lunes, 27 de agosto de 2018

DON'T SPEAK / NO HABLES

Una película que se pretende de terror e intenta  adaptarse lo máximo posible a su reducido presupuesto. La pregunta que yo me hago es ¿Cómo han tenido la torpeza de rodarla en un ambiente diurno? Porque aunque los efectos de maquillaje son más que resultones, estos, debido a tantísima luz, acaban  por destacar más de la cuenta. Ergo, se asesina la posible atmósfera. A parte, creo que hay que ser un completo genio para poder transmitir horror a la luz del día y el director de esta película, Amadeu Artasona, está muy, muy lejos de serlo. Como mucho, un cineasta apañadito que igual en un futuro consigue hacer algo potable. Por lo pronto “Don’t Speak”, no llega a serlo.
Unos jovencitos están pasándoselo pipa en un yate, cuando uno se hace daño en un pie y se ven obligados a desembarcar en el pueblo pesquero  que tienen al lado. Cuando llegan, se encuentran con una serie de individuos de aspecto fantasmal que, al separarse estos, se las harán pasar putas por el puerto. Unas niñas con la boca cosida y una historia en torno a lo acontecido en el lugar años atrás, componen el resto.
Al margen de esto que digo de la luz del día, por lo demás “Don’t Speak” no es mejor ni peor que otras muestras patrias del género. Se impone el aburrimiento y la sinrazón así como el festival de clichés que hacen recordar que, en todos los sentidos, en el cine de terror cualquier tiempo pasado fue peor.
Por otro lado, resaltar también el otro gran problema de la cinta, siendo una producción que está tan solo un peldaño por encima de lo amateur, es que quiere afrontar su material como si de una película de gran presupuesto se tratara. El típico “Quiero y no puedo” del cine de género español de bajo presupuesto. Nada nuevo en el horizonte. Por lo demás, ese doblaje desacompasado, no sabemos si por no rodar con sonido directo o por estar los diálogos en inglés. Tampoco me chirría demasiado en comparación al resto de elementos dentro del encuadre que no funcionan en absoluto. Y, eso sí, malos actores a tutti plenni.
Carne de “Brigadoon” en el festival de Sitges, Amadeu Artasona cuenta en su haber con otro largo previo, “En la carretera” que no parece haber visto vida pública.
Como esta película rula libremente por la red de redes, se ve que al público latinoamericano sí que le ha funcionado. Menos es nada.
Si logra solventar sus carencias, o adaptarse a lo que quiere sin intentar darle apariencia de lo que no es, diré a favor de Amadeu Artasona que tiene madera, y no encuadra mal del todo. Veremos.