El caso de John McNaughton es ya todo un clásico. Cineasta que comienza la casa por el tejado, rodando como debut una -dicen- obra maestra, "Henry, retrato de un asesino" -para mi algo sobrevalorada-, que se verá incapaz de igualar el resto de su trayectoria, inclumpliendo así el rol prometido de nuevo super talento.
Entre la realización de la susodicha y su posterior descubrimiento, pasó el suficiente tiempo para que el muchacho tuviese que buscarse las habichuelas dirigiendo un mero encargo. Las consiguientes obligaciones contractuales de su respectiva promoción le llevaron a ciertos festivales y eventos... justo cuando su primera película comenzaba a petarlo. Claro, así las cosas, McNaughton se encontró en la tesitura de tener que justificarse. ¿Cómo era posible que el tipo responsable de rodar las desventuras criminales de Henry Lee Lucas, con todos sus -supuestos- buenos resultados, firmara ahora una cosa tan costrosa como "Mutación Asesina" ("The Borrower" en versión original, algo así como "El que toma prestado" o "El prestatario")?. Es por ello que, en su visita al Festival de Sitges de la época, el cineasta reconociera sin remilgos la escasa calidad de su segunda obra y explicara que la hizo por dinero. Eso, sin duda, aclararía el descalabro. Y si no lo digo reviento cual supernova: en esa misma edición fue donde conseguí su autógrafo... aunque, irónicamente, todavía no había visto nada suyo. Lo que ocurrió es que estábamos en la puerta del hotel esperando a nuestros verdaderos héroes, Bruce Campbell y Ted Raimi, al salir antes McNaughton le reconocí y me dije aquello de "¿por qué no aprovechar la ocasión?", de ahí que le pidiésemos su firma, con las mismas pocas ganas, convicción y entusiasmo con las que él cumplió y las mismas que invirtió en dirigir esta "Mutación Asesina".
Hay un marciano tan tan malo que los de su especie castigan abandonándolo en la tierra, previa conversión a aspecto de ser humano. El problema es que el disfraz dura un tiempo limitado y, llegado el momento, se verá obligado a sustituir la cabeza, arrancándosela al primer pobre diablo con el que se cruce. Y, básicamente, esa es toda la trama de "Mutación Asesina", el alienígena andando de acá para allá, sustrayendo perolos, interactuando con el "lumpen".... y, por aquello de darle un poco más de color al asunto, pues la historia paralela de la policía que investiga las muertes y cierto drama personal con un criminal que se le escapó y cuyo jeto, inevitablemente, será mangado por el visitante, cerrando así el círculo en plan cabriola. Y digo cerrar "entrecomilladamente", porque el desenlace es tan abrupto como tontaina y precipitado.
Es hasta curioso lo, ¿cómo decirlo?, desganada e insulsa que es una película yanki rodada a finales de los ochenta (aunque lanzada ya en los noventa por retrasos de la distribuidora y demás zarandajas legales) con justo pero tampoco ultra-escaso montante, protagonizada por Rae Dawn Chong y con efectos especiales "old school" del talentoso Kevin Yagher. Quiero decir que, ni vista hoy, con toda la nostalgia y bla, bla, se salva. La carencia de absolutamente todo, suspense, emoción, miedo, acción, risas (se supone en parte comedia, pero está tan mal aplicada que más bien se asemeja a simple incapacidad) contribuyen a que la experiencia se torne tremendamente aburrida. De verdad, es inaudito. Se nota el absoluto desinterés de John McNaughton, se transmite y traspasa, incluso contagia. Tal vez unas manos más adecuadas podrían haber aportado algo, ni que fuese ínfimo, porque elementos hay (aunque, obviamente, lo más llamativo son las escenas de látex en ebullición), pero nada, que no. Tampoco vamos ahora a decir que el guion de Mason Nage, sin duda posteriormente retocado por Richard Fire -responsable del de "Henry, retrato de una asesino"-, fuese una maravilla. Así que en parte es igualmente culpable.
Acompañan a la Dawn Chong, Tom Towles (justo salido de "Henry...", donde interpretó a un memorable y repugnante "Otis"), el eterno poli del cine Don Gordon, Antonio Fargas y Tony Amendola. Kevin Yagher viene asistido por la "KNB Group" al completo, para la ocasión reducidos a un inhabitual segundo -o tercer- lugar.
En la banda sonora suena bastante y decente punkismo, sin embargo no he reconocido a ninguno de los combos correspondientes.