Película de policías y ladrones al estilo hongkonés, véase
tiros, explosiones, más tiros, alguna que otra patada, más tiros, más
explosiones, gente muriendo, más tiros, sangre, pólvora, plomo, drama… lo
típico.
Los Heroic Bloodshed tienen unas pautas muy marcadas, el
malo es muy malo, pero siempre habrá alguno que no lo será tanto, o incluso que
sea un policía infiltrado. Los buenos no son tan buenos, y muchas veces hacen
cosas ilegales para llegar a cumplir su trabajo (o por avaricia, que también)
Las escenas de acción suelen contar con miles de detonaciones falsas de
disparos, mucho humo de pólvora, muchas explosiones y chispitas, y sangre,
sangre por litros, como si un ser humano albergara 20 litros de sangre. Estos
tiroteos multitudinarios suelen darse en naves industriales acondicionadas con
cajas, pales y demás estructuras que se vendrán abajo, explotaran y saltaran
por los aires. Como he dicho la sangre es importante, y también el drama, y es
que no hay Heroic Bloodshed que acabe de manera satisfactoria, lo que los
americanos llaman “Happy End” , pues en este género, de eso hay bien poco.
Pero claro yo hablo de los Heroic Bloodshed de hace 20, y
aunque el género no ha muerto, muestra son por ejemplo (por eso de estar aquí
reseñadas) Exiled, y metiendo más artes marciales de lo normal en el género,
Duelo de Dragones. Pero, ¿Que ocurre con esta Firestorm, rodada en 2013? Pues que
contiene todos los elementos citados pero se disminuye en mucho los litros de
sangre desparramados. Además hay que sumarle que las explosiones tienen parte
de real y parte de CGI, que no molesta pero se nota. También para las balas les
han metido un efecto tipo bala trazadora, para que sepamos hacia donde dirigen
los disparos los protagonistas. ¿Hace esto mejor o peor la película? No, pero sí
que se nota el paso del tiempo si se compara con cosas como Hard Boiled o Full
Contact, y no tiene que ser a mejor, simplemente a “más limpio”, “más
políticamente correcto”.
La trama gira sobre el Inspector Lui (Andy Lau) que anda
tras el millonario Cao Nam (Jun Hu) pues le supone es el cerebro de una
peligrosa banda de atracadores. Una y otra vez tiene en su mira a Cao, pero
nunca logra reunir las pruebas suficientes para poder enchironarle, además
debido a su elevado status, Cao tiene amigos en todas partes que le pondrán las
cosas difíciles al Inspector Lui. En esta película no tendremos ninguna
afinidad con los delincuentes, son deleznables y para que nos quede claro hay
una escena de tortura, apagando cigarrillos en un brazo, que queda fuera de
plano, pero aun así es desagradable porque a quien se la están aplicando es a
una niña autista.
La película discurre como otra cualquiera de policías y
ladrones, pero no puede acabar bien, siempre alguien tiene que perder algo, o
todos perderlo todo. Nunca existe ese final feliz del que hablaba al principio
y esta película no es menos. Deja pues un sabor agridulce al final, no solo por
lo que ocurre sino por como ocurre y es que el pequeño giro de guion que da ya
en el último tercio de la película, no le sienta especialmente bien y queda
algo forzado.
No es mala película, aunque podría haber sido mejor, lo
bueno es que el género aun no está muerto, y de eso si que me alegro.