocada) coincide con el primero de los fotocromos que siguen... así que, ¡ni tan mal!.
viernes, 25 de diciembre de 2015
EL TRANSEXUAL

Consecuencia de esto, Jacinto Molina se alejó una
temporadilla de su amado Fantaterror y se puso ha hacer otro tipo de películas.
Así que le salió la vena sensacionalista haciendo una serie de películas
controvertidas, solo porque ahora ya se podían hacer, y porque salían bien en
taquilla. De aquella etapa saldrían cosas interesantes como “El Francotirador” de
Carlos Puerto o “Comando Txikia (Muerte
de un presidente)”. No eran demasiado ostentosos los presupuestos, llamaban la
atención y llegaban casi al medio millón de espectadores. Ya quieran la mayoría
de las películas españolas hoy en día llegar a estas cifras. La que nos ocupa
es esta “El Transexual”, tema este, por aquél entonces –y ahora ¡que coño!- un
tanto desconocido para el gran público y, sin duda, sórdido.
Entonces, Molina se pone manos a la obra escribiendo al
alimón junto con el manazas de Juan José Porto y Antonio Fos, un guión que se
basaría en la historia real del travesti Lorena Capelli, que murió tras una
operación de cambio de sexo, dado que por aquel entonces esta era una operación
un tanto complicada. Jacinto Molina siempre hacía sus guiones pensando en él
para protagonizarlos ¿Quiere decir esto que en la película veremos a Paul Naschy haciendo un rol de travestido que se cambia de sexo? Nooooooo –de
travestido le veríamos, con menos sentido, en “El último Kamikaze”- no caerá
esa breva. Para sí mismo se reserva un papel de periodista que va tras la pista
de una transexual que le ha prometido un buen artículo para su revista. Esta
transexual la interpreta nada menos que Ágata Lys (¡que buena que estaba la hija de puta!) y
bueno, poco más que contar. Si no son demasiado tontos ya saben cual es el desenlace de esta historia.
La cosa está en que Paul Naschy no pega en esta película ni
con cola, no pinta nada y sin embargo tiene que protagonizar la cinta, amén de
la parte documental de la que hace gala la película. El resultado es un
batiburrillo de conceptos mal hilados, que ni termina de alimentar el morbo del
espectador más inquieto –de aquella época- ni despeja dudas del espectador más
curioso, con lo que la película se queda en tierra de nadie, añadiéndole
además, que la película en si es un rollazo de tres pares de pelotas. Una
película muy intrascendente dentro de la filmografía de Paul Naschy.
Me gustaría saber la opinión del público gay, tan agradecido con lo suyo, ya que a fin de cuentas la película es una
intrusión en su mundo. Vemos actuar a un icono en un templo, esto es; vemos a
Paco España hacer un show musical en el escenario del mítico “Gay Club” de
Madrid. Hasta ahí bien, pero el manazas del director no ha sabido sacar partido
al colorido del espectáculo homosexual –que es por lo que se caracteriza- y a
la alegría que desprende, siendo iluminadas estas actuaciones como si de una
película de velatorios se tratase, quedando
todo ello mas pulposo y grasiento que los sucios tugurios de “A la
caza”.
Por otro lado, tanto en su guión como en su “interpretación”
si que noto algo de condescendencia por parte de Molina a los gays y
transexuales. Dios me libre de acusarle de homófobo; de hecho de esta película
sacó grandes amigos del mundo gay –Pierrot, sin ir más lejos sería uno de
ellos- pero es la sensación que me queda.
Con todo, una película así en la época, le trajo problemas a
Naschy, como todas aquellas en las que por unos motivos u otros, se metía en
camisa de once baras.
Mala, mala a rabiar. Esa es la única e incuestionable
verdad, pero como todas las ponzoñas, curiosa e interesante, cosa esta que no
se puede decir de la mayoría de películas buenas. Ahí queda.
Junto a Naschy y Lys, completan el reparto Vicente Parra,
Sandra Alberti y Eva Robin.
