sábado, 4 de noviembre de 2023

KILLING BIRDS (LOS PÁJAROS ASESINOS)

Ya cuando el "fetuccini horror" ochentero entraba en serio declive -es decir, 1988- van Flora Films y Filmirage (la factoría comandada por Aristide Massaccesi), dos titanes del exploitation con sabor a pasta -de la que se ingiere- y se rejuntan para parir a pachas "Killing Birds", estrenada en vídeo en las Españas con, básicamente, el mismo título y una frase promocional graciosamente engañosa, tal y como se estilaba entonces, "Vuelven los pájaros asesinos"... ¿vuelven, de dónde? Obviamente la distribuidora lanzaba ahí una referencia a ya saben qué clásico, por aquello de ver si alguien picaba. Curiosamente, en otros países se estrenó absurdamente como la quinta parte de la seudo-saga "Zombi", compuesta por dos primeras dosis genuinas (cortesía de Fulci + algún desaprensivo), seguida de una cuarta de mentirijillas según el inútil de Claudio Fragasso y coronada por hasta cuatro films, totalmente ajenos, que algunos yankis sin escrúpulos decidieron retitular. Concretamente, "Zombi VIII" la firma
 Dustin Ferguson... eso lo aclara todo) Sí, en "Killing Birds" hay zombies... aunque su origen es más sobrenatural que, hummm, accidental. Lo cierto es que la trama es un poco caótica y, si la pillas, es por los pelos.
Cual asesino de Rosemary, un militar llega al hogar, tras ejercer heróicamente en el campo de batalla, y se encuentra a su mujer fornicando con otro. Saca el cuchillo y los degüella. Justo después, se topa con una familia al completo, pues también me los cargo, aunque no al bebé. Ese me lo quedo. Y, de pronto, uno de los pajarracos de caza propiedad del militar sale de su jaula, le ataca y le saca un ojo. ¡Ea! El animal estaría ofendido ante semejante escabechina, no sé.
Pasan unos años y un grupo de estudiantes universitarios acuden a la zona del crimen en busca de un plumífero la mar de raro. Allí habita un sospechoso ornitólogo ciego. Y justo al lado está la casa donde ocurrió el crimen. ¿Qué hacen los chavales? Pues meterse en ella, provocando que los fantasmas torturados de las víctimas despierten, dispuestos a matarlos a todos. Así, por las buenas.
Claudio Lattanzi, que hasta entonces había currado como machaca o asistente en cosas bien conocidas como "Aquarius", "Ghost House" o "El engendro del diablo", debutaba aquí en los roles de director y co-guionista. No debió hacerlo muy bien, porque el mismo Sr.Massaccesi terminó a los mandos del film. En este caso, ambos mutaron en un solo seudónimo ridículo, el de Claude Milliken. Lattanzi no volvería a dirigir nada con cara y ojos hasta 2018 y, curiosamente, fue un documental que me encantaría ver, "Aquarius Visionarius, Il cinema di Michele Soavi". No deja de ser gracioso que, en su día, Soavi dedicara algo parecido a Argento ("Dario Argento's World of Horror", donde Lattanzi ejerció de asistente) y fuese Massaccesi quien le diera su primera oportunidad de dirigir, por lo que, podríamos decir, se siguió la tradición (ahora le tocaría a un aspirante centrar su docu en Claudio Lattanzi, pero dudo que ocurra mientras lo último que facturara 
aquel -hace tres años- sea una cosa con muy mala pinta titulada "Crucified")
En el reparto de "Killing Birds" destacan el cuadriculado rostro de un acabadísimo Robert Vaughn, caracterizado con un maquillaje horrible, y la pizpireta Lara Wendel, aquella que se despelotó siendo una pre-púber en "Maladolescenza" y luego se prestaría a salir en cosas como "Tenebre", "Morirás a medianoche" o la mentada "Ghost House". A Leslie Cumming también podemos verla en otro subproducto de parecido calibre, "Witchcraft / Encuentro con la maldad" (o la cuarta parte de la saga "La Casa")
En cuanto a la película en sí misma, pues hombre, ya saben, no esperen nada. Ni siquiera "pájaros asesinos", porque no los hay. Como mucho, uno extrayendo un ojo -lo que no da para un buen título-
Una vez superado el aparentemente "diferente" arranque del film, luego la cosa se torna ultra-rutinaria, con los chavales siendo cazados por zombies a base de largos paseos y escenas de suspense sin suspense. Los efectos especiales son de lo más mediocres. Y el gore menos gráfico de lo habitual. Todo concluye de forma precipitada y altamente tontaina. Mala sí, pero con el filtro de la nostalgia, y poniéndole cierto cariño, se puede ver... sin dejar de visitar sus redes sociales o páginas web favoritas en el intervalo.
¡Ah! me dice la secre que la casa donde se comete el crimen también salía en "El más allá" de Fulci. ¿Pues bien, no?