viernes, 24 de marzo de 2023

TRIUNFO Y CAÍDA DE IDI AMIN

El dictador Idi Amin, que durante los ocho años que gobernó en Uganda entre 1971 y 1979 llegó a asesinar a más de medio millón de personas, además de ser un genocida es, por mucho que pese, un icono pop. Su figura ha generado el interés de un público masivo en productos de ficción basados en lo que la prensa llama “El reinado del terror de Amin”, que se traduce en documentales y biopics cinematográficos de la más variada índole —cuando no, pósteres e incluso camisetas—. Una muestra de ello es la película de calado mainstream titulada “El último Rey de Escocia” donde Forrest Whitaker interpreta al dictador. Vamos, que la imagen de Amin, vende.
Y como figura de interés que es, fueron los propios africanos los que decidieron explotarla lo más rápido posible, tras ser el dictador derrocado en la guerra de Uganda contra Tanzania. Si a finales de 1979 Amin huía a algún lugar de oriente, en menos de un año Kenia y Reino Unido ya tenían rodada, montada y a punto de estrenar una película para exportar a medio planeta, esta “Triunfo y caída de Idi Amin” que narra a un ritmo vertiginoso los nueve años de auge y caída del dictador. El título no puede ser más claro y preciso.
Por supuesto se trata de una producción barata y de "serie B" que narra unos hechos históricos recientes con total rigor y veracidad, pero también con el mayor sensacionalismo posible.
Es sabido que durante el tiempo que permaneció en el poder, Amin atentó contra los derechos humanos de las más variopintas formas, así, la película se recrea en los hechos más escabrosos de su biografía al tiempo que nos va contando de forma bastante clara los tejemanejes políticos de nuestro protagonista como todo argumento. Así, el espectador será testigo de cómo Idi Amin practicaba la magia negra, el canibalismo, cómo decapitaba y amputaba miembros no ya de sus enemigos, sino de aquel que le contrariase, como violaba y asesinaba a sangre fría, mientras se le llenaba la boca con las palabras justicia y lealtad. También era muy dado a hacer que sus enemigos combatieran contra él en el ring, ya que durante años fue campeón de boxeo en todas las categorías. Naturalmente, la película busca impactar, sin embargo al ser más bien tirando a cutrecilla, en pleno 2022 algunas de las muestras de maldad del dictador, más que escandalizar u horrorizar al espectador, lo que consiguen es que este se parta el ojete. Pero es lógico pensar que en pleno 1981, año en el que se estrenó la película y con estos hechos recientes, el público saldría de las salas conmocionado.
Al margen de todo esto la película está condenadamente entretenida y se sigue con gran interés, sintetizando 8 años de gobierno en escasa hora y media de metraje.
Asimismo, tal era el asco que el mundo le tenía a Idi Amin, que, durante las semanas de estreno, se ponía a modo de gimmick una figura troquelada del dictador en el hall de los cines y, con la entrada, se le entregaba a cada espectador una bolsita de alubias para que se las arrojasen.
“Triunfo y caída de Idi Amin” sería el único crédito que tendría como director Sharad Patel, pero posteriormente pondría sus dineros en calidad de productor ejecutivo en títulos tan de postín como puedan ser “Despedida de soltero” —y su secuela tardía directa a vídeo— o ciertas adaptaciones de imagen real de los cuentos clásicos como puedan se “El libro de la selva: La aventura continúa”, “Pinocho: La leyenda” o “Mowgli y Baloo”. Como ven, las películas que produjo están temáticamente en las antípodas de la que nos ocupa.
Por otra parte, el actor que dio vida a Amin, y por cuyo papel incluso fue galardonado en algún que otro festival, Joseph Olita, volvió a encarnarlo en la película a mayor gloria de Denzel Washington “Missisipi Masala”así como aparece brevemente en la anteriormente nombrada “El último Rey de Escocia”, si bien, con dos o tres papelillos más, se prodigó poco en el cine. Y la verdad es que es el vivo retrato de Amin. Lo hace muy bien.
En su paso por nuestros cines la película apenas llegó a obtener 130.000 espectadores, pero en vídeo sí que fue un título altamente alquilado. De hecho contó con dos ediciones, una en los albores de los años ochenta distribuida por IVS y otra casi en los 90 distribuida nada menos que por CBS Fox Vídeo.