El manazas del director del que antes hice mención, se
llama José Jara, que solo tiene un par
de películas más dirigidas. A saber quién cojones era.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
LOS FOTOCROMOS (Y EL POSTER) DE "ESTAMOS MUERTOS... ¿O QUÉ?" (+ CHUCHE NAVIDEÑA)
Supongo que no voy errado si culpo al inefable José Frade del extravagante y poco ajustado título Español de esta peli originalmente nacida como "Dead Heat". Lo digo porque Frade fue su distribuidor y porque, ¿cómo logras que "Dead Heat" se mute en... "Estamos muertos... ¿o qué?"?. ¡¡Fascinante!!.
Nos encontramos ante una obra menor surgida durante la segunda mitad de los 80 y de la que casi nadie parece acordarse. Esencialmente se trata de una comedia, o una comedia de acción con amplios ribetes fantásticos. También encajaría de perlas en la etiqueta de "buddy movie de la vieja escuela".
“Dead Heat” cuenta con una muy buena idea de base algo desaprovechada por culpa de la carencia de medios. Dos polis, uno más conservador y seriote (armado con una magnum 44) y el otro más golfo y despreocupado, se quedan asombrados al acribillar a un par de delincuentes que parecen indestructibles. La investigación del caso les lleva hasta una gran corporación farmacéutica que cuenta con una máquina capaz de revivir a los muertos. Uno de estos ronda por allí y, durante la inevitable pelea, el poli encorbatado fallece. Su colega y la chica guapa de la peli (a la que le espera un final realmente impactante) le devuelven a la vida por tiempo limitado, oportunidad esta que el tipo aprovechará para acabar de resolver el entuerto, llevándose a unos cuantos por delante.
Quizás lo más logrado de "Estamos muertos... ¿o qué?" sea la parte final, en la que, casi a modo de "Terminator", el poli zombie, visiblemente desmejorado tras recibir un baño de fuego, se presenta en la guarida de los malos y la emprende a tiros con todos sin inmutarse (a pesar de los muchos que también recibe). Resulta que entre estos se encuentra nada menos que el inmortal Vincent Price en la que sería una de sus últimas actuaciones para el cine. Le acompaña otro nombre entrañable, Darren McGavin, más conocido como "Kolchak", el periodista especializado en casos sobrenaturales que tanta huella dejó en su pase por las televisiones del mundo civilizado por ahí los 70.
A los polis les dan vida/muerte Treat Williams, actor de irregular carrera que descubrí gracias a esta película, y Joe Piscopo, un comediante surgido de la cantera del "Saturday Night Live", con sus músculos, su "mullet" y su cara de pasmao, del que no sabía nada entonces y que poco ha hecho después.
Completan el reparto en escuetos roles Robert Picardo (habitual de Joe Dante), Keye Luke (el Master Po de la serie "Kung-Fu", pero que los de mi quinta conocerán sobre todo por ser el anciano cuidador del gremlin "Gizmo") y Shane Black, guionista de "blockbusters" y director de "Iron Man 3". Por ahí aparece sin acreditar la "scream queen" Linnea Quigley, que poco después se liaría en plan serio con el tipo que se encargaba de buena parte de los maquillajes, Steve Johnson.
Terry Black, guionista, posteriormente firmaría un buen puñado de los manuscritos del "Tales from the crypt" televisivo.
Del director ya he hablado con anterioridad, Mark Goldblatt, montador de primera división a quien debemos el corta y pega de varias cult-movies ("Piraña", "Humanoides del abismo", "Aullidos") y tantos otros estandartes del cine de acción ochentero ("Terminator", "Rambo", "Commando"). Debutaba como mandamás en el caso que nos ocupa, lo que le llevó a dirigir la injustamente mal tratada pero apreciable "The Punisher/Vengador" con Dolph Lundgren. Esta última, y salvo un desliz televisivo, significaría el fin de su carrera como director.
Aunque para deslices el que he cometido yo con los fotocromos de esta película sencilla, nada deslumbrante, trufada de errores (se supone que los zombies no sangran, pero los impactos de bala que recibe Treat Williams son bien rojos), aunque medianamente entretenida y simpática. Cuando me puse a escanearlos -primero una mitad, luego la otra, para finalmente unirlas gracias a la magia del "Photoshop"- olvidé hacerlo con UNA de las partes. Así que, sí, faltará un fotocromo entero... lo que no impide que al menos les deje la mitad que escaneé.
