martes, 16 de octubre de 2007

HATCHET

Como película de horror y "slasher" del nuevo siglo "Hatchet" funciona. Adam Green dirige su "carta de amor" al subgénero con brío, ritmo, sentido del humor, muy consciente de quién será su público potencial y, sí, gore, muchísimo gore de lo más bestia. El lugar donde se desarrolla la historia resulta ideal, un pantano, y el asesino también merece un aprobado considerable. Decía el Señor Director que últimamente los "slashers" se habían acomodado demasiado a la insulsa fórmula de dotar a sus killers de excesivo elemento "humano", es decir, todos son gente normal que, motivada por un trauma o intereses más básicos (herencias, dinero, venganzas), un día pierden los papeles y comienzan a dar cuchilladas. Pero, ¿dónde están los monstruos?, ¿dónde están esos tipos corpulentos, deformes, con fuerza sobrehumana, casi prehistóricos, imposibles de aniquilar y que llevan con orgullo su condición de máquinas de matar?, los mismos individuos que nos lo hicieron pasar teta en cualquiera de las secuelas de "Viernes 13" o en "Madman", "The Prey", "Hell Night", "Don´t go in the woods alone"... incluso si me apuran, "Pesadilla en Elm Street". Pues ahí radica el mayor acierto de esta película, su asesino tiene un nombre que suena bien (Victor Crowley), un origen de leyenda urbana, es deforme, enorme, con muchísima mala uva y ha nacido para aniquilar, sin más, porque si (es especialmente memorable la secuencia en la que Crowley se deja ver bien por primera vez, en ella Green no pierde el tiempo, se abre la puerta de la cabaña, aparece el monstruo gritando hacha en mano, y en menos de 1 minuto ya ha masacrado a un par de infelices). Si a esto le añadimos que es Kane "Jason Voorhees" Hodder el que le pone cuerpo (y rostro a su padre) y que por el relato pululan Robert Englund, Tony "Candyman" Todd y John Carl Buechler (director de la séptima "Viernes 13" y en "Hatchet" actor y técnico de maquillajes) entonces está claro que este film tiene todos los números para robarnos el corazón. 
Pero... ¡ah, ese pero!, Adam Green puede "engañar" a los espectadores más jóvenes incluyendo en el póster promocional de su peli un lapidario slogan, "Horror Americano de la vieja escuela". Sin embargo, los que vivimos ésa época dorada sabemos que estamos ante una gran falacia. Puede que para algunos el "Horror Americano de la vieja escuela" sea "Evil Dead 2" o las desventuras de Freddy Krueger, pero para mi, y muchos otros, los "buenos tiempos", y más específicamente del "slasher" que teóricamente homenajea "Hatchet", están entre finales de los 70 e inicios de los 80, y durante esos años jamás vimos "pelis de psicópatas" con un humor tan obvio y un gore tan gran guiñolesco. 
El gore de "Hatchet" es brutal y grotesco... pero no es serio, es bufonesco, más deudor de "Braindead" o "Toxic Avenger" que de las escabechinas gráficas, realistas, impactantes y hasta ofensivas de "Maniac" o "The Burning". ¿Y el humor?, bien, esa es una característica completamente deudora del revival "slasher" de los 90 a raíz de "Scream" y en ningún momento del material que Adam Green cita como verdadera inspiración. 
Llamadme quisquilloso o tiquismiquis, pero con semejante publicidad yo me esperaba un regreso real, sincero y honesto al "slasher" primigenio, y no otra vuelta de tuerca a los tics del horror moderno, siempre escudados tras el humor y el exceso por miedo a no ser tomados en serio. ¿Para cuando una de asesinos enmascarados sin chascarrillos ni molestas innovaciones?. 

Aún así, si nos tomamos "Hatchet" como un refrito más de los muchos que se producen hoy día, entonces estamos ante un film simpático, entretenido y que bien merece un visionado... incluso puede que dos.