martes, 25 de noviembre de 2025

VEGAS PARTY

“Vegas Party” es un título inventado por los distribuidores españoles sin mucha razón de ser. Tampoco la tiene que a esta película se la conozca de dos modos distintos fuera de nuestras fronteras —y cualquiera es mejor que el que le pusieron aquí—. “Vegas Baby” es el título con el que se estrenó la película en salas de Reino Unido y Australia. Uno que los distribuidores americanos tenían guardado en la manga hasta que no le vieron rentabilidad a la película en su estreno europeo y, en consecuencia, decidieron que en los USA era mejor lanzarla directa a vídeo. Así, maniobraron de forma no del todo honesta, y tiraron por la borda lo de “Vegas Baby” para ponerle uno que, por lo menos, les permitiera vender muchos DVDs; “Bachelor Party Vegas”. ¿Posible intención de los distribuidores? que el público la tomara por una secuela de “Despedida de soltero”. Pero en 2006 el personal ya no era tan ingenuo como para picar con una estratagema de esa clase.
En España, que se editó igualmente solo en vídeo, se tituló “Vegas Party”. Ni tan siquiera hubo imaginación para explotar un poco el asunto bautizándola, por ejemplo, “Despedida de soltero 3: Ahora en Las Vegas”. Por lo menos su mera existencia hubiera tenido más gracia.
Y aunque parezca una mera consecuencia de “Resacón en Las Vegas", en realidad esta película es unos años anterior, de 2006, y en todo caso sería deudora de la moda sobre películas de despedidas de soltero de la que fue víctima la década de 00, e iniciada por la estupenda “Juerga de solteros” que, a su vez, existe como consecuencia de aquella obra maestra de las “bachelor movies” como es la anteriormente mencionada "Despedida de soltero".
La cosa es sencilla: Un grupo de amigos se van a Las Vegas a celebrar la despedida de uno de ellos, y bajo cumplimiento de las normas de las mismas —que vienen a ampliar el dicho americano “lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”— la intención de estos es desfasar lo máximo posible, hasta los límites de la legalidad. Así, se convertirán en los principales sospechosos de un asesinato cometido en el rodaje de una película porno. Lo común y corriente en este tipo de películas, de no ser por un estúpido giro argumental durante los últimos cinco minutos que no se puede desvelar. Por supuesto, al final del evento se lanza un discursito enarbolando la amistad y los valores, como solo los americanos saben hacer. 
Por una serie de burocracias, a pesar del despliegue y lo —más o menos— enrevesado de la trama, tan solo le concedieron al equipo 16 días para rodar la película, un tiempo más que ajustado para una producción de estas características, pero la producción salió a flote y fue terminada.
Floja. No llega a aburrir pero una vez concluso el visionado el espectador se queda con la sensación de no haber visto nada. Intrascendente. Sosa. Ver y olvidar.
Aunque en las “bachelor movies” genéricas suele haber individuos de todas las edades, en “Vegas Party” los protagonistas son jovencitos, veinteañeros, lo que permite que la película contenga situaciones propias de las “teen sex comedies” y, por tanto, el elenco esté cuajado de rostros populares del cine adolescente de la década de dos mil. Así, Kal Penn lleva la batuta adjudicándose  las secuencias de calado más cómico, secundado por otros habituales, pero menos populares, como Jonathan Bennet, Donald Faison, Charlie Talbert  y Aaron Hilmelstein. 
En la parte adulta, Jaime Persly, musa de la comedia “teen” de aquellos años, aquí se interpreta a sí misma en una simpática colaboración en la que, igualmente, se la presenta como musa de la comedia “teen” (valgan todas las redundancias). Diminuto sería el papel que nos ofrece Vincent Pastore, al que todos hemos visto en films como “Uno de los nuestros” y el toque erótico-escatológico lo pone la inconmensurable hermana del productor Robert Shaye, Lin Shaye, haciendo de una stripper muy deudora de lo que ya hiciera con los hermanos Farrelly en “Vaya par de idiotas”.
Para Eric Bernt, guionista de los mayores bodrios que se puedan imaginar (“Los Inmortales: Juego final” entre otros), “Vegas Party” sería su única película como director.