Aunque para rarezas e incongruencias, la ingente cantidad de material que aparece en ellos pero no en la película. Veamos: Ese zombie verde estrangulando a la chica o Joe Piscopo echando babas son dos momentos que yo no vi cuando me la puse hace un par de días, y tampoco cuando la consumí de chaval. Raro. Pinta a caos durante la producción y remontaje desesperado. A saber dónde está ese material y porqué no fue finalmente utilizado. Algún día conoceremos la historia completa. De mientras les invito a gozar de lo que sigue, que no carece de gracejo, especialmente el póster, con esos dos polis ¿descabezados? que, para variar, se unen al carnaval de grotesquerías propias de nuestra distribución cinematográfica.
Nos encontramos ante una obra menor surgida durante la segunda mitad de los 80 y de la que casi nadie parece acordarse. Esencialmente se trata de una comedia, o una comedia de acción con amplios ribetes fantásticos. También encajaría de perlas en la etiqueta de "buddy movie de la vieja escuela".
“Dead Heat” cuenta con una muy buena idea de base algo desaprovechada por culpa de la carencia de medios. Dos polis, uno más conservador y seriote (armado con una magnum 44) y el otro más golfo y despreocupado, se quedan asombrados al acribillar a un par de delincuentes que parecen indestructibles. La investigación del caso les lleva hasta una gran corporación farmacéutica que cuenta con una máquina capaz de revivir a los muertos. Uno de estos ronda por allí y, durante la inevitable pelea, el poli encorbatado fallece. Su colega y la chica guapa de la peli (a la que le espera un final realmente impactante) le devuelven a la vida por tiempo limitado, oportunidad esta que el tipo aprovechará para acabar de resolver el entuerto, llevándose a unos cuantos por delante.
Quizás lo más logrado de "Estamos muertos... ¿o qué?" sea la parte final, en la que, casi a modo de "Terminator", el poli zombie, visiblemente desmejorado tras recibir un baño de fuego, se presenta en la guarida de los malos y la emprende a tiros con todos sin inmutarse (a pesar de los muchos que también recibe). Resulta que entre estos se encuentra nada menos que el inmortal Vincent Price en la que sería una de sus últimas actuaciones para el cine. Le acompaña otro nombre entrañable, Darren McGavin, más conocido como "Kolchak", el periodista especializado en casos sobrenaturales que tanta huella dejó en su pase por las televisiones del mundo civilizado por ahí los 70.
A los polis les dan vida/muerte Treat Williams, actor de irregular carrera que descubrí gracias a esta película, y Joe Piscopo, un comediante surgido de la cantera del "Saturday Night Live", con sus músculos, su "mullet" y su cara de pasmao, del que no sabía nada entonces y que poco ha hecho después.
Completan el reparto en escuetos roles Robert Picardo (habitual de Joe Dante), Keye Luke (el Master Po de la serie "Kung-Fu", pero que los de mi quinta conocerán sobre todo por ser el anciano cuidador del gremlin "Gizmo") y Shane Black, guionista de "blockbusters" y director de "Iron Man 3". Por ahí aparece sin acreditar la "scream queen" Linnea Quigley, que poco después se liaría en plan serio con el tipo que se encargaba de buena parte de los maquillajes, Steve Johnson.
Terry Black, guionista, posteriormente firmaría un buen puñado de los manuscritos del "Tales from the crypt" televisivo.
Del director ya he hablado con anterioridad, Mark Goldblatt, montador de primera división a quien debemos el corta y pega de varias cult-movies ("Piraña", "Humanoides del abismo", "Aullidos") y tantos otros estandartes del cine de acción ochentero ("Terminator", "Rambo", "Commando"). Debutaba como mandamás en el caso que nos ocupa, lo que le llevó a dirigir la injustamente mal tratada pero apreciable "The Punisher/Vengador" con Dolph Lundgren. Esta última, y salvo un desliz televisivo, significaría el fin de su carrera como director.
