domingo, 16 de marzo de 2008

HONOR DE CAVALLERIA

Fíjense en el póster. ¿Les llama la atención? A mi mucho. Y por eso me quedé enamorado de el. Y después de haberla visto, tambien de la película.
He de reconocer, que a mi estos productos, me dan grima, asco y mal rollo. Pero, exactamente no se que es lo que tiene esta película, que me ha encantado. Y es que aquí donde me ven, yo también peco de tener algo de Snobismo.
Ojeando hace ya un par de años el Fotogramas, descubrí entre sus páginas este cartel. Y todavía me pregunto, que fue lo que me atrajo tanto de el. Y aunque se me paso por la cabeza, obviamente, no fui al cine a verla. Eso si, en cuanto salió en dvd, me la copié y la guardé. Hasta anoche, que me dio por verla.
La película, prepretada por una productora que se llama ANDERGRAUN FILMS (¿), naturalmente es pretenciosa y claramente experimental… pero también sencilla, osada, provocadora y bonita. Dicen los créditos que está inspirada en la obra de Cervantes. Pero olvídense de los molinos, de los gigantes, de los deliros del hidalgo, de los libros de caballería y de las bodas de Camacho. Albert Serra, solamente ha llevado a la pantalla, los momentos de descanso de Don Quijote y Sancho Panza. Momentos que parecen interminables en los que Caballero y escudero, caminan por el campo. O se tumban a la bartola. O se bañan en un lago. Solo eso. No le busquen más, porque no hay. Es mas, si ambos personajes se tumban a la bartola, unos diez minutos, pues eso es lo que va a durar el plano. Diez minutos con los protagonistas tumbados.
Apenas hay diálogos. Si acaso algunas frases sueltas que escupe el Quijote. Sancho Panza, apenas habla. Como un autista o un Border line.
En cuanto a encuadres, reina el caos, pues tan pronto vemos uno súper cuidado, con una bonita puesta de sol al fondo, vemos también uno en el que apenas se ve nada. Al director gusta de sacar a sus actores casi siempre de espaldas, o con rastrojos delante de ellos. Si hay viento, ese viento se oye y la cámara vibra por su culpa. No hay planificación, y si se filma con trípode y uno de los actores se sale del cuadro, la cámara lo sigue, con torpes movimientos, a trompicones, casi oímos crujir el trípode. Todo con un tufillo deliciosamente amateur, aunque el director no lo sea.
Viéndola, llegas a la conclusión, de que es una cinta súper realista y que si Don quijote y Sancho hubieran existido, sus caminatas, hubieran sido así exactamente.
Lo que hace a esta aburrida película encantadora, es precisamente eso, que te aburres, igual que los personajes. Es mágica esta película, porque transmite esa sensación… es que parece que estés dentro de la película. Con ellos.
Lo dicho, que estoy maravillado con ella. No la recomiendo, porque luego seguramente me matéis, ya que tengo casi seguro, que no la percibiréis como la he percibido yo.
También se, que este no es el tipo de pelis que solemos reseñar aquí… pero esto es AQUÍ VALE TODO, así que, aplíquense al cuento.
Además, ¿no me trago esos bodrios de serie z y tan contento? Pues con esto igual.
Lo triste es mi mente cuadriculada, que hace que me sienta culpable, e incluso que me excuse, por haber disfrutado tanto de una película tan opuesta a todo mi mundo. O no tan opuesta… pues siempre me ha gustado el cine extraño, y a extraña, no gana ninguna película a HONOR DE CAVALLERIA. Además, le ha hecho ganar puntos, que no esté subvencionada por el ministerio de Cultura. Y naturalmente, filmada en video.
Para finalizar, diré que con esta peli, me he dado cuenta de lo mucho que me gusta el cine, en todas sus vertientes, de lo mucho que me gusta hacer cine y también de lo fácil que es hacerlo. Y lo mas importante, que al hacerlo, te contentes a ti mismo, y te olvides un poco del resto de espectadores.
Gracias, Albert Serra.
Y ahora, me voy a ver ROCKY IV.