lunes, 21 de diciembre de 2020

BRUCE LEE VS THE GAY POWER

Dentro del subgénero del brucexploitation, siempre se dudó de la existencia de dos títulos que, a fuerza de estar durante un par de décadas inencontrables, acabaron volviéndose terriblemente populares. Una de ellas es “Ilsa meets Bruce Lee in the devil’s Triangle” y la otra “Bruce Lee vs Gay Power”. La primera de ellas, al igual que sucedía con “Las noches del hombre lobo” de Paul Naschy, no está claro del todo que exista. Hay reseñas en la red de individuos que aseguran haberla viso e incluso existe un célebre cartel promocional, pero lo cierto es que no hay una constancia tangible de que la película que reunía en loco tándem a Bruce Lee y la loba de las SS, exista. O al menos, yo no he encontrado pruebas. Sin embargo, la otra, de propuesta aún más loca si cabe, hace ya años que circula por la red y yo he tenido la desgracia de verla hace un ratillo.
“Bruce Lee vs Gay Power” en realidad no es un brucexploitation genuino, sino, más bien, una parodia  brasileña de serie Z con intenciones cómicas de por medio que, no centrándose únicamente en la figura del pequeño Dragón, hace mofa de todo el cine de artes marciales y, sobre todo, de la serie “Kung Fu”. De hecho su título original es “Kung Fu contra as bonecas”, no hay ninguna referencia hacia Bruce Lee en el mismo, y  su único elemento bruceliniano reconocible es el clon protagonista, que ni siquiera se parece.
La cosa va de unos bandidos un tanto afeminados que violan y matan a la familia de este Bruce Lee de baratillo. Y entre chascarrillo de mariquitas y coreografías diseñadas por un individuo que no había visto una película de Kung Fu en su vida, transcurre un film de fotografía aceitosa, cierto mal gusto y humor para deficientes mentales.
Por otro lado, la referencia al “Gay Power” del título, se la sacan de la manga, porque lo cierto es que estos bandoleros tan malvados, aunque a veces aparecen con rulos en la cabeza y gestos amanerados —que parecen puestos ahí solo para justificar su título—, no tienen el más mínimo problema a la hora de violar de manera heterosexual a cuanta chiquilla se ponga en su camino. Vamos, que de gay, solo tienen el movimiento de manos. La otra referencia que tiene al homosexualismo es la camisetilla rosa que lleva puesta el Bruce Lee de rigor que, si leemos entre líneas, y haciéndonos una paja mental muy grande, podemos sacar la conclusión de que este Bruce es homosexual. Pero ni por esas; El título original es “Kung Fu Contra As Bonecas”, Bonecas quiere decir mariquitas, y, supongo, que poner la palabra mariquita en un título, es un gag en sí mismo. Pero nada. Bruce Lee no se enfrenta a hordas de sodomitas como implica el título.
Por lo demás, mucho aburrimiento y muy poca gracia, en una sucesión de secuencias y un estilo que, curiosamente, recuerda mucho a las películas de Redford White. Es más, podía haber estado perfectamente protagonizada por el albino filipino.
Adriano Stuart, director que además hace las veces de Bruce Lee, es un viejo conocido del cine costroso brasileño. Relacionado de algún modo con el grupo cómico “Os Traplhoes”, es el responsable de varias de las incursiones de los cómicos en el cine (“A rei e Os Trapalhoes”, “Os Trapalhoes na guerra dos planetas”) y de esa película sobre un muñecajo horrible, “Fofao, a nave sem rumo”, del que corría la leyenda urbana que en su versión merchadising, este, llevaba una daga oculta en su interior con la que unos cuantos niños asesinaron a otros. Pura falacia.
Poco más.
Quitando un par de momentos de sobreatuación de Stuart (como esa escena en la que pone sus muñecas en el fuego y, aguantando, este pega un berrido enorme al quemarse que me ha parecido muy gracioso), esto es material de muy baja estofa, un film decepcionante que era mucho más atractivo cuando uno se cuestionaba su existencia. Como siempre decimos por aquí, lo realmente interesante es el concepto.