viernes, 14 de abril de 2023

MADMAN

Considerado a día de hoy como uno de los mejores slashers de la historia según la revista de moderneo “Complex Networks” —y en algún otro lado he leído antes semejante titulación para este truño— , en realidad “Madman” es un slasher del montón tirando a malo, lleno de clichés y, probablemente de los más aburridos de la golden era del subgénero. Sin embargo, el culto que a día de hoy se le profesa viene precedido de un éxito de taquilla en su momento que dio que hablar en la industria, ya que se trata de una película que se estrenó de manera reducida e itinerante en autocines y salas de mala muerte de todo Estados Unidos, para al final de su carrera de poco más de un año, llegar a recaudar millón y medio de dólares para un presupuesto de 350.000 dólares. Tampoco nos movemos en unos números escandalosos.
La cosa, como no puede ser de otra manera, peca de sencilla: Un grupo de campistas que canturrea canciones de miedo a la luz de una fogata, invoca por error a Marz el loco, individuo que en el pasado pululaba por el campamento con un hacha y que, una vez allí, se cepillará a gran parte de los monitores y campistas.
Se trata del enésimo plagio a “Viernes 13”, esta vez en una producción a la que le había mirado un tuerto, puesto que en un principio, cuando el guion se titulaba “Madman: The Legend Lives”, este se inspiraba en una leyenda urbana muy popular entre los yankees, la de Cropsy, un monitor de campamento alcohólico al que los campistas hacían la vida imposible hasta que en una broma macabra estos acaban prendiéndole fuego. En consecuencia, deformado por culpa de las quemaduras, volverá al campamento acompañado de unas tijeras de podar con el fin de dar muerte a todos esos buyis. Sí, los más avezados se darán cuenta de que se trata del argumento de, esta vez sí, uno de los mejores slashers de la época, “La quema”. Yo pensaba que “Madman” era el resultado de una secuela fallida de “La quema” que se había ido de madre y que se encaminó hacia lo que es la película resultante, pero resulta que no, que no nace como proyecto de secuela de ningún tipo.
Los universitarios Joe Giannone y Gary Sales, asimismo director y productor de “Madman” respectivamente, tuvieron que cambiar todo el guion antes de empezar porque resulta que, justo a la vez que ellos comenzaban a rodar, estaba en plena producción “La quema” de Tony Maylam, que también tomaba como punto de partida la leyenda urbana de Cropsy. Por miedo a que les tiraran la película por haber otra exactamente igual en producción, convirtieron deprisa y corriendo a su villano en Mad Marz. Este ya no sería un monitor borracho, sino un granjero loco que asesinó a su familia y, en consecuencia, fue ajusticiado popularmente por los habitantes del pueblo, pero no murió, por lo que se especula que todavía campa por los bosques de la zona. Como ya no se basaba en una leyenda urbana real, se quitó el “The Legend Lives” del título provisional —que asimismo se inspiraba el título de un álbum de Frank Sinatra—, se dejó  únicamente el “Madman” y a tomar por culo la bicicleta.
“Madman” fue distribuida para el circuito de autocines por la mítica Jensen Farley Pictures y se salvó de ser una más de la lista de Video Nasties por los pelos, ya que, aunque en principio el contenido de la película es violento, si que escatimaba lo suyo en cuanto a la presencia de hemogoblina, si bien es cierto que la lista de censura británica tampoco tenía un criterio coherente a la hora de elegir que películas eran perniciosas o no para la integridad del espectador.
Por otro lado, la película, de presupuesto irrisorio, no cuenta con grandes estrellas en su reparto, si bien la intención inicial de Sales y Giannone, era que a Mad Marz le interpretara todo un mito del cine de terror como era Vincent Price. Pero el film no estaba sindicado y no hubo huevos a proponérselo.
Pese a que a la larga resultó un éxito, por los motivos que sean, Joe Giannone no volvió a dirigir cine después de esta película (cuando "Madman" comenzó a ser tardíamente reconocida, el hombre se envalentonó y habló de rodar una secuela. Pero nunca ocurrió)
Mi opinión acerca al respecto es que “Madman” es un coñazo casi, casi insoportable, con un montaje torpe, transiciones chungas e irritantes y tiempos muertos, muertísimos, en la que lo único que puedo destacar es el look más o menos molón del asesino, al que no se le ve con nitidez hasta los cinco minutos finales de metraje y al que se le distingue demasiado la careta que lleva puesta… sin que la intención de la película sea que el asesino use ningún tipo de careta. Pero, la película tiene sus fans, su culto y sus admiradores, así que… ¿qué coño sabré yo?