lunes, 27 de noviembre de 2023

MUCHACHAS EN EL GINECÓLOGO

Dentro del cine de explotación alemán, existe un subgénero que se hizo extremadamente popular en su época, y en el que el director Ernst Hofbauer podría ser el máximo exponente: el “sex report”.  Se trata de películas de corte erótico-pornográfico que, camufladas bajo el aspecto de documental educativo, nos mostraban toda suerte de situaciones sexuales justificadas con la voz en off de un médico que planteaba temas de salud al respecto. Pero lo que importaba era el folleteo. Por supuesto, como lo que interesaba era la carnaza, tampoco había ningún problema en mezclar imágenes de corte sexual con otras que nos mostraban intervenciones quirúrgicas o de idéntica desagradable naturaleza.
Estas películas tenían cierto tirón en los llamados cines de estación alemanes —cines en las estaciones de tren para hacer mas amenas las esperas. Acabaron convertidos en poco más que sórdidos antros de perversión— y, tímidamente, lograron traspasar sus fronteras. Es por eso que, si estos films se hicieron populares en Alemania a principios de los años 70, en España, no se estrenarían en cines hasta bien muerto Franco a finales de la misma década. Muchas en calidad de “clasificada S”. Esta “Muchachas en el ginecólogo”, fue una de ellas.
No se pueden tener peores intenciones y ofrecer más morbo del que lo hace esta película. El mismo título nos hace una clara referencia de lo que vamos a ver, así, esta, planteada a modo de episodios independientes, nos narra las historias de un grupo de adolescentes que, por unos motivos u otros, tienen que acudir al ginecólogo por varios motivos; enfermedades venéreas, inapetencia sexual, infecciones abdominales… o violaciones. De ese modo vemos pequeñas ficciones narradas en off por un ginecólogo, en las que las muchachas protagonistas acabarán teniendo relaciones sexuales. Asimismo, durante sus visitas, vemos con todo lujo de detalle las exploraciones médicas a las que las someten, que son las que justifican la existencia de la película.
Obviamente se trata de una cosa soporífera, poco sexi y de estética cochambrosa y decadente. Además, que hay que tener muy mala hostia para querer avivar la libido del espectador medio a través de intervenciones médicas (o violaciones). Sin embargo, el “sex report” me parece un subgénero muy curioso, rastrero y digno de estudio, ya que son prpductos que tuvieron relativo éxito y retratan una época muy concreta, en la que surgieron toda una serie de films que, para diferenciarlos, llevaban al final del título original la palabra “report”. Era un cine muy extremo. Comprendemos así por qué el porno posterior que se haría en Alemania, tras su legalización en 1975, era tan excesivo.
“Muchachas en el ginecólogo” se estrenó en salas españolas a finales de 1979, consiguiendo lo habitual de una producción “S” de la época, poco más de 100.000 espectadores.
En cuanto al director de la cinta, el anteriormente nombrado Ernst Hofbauer, es una auténtica institución del “sex report”, prácticamente su inventor. Durante los sesenta rodó cine de género como cualquier artesano, hasta que en los setenta vio la gallina de los huevos de oro; explotó el erotismo hasta su declive con la llegada del porno duro. Lo curioso es que muchas de sus películas se estrenaron con gran aceptación en España, así, desfilaron por nuestras pantallas títulos como el que dio inicio al género “Schoolgirl Report”, aquí “Las colegialas se confiesan”, y otros “sex report” de la misma serie: “Vacaciones excitantes”, “Aprobada en sexología”, “Colegialas perversas” o “Sexualidad en las aulas”.
Por otro lado, estos productos estaban concebidos para su consumo rápido: ir al cine, sacarse el pajarito, agitarlo y echarlo a volar, motivo por el que nunca se les mostró un mínimo respeto. Aun habiendo sido dobladas al castellano, después de su paso por cines, o no tuvieron distribución en vídeo, o la que tuvieron fue paupérrima, por lo que es muy difícil encontrar alguna de estas cintas para su disfrute. Claro que tampoco pasa nada por verlas en alemán…