lunes, 26 de marzo de 2018

PINK, EL ROSA NO ES COMO LO PINTAN

La película reciente que más me ha fascinado es esta producción Mexicana que en 2016 consiguió, por un lado, generar una polémica más que lógica,y por otra, pese a ser estrenada únicamente en dos o tres salas de barrios periféricos, ser un éxito de taquilla.
“Pink, el rosa no es lo que parece” es una película abiertamente homófoba del director Paco del Toro cuyo mensaje es del todo contundente.
Cuenta la historia de un matrimonio gay que tiene a bien adoptar a un niño. Este niño, no solo es víctima del buying en el colegio por tener dos papás, sino que será testigo de  promiscuidad, adulterio, fiestas gays en casa y pornografía homosexualista. Por otro lado sufrirá el acoso sexual  pederasta por parte de un amigo de sus padres. Todo esto traerá como consecuencia que el muchacho se volverá homosexual poco a poco al no tener ningún modelo heterosexual en casa, y que, por todas estas desgracias y depresiones, uno de sus padres decide dejar de ser homosexual porque para vivir así, mucho mejor estar muerto.
Por otro lado, una serie de doctores y  compañeras de trabajo, intentan hacerle ver a un adinerado defensor de los matrimonios gay que está científicamente probado que no existe ningún motivo por el que el homosexualismo sea una tendencia de nacimiento y que va contra natura. Por más que él piensa lo contrario al final ellos tienen réplica para todas sus exposiciones. Finalmente, las consecuencias le harán cambiar de opinión.
Por otro lado, es una película trampa, porque nos presenta el mundo gay como un mundo afable y simpático, procurando que el espectador empatíce con los protagonistas, ese matrimonio gay que adopta. Nos presenta a sus amigos, dos locazas desmadradas y divertidas que no dejan de soltar chistes. Y  cuando ya todos nos caen de puta madre, llega el primer mazazo; uno de los amigos de la pareja protagonista se mete en la habitación del niño y comienza a decirle guarradas con la intención de follarselo.
Todo esto mostrándonos un ambiente homosexual que parece salido de una película de Almodóvar de los 80, basándose en el estereotipo, la locaza vieja y un entorno de promiscuidad exageradísimo en el que el niño ve como sus padres follan, como uno de ellos no tiene problema de tirarse además a mujeres y todo es aparentemente perjudicial para su normal crecimiento. ¡Una pasada!
El mensaje de esta película, efectivamente es deleznable, pero sin duda, por el tema que trata es normal que la película fuera un éxito en su país. Habrá gente que comulgue con el mensaje y otro que lo deteste, pero, eso sí ¡todos al cine!
Sinceramente, si no fuera por el trasfondo católico que esconde la película, porque todas sus teorías anti-homosexuales se basan en que Dios no nos creó para chuparnos las pollas y follarnos los culos, los argumentos  que expone, razonados, casi, casi logran convencerme, por lo que es una película altamente peligrosa… Sin embargo, lo exagerado y la incoherencia de todo lo que sale por la boca de todos y cada uno de los personajes de la película, al final no te puedes tomar en serio nada de todo esto. Entre eso, que parece rodada por un subnormal, la inevitable estética de “video home” que se gasta y la comedia involuntaria, nos zampamos las dos horas que dura la película sin inmutarnos. Pero es que además y al margen de homofobias, mensajes imposibles y dramas varios ¡La película está condenadamente entretenida! La verdad es que me lo he pasado muy, muy bien viéndola y, desde luego,  que la película sea un alegato homofóbico, no es más que un aliciente. Seguro que a los homosexuales les encanta esta peli, si no la han convertido en suya directamente.
El elenco, está compuesto de maricas viejas y operadas, presumiblemente gays en la vida real, que no se comprende muy bien como se prestan a hacer esto.
Dirige Paco del Toro, cuya otra película aquí reseñada, “LaSanta Muerte” también me gustó y en la reseña leo que, ya por aquél entonces,  el director me parecía un  beato, pero con títulos tan estimulantes en su filmo como puedan ser “Drogadicto” o “S.I.D.A, Síndrome de muerte”. Habrá que echar un ojo a todo lo que ha hecho.