
Para empezar, siendo yo poco amigo, y por lo tanto, bastante
desconocedor de la cinematografía de “Bollywood”, hay que decir que no todo lo que
viene de la India se adscribe a esa corriente; “Devil Dead” sería más bien una
película proveniente del “Tollywood” ¿qué es y en que se diferencia de lo otro?
Pues, básicamente, “Tollywood” sería la serie Z de la industria india, mientras
que “Bollywood” serían las superproducciones, el mainstream. También hay que
decir que mientras que “Bollywood” tiene distribución a nivel nacional, “Tollywood”
tiene los estrenos limitados tan solo a
regiones remotas del sur de la India (ya lo dicen en la propia “Devil Dead”:
“En Bombay no saben divertirse”) y en esa zona, D. Ranga Rao (según he leído por
ahí, director descendiente de una dinastía de gente del cine, de abuelo, padre
e hijo directores y/o actores. Lo que viene a ser la familia Guillén Cuervo de
la India, vaya…) se lo monta con los géneros populares, dos pesetas y muy
poquita vergüenza e imaginación, afortunadamente para nosotros.
“Devil Dead”, también conocida como “Evil Death” es el
plagio de “Posesión Infernal” más cochambroso que mis ojos han podido ver.
Cuenta lo mismo que la película original, ya saben: grupo de jóvenes, cabaña en
el bosque, libro de los muertos, bla, bla, bla… y todo ello, más o menos
en el mismo orden que la de Sam Raimi, solo que la ruedan con menos dinero que
estos y una dejadez y chabacanería que asombran y, por ende,
provocan la risa. Porque D. Ranga Rao no tiene dinero para efectos especiales y
en la India los bosques no son tan frondosos como los de las norteaméricas, así que,
quitando las cuatro chuminadas que requieren un poco de sangre ¿cómo resuelve Ranga Rao lo de los efectos especiales? De una manera muy
sencilla: roba planos al “Posesión Infernal” original. Pero ahí no se queda la
cosa. No es que haya cogido una copia en celuloide de “Evil Dead”, recortado y añadido esas escenas a lo que él estaba rodando, no. Han solucionado la papeleta ¡¡filmando las escenas de “Posesión Infernal”
directamente de la televisión!!, con los consiguientes problemas de resolución
y parpadeos que ello acarrea. O sea que hace, el muy hijo de puta, un “telecinado”
a la inversa. Fascinante del todo.
Por otro lado, lo exótico de la propuesta, con esas Indias
tan Indias, esos galanes que si no te dicen que son Indios, te crees que son
gitanos, esas interpretaciones dignas de actores salidos de un hospital psiquiátrico
y, eso sí, un sentido del ritmo bastante marcado, no hay manera de aburrirse
viendo esta película, por muy escaldados que estemos ya de todo este tipo de
propuestas tercermundistas. Lo del raccord es de juzgado de
guardia, al igual que a la producción le sude la polla que, usando escenas
robadas de la cabaña original de “Evil Dead”, ellos utilicen una cabaña adosada
con azulejos azules y blancos, haciéndola pasar por la misma. Inquietante.
Lo mejor son las recreaciones de algunos de las momentos
míticos de la de Raimi: el árbol violando a la chica, está resuelto,
como ya he dicho, a base de filmar de la tele el film original,
entrelazado con material propio en el que vemos a la muchacha agitar
enérgicamente unas ramas gordas que le han puesto en la mano. Las páginas del "Necronomicón" están recreadas en una especie
de cuadernillo en los que se han hecho una serie de dibujos estúpidos con ceras, que son para mear y no
echar gota. Y no les cuento cómo han solucionado lo de la poseída en la
trampilla. Mejor
lo ven, pero les diré que en el set de rodaje no había ninguna trampilla en
el suelo. Por no hablar de los maquillajes… los poseídos aquí tienen
un par de rayones de lápiz de ojos por las mejillas, un par de dientes
cubiertos de negro para parecer que están mellados y la iluminación desde abajo
para darle un tono más siniestro y listo. Tela marinera.
Todo en ella es un despropósito de tomo y lomo. Y lo mejor es que está rodada en el año 2007, pero con la
misma torpeza e ingenuidad que una película, por ejemplo, Turca de los años
setenta u ochenta, y no me cabe la menor duda de que viene facturada de forma
genuina, honestamente, sin forzar toda su cochambre.
Y es que si lo llaman tercer mundo, por algo será…
Muy recomendable, muy divertida y sobretodo mierdosa. Yo
todavía estoy flipando en colorinches.