Aunque para deslices el que he cometido yo con los fotocromos de esta película sencilla, nada deslumbrante, trufada de errores (se supone que los zombies no sangran, pero los impactos de bala que recibe Treat Williams son bien rojos), aunque medianamente entretenida y simpática. Cuando me puse a escanearlos -primero una mitad, luego la otra, para finalmente unirlas gracias a la magia del "Photoshop"- olvidé hacerlo con UNA de las partes. Así que, sí, faltará un fotocromo entero... lo que no impide que al menos les deje la mitad que escaneé.
Aunque para rarezas e incongruencias, la ingente cantidad de material que aparece en ellos pero no en la película. Veamos: Ese zombie verde estrangulando a la chica o Joe Piscopo echando babas son dos momentos que yo no vi cuando me la puse hace un par de días, y tampoco cuando la consumí de chaval. Raro. Pinta a caos durante la producción y remontaje desesperado. A saber dónde está ese material y porqué no fue finalmente utilizado. Algún día conoceremos la historia completa. De mientras les invito a gozar de lo que sigue, que no carece de gracejo, especialmente el póster, con esos dos polis ¿descabezados? que, para variar, se unen al carnaval de grotesquerías propias de nuestra distribución cinematográfica.
Pero no acaba aquí la cosa, queridos.
Dadas las fechas en las que nos encontramos, y dado lo muy Navideños que somos en este blog -además de verdad-, he decidido finiquitar con la sorpresa que me llevé al darle la vuelta a los fotocromos para ponerlos en el escaner. Está claro que el dueño del cine -el "Retiro" de Sitges- no valoraba mucho el material, porque lo usaba para otras funciones más allá de colgarlos en las vitrinas. En este caso se trataba de anunciar una curiosa doble sesión que el hombre se sacó de la manga para la platea infantil: "Estamos muertos... ¿o qué?" y "Abyss". Habría que debatir si estas dos pelis podrían considerarse adecuadas para un público de esa edad (una por violenta y la otra por "demasiado seria"... ¡o demasiado aburrida!), pero no deja de resultar curioso que ambas tengan dos puntos de conexión: Que sus directores venían de la factoría de Roger Corman y que en ambas participaba en los efectos visuales Ernest D. Farino, quien gracias a Cameron dio el salto al cine de gran presupuesto, pero que en sus inicios curró para Don Dohler, Jim Wynorski o en pelis tan oscuras como "Extraño" (y no lo digo porque se desarrolle en los interiores de una gruta). ¡¡Que maravilloso es el mundo del cine fantástico, amigos!!... ¡¡y qué maravillosa es la Navidad!!.
¡Felices Fiestas a todos, putos!.
Dadas las fechas en las que nos encontramos, y dado lo muy Navideños que somos en este blog -además de verdad-, he decidido finiquitar con la sorpresa que me llevé al darle la vuelta a los fotocromos para ponerlos en el escaner. Está claro que el dueño del cine -el "Retiro" de Sitges- no valoraba mucho el material, porque lo usaba para otras funciones más allá de colgarlos en las vitrinas. En este caso se trataba de anunciar una curiosa doble sesión que el hombre se sacó de la manga para la platea infantil: "Estamos muertos... ¿o qué?" y "Abyss". Habría que debatir si estas dos pelis podrían considerarse adecuadas para un público de esa edad (una por violenta y la otra por "demasiado seria"... ¡o demasiado aburrida!), pero no deja de resultar curioso que ambas tengan dos puntos de conexión: Que sus directores venían de la factoría de Roger Corman y que en ambas participaba en los efectos visuales Ernest D. Farino, quien gracias a Cameron dio el salto al cine de gran presupuesto, pero que en sus inicios curró para Don Dohler, Jim Wynorski o en pelis tan oscuras como "Extraño" (y no lo digo porque se desarrolle en los interiores de una gruta). ¡¡Que maravilloso es el mundo del cine fantástico, amigos!!... ¡¡y qué maravillosa es la Navidad!!.
