jueves, 22 de mayo de 2008

TRAMPA PARA TURISTAS

Copias de "La matanza de Texas" las hay a cientos, puede que a miles, pero copias que ofrezcan un punto de vista realmente diferente e incluso original, hay mínimas, muy pocas. "Trampa para turistas" está entre ellas.
El inevitable grupo de jovenzuelos en plenas vacaciones, en este caso desérticas (destaca una guapísima Tanya Roberts pre-"Ángeles de Charlie"), recalan casi accidentalmente en un especie de "oasis" presidido por un tétrico museo. El dueño del lugar es un tipejo (Chuck Connors, estrella que nunca acabó de despegar, genial como demente) con poderes telekinésicos que le permiten mover los objetos a su puto gusto, con especial predilección por los maniquíes. Naturalmente, se lo hará pasar canutas a los chavales en su afán de transformarlos en figuras inertes.
Aunque de ritmo muy pausado, y prácticamente carente de cualquier atisbo de sangre (la verdad es que sale poquísima), "Trampa para turistas" funciona de puta madre como producto muy setentero gracias, principalmente, a lo inquietantes y escalofriantes que resultan las secuencias en las que los maniquíes cobran vida, incluso aunque sepas que los "acciona" un tipo con poderes mentales. También es interesante destacar el acertado look de este, en su afán de tener el aspecto impoluto de un figurín de cartón piedra sin conseguirlo, y su macabra y monótona voz que, al menos en el doblaje español, mola que te cagas. Llegados a un punto, la peli entra en el terreno del surrealismo cuando las figuras en cuestión comienzan a tener el aspecto de personas de carne y hueso, cerrándose con un impactante y seco desenlace (muy de la década).
Con Irwin ("La noche de Halloween") Yablans y Charles (Empire, Full Moon) Band en tareas de producción, la dirección y co-paternidad del guión corren a cargo de David Schmoeller, seguramente uno de los cineastas más singulares surgidos de la factoría Band que, de vez en cuando, gusta de firmar sus guiones con pseudónimos italianos, vamos, al revés de lo "normal". Pino ("Aullidos") Donaggio se curra la adecuadísima, y logradísima, banda sonora.
"Trampa para turistas" es, sin duda, un pequeño clásico menor que se esfuerza en aquello que muchas pelis de terror del momento casi habían olvidado: Dar miedo.