
“The Toymaker” pertenece a la franquicia de subproductos con muñeco chungo iniciada por “Robert the doll” y seguida por "The curse of Robert the doll".
“The Toymaker” se ha ganado mis
simpatías por lo loco de su propuesta —aunque luego el resultado no
funcione al 100%— y es que plagia y combina, sin ningún tipo de vergüenza,
elementos de películas tan dispares que uno se pregunta si de verdad sus artífices son estúpidos, o creen que el espectador es subnormal profundo.
Y es que ¿Se acuerdan ustedes de los 15 minutos iniciales de
“Malditos Bastardos” de Tarantino en los
que unos granjeros esconden a un fugitivo del régimen nazi, y estos son
interrogados por un oficial que acaba descubriéndolos y matándolos, a la vez
que la hija de aquellos logra huir campo a través? Pues esa escena, tal cual, está
rehecha en este “The Toymaker”. Cambian algunos diálogos, la ambientación está
resuelta con el culo, pero es la misma escena se mire por dónde se mire.
En su huida, una bala alcanza a la chica, por lo que con mucha dificultad llega hasta el hogar
de un fabricante de juguetes, al que da un libro buscado por los nazis. El contenido de este sirve
para que el juguetero pueda dar vida a sus muñecos, incluido el
mentado Robert. Como en “Puppet Master”. Curioso. Resulta que, a la vez que "The Toymaker", se
ha lanzado la última película de la "Full Moon", nada menos que “Puppet Master
XI: Axis Termination”, la tercera entrega de la “Axi’s Trilogy”, la trilogía
ambientada en la Alemania nazi con las marionetitas siendo las heroínas de la
función. Para más inri, la frase promocional de “The Toymaker”
reza “There´s a new Puppet Master in town” (hay un nuevo Puppet Master en la
ciudad), por lo que no esconden en ningún momento sus referencias.
Y para que no nos olvidemos del origen de esta franquicia "exploit", este juguetero también da vida a un muñequito con forma de payaso (que
los payasos están de moda tras la nueva adaptación de “It”), y a una muñeca
pepona que se llama… ¡Isabelle! Con lo cual tenemos una película que explota
intencionadamente títulos como “Anabelle”. “Pupper Master”, “It” y “Malditos
Bastardos”.
Al personaje del juguetero anciano lo interpreta un actor joven. Quizás con miras a hacer precuelas en las que
este aparezca con menos años (¡como André Toulong en Puppet Master!) El respectivo maquillaje y las prótesis son dignas de una peli amateur, solucionadas a base
de una calva de mierda y algodón para hacer el pelo blanco. Un
cantazo.
No obstante, con las nuevas tecnologías a disposición de
cualquiera hoy en día, resulta que la fotografía es excelente y digna
de una producción mainstream.
Y aunque al final "The Toymaker" es aburrida, me resulta curiosa,
simpática, y he de reconocer que los momentos que mejor funcionan son lo que se
está copiando de Tarantino. Mucho mejor que “Robert the Doll”.
Los responsables de esta cinta y de otras de similar índole
como “Kill Kane” (Plagio de “Kill Bill” ) “The Amityville Asylum” o “Poltegeist Activity” —manda cojones— son la
gente de "North Bank Entertainment", productora capitaneada por el director
Andrew Jones, al que le ha ido muy bien en el mercado del vídeo
con este tipo de películas y al que ya muchos señalan como
el sucesor de Charles Band. Jones es un tipo vivaracho, fan de la "Full Moon" que no duda
en reconocer una obsesión enfermiza por la saga “Puppet Master” con la que se
ha criado. Quiso con esta tercera película del muñeco Robert, hacer su propia
“Venganza de los muñecos”. ¿No les resulta entrañable? A mi sí... a pesar de que con ello me contradiga según lo comentado hasta ahora.
Un tipo que se declara fan de “Puppet Master” y de Charles Band, no deja de ser un ingenuo. ¿O tal vez un oportunista? Ya veremos.
Un tipo que se declara fan de “Puppet Master” y de Charles Band, no deja de ser un ingenuo. ¿O tal vez un oportunista? Ya veremos.