¡Felices Fiestas a todos, putos!.
martes, 22 de diciembre de 2015
NUEVO LANZAMIENTO VIAL BOOKS: WILLIAM CHESNUT & RIBAPOLLA
Con la falta de tiempo que ultimamente me caracteríza, lejos de currarme una reseñita personal, procedo a copiarles, directamente, la formal nota de prensa que se envía a los medios. Eso si, adornada con promos exclusivas y fotitos personales. Y es que hoy mismo sale a la venta el tebeo del cual soy guionista.
HALE!!!
En 2013 nace el sello “Vial of delicatessens”, en un principio destinado a la edición y distribución de aquellos DVDs que nadie se atrevía a lanzar al mercado, dando cobertura a todo tipo de cine minoritario, desde cine “trash” y de serie Z más popular, al cine underground más extraño y casero, así como documentales de variada índole. Pero con el tiempo y debido a las inquietudes de sus responsables, se creó también una filial de corte editorial, con el fin de poder sacar al mercado aquellos libros sobre cine que nadie se atreve a editar. Nace así “Vial Books” cuyo catálogo se compone hasta ahora de los títulos “El descacharrante cine de Pajares y Esteso” de Víctor Olid y “Cómo NO hacer un cortometraje” de Naxo Fiol.
HALE!!!
En 2013 nace el sello “Vial of delicatessens”, en un principio destinado a la edición y distribución de aquellos DVDs que nadie se atrevía a lanzar al mercado, dando cobertura a todo tipo de cine minoritario, desde cine “trash” y de serie Z más popular, al cine underground más extraño y casero, así como documentales de variada índole. Pero con el tiempo y debido a las inquietudes de sus responsables, se creó también una filial de corte editorial, con el fin de poder sacar al mercado aquellos libros sobre cine que nadie se atreve a editar. Nace así “Vial Books” cuyo catálogo se compone hasta ahora de los títulos “El descacharrante cine de Pajares y Esteso” de Víctor Olid y “Cómo NO hacer un cortometraje” de Naxo Fiol.
Este 22 de diciembre,
“Vial Books” se estrena en el mundo del cómic editando, asimismo,
aquellos cómics que nadie se atrevería a editar, y lanza a la venta este
volumen que lleva por título “William Chesnut & Ribapolla”.
Será la puesta de largo editorial de Patrick Grau y Víctor
Olid en el ámbito comiquero.
Patrick
Grau es uno de los dibujantes más prometedores del panorama underground,
que aunque ha publicado en diversos medios de prensa u online, ve publicado
ahora su primer cómic en papel. Para ello, une sus fuerzas con Víctor
Olid, director de cine underground, blogger y podcaster entre otras
cosas, que se estrena como guionista con este cómic.
Posiblemente
estemos ante el cómic más políticamente incorrecto de cuantos se han realizado
en este país, cuajado desde la primera a la última viñeta de un humor no apto
para mentes estrechas de miras, ni almas especialmente sensibles. “William
Chesnut & Ribapolla” cuenta las disparatadas, racistas, homófobas,
sexistas, violentas, sangrientas, mezquinas y ruines aventuras de dos
compañeros de piso, uno negro y otro blanco, su mascota –un armadillo- y el
mejor amigo de ambos –un cóndor- en la peligrosa -y al límite- localidad de
Balaguer. Ira, politoxicomanía, alcoholismo y enfermedades venéreas harán el
resto. ¡Una auténtica historia de perdedores!
El volumen se
hace acompañar además de abundante material extra, así como de colaboraciones
de dibujantes como Ander Sarabia, SrtaCalamidad, Naxo Fiol, Bernie,
Molina
o José
Tomás, entre otros.
El cómic es exclusivamente para
mayores de 18 años. ¡Avisados quedan!
El volumen aparece a un PVP de
16,00€ (gastos de envío incluidos) y
podrá comprarse en la web del sello
Pronto podrá adquirirse también
en tiendas especializadas a consultar en la propia web.
Pags: 264
Formato: 230 x 182mm
Papel interior: Estucado, b/n
Portada: Laminado mate. Color
Encuadernación fresada.
Formato: 230 x 182mm
Papel interior: Estucado, b/n
Portada: Laminado mate. Color
Encuadernación fresada.
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