viernes, 10 de enero de 2020

THE LOCK IN

Una liga cristiana anti pornografía denominada a sí misma The Holy Moly, decide que una buena forma de concienciar a sus feligreses puede ser a través del cine de terror. Y como el subgénero del found footage es tomado por el pito del sereno, a la hora de abordar una película de estas características abogan por esta vía, porque es fácil, barato y si me apuran, es muy fácil hacer al espectador entrar en ambiente.
Entonces, y teniendo siempre como máxima influencia a “Paranormal Activity”,  The Holy Moly ruedan una película con la premisa de que un buen cristiano ha encontrado la grabación de  unos jóvenes que murieron en extrañas circunstancias por culpa del demonio. Y se nos muestran las imágenes de ese material encontrado. Así, vemos como un grupo de jóvenes se encuentran en una iglesia una revista porno. Al ojearla, esta deja escapar al demonio que les acosará durante su estancia en esa iglesia de la que no pueden salir.
Entonces aquí está el quiz de la cuestión; todo en torno a esta “The Lock In” apesta a basura, no solo por el mensaje anti porno tan deficiente que pretende trasmitir, sino también en el resultado de la película, un rollazo de tres pares de cojones, con unos chavales hablando entre sí mientras se recorren una iglesia y dos o tres momentos de terror. ¿Funcionan esos dos o tres momentos? Quizás yo me sugestiono demasiado a la hora de ver un found footage, porque lo cierto es que, conmigo, estos momentos han funcionado. El vídeo es un formato maravilloso para este tipo de películas y a nada que tengas un buen foco, una oscuridad total y un par de ruidos bien metidos en momentos determinados, es muy fácil conseguir cierto suspense cuando estás haciendo un found footage. Y eso es exactamente lo que le ocurre a esta “The Lock In”, que determinados momentos funcionan. Logran crear cierta atmósfera en algunos momentos (no en todos, en otros detectamos perfectamente cómo han sustraído algunos sonidos de otras películas existentes. Y se nota porque al introducir esos sonidos, la mezcla es de lo más chabacana) y entonces, con un par de golpes en el momento preciso, consiguen asustarnos, al igual que lo logran con la imagen de un niño supuestamente poseído y cuya cara, a base de CGI, austero, pero resultón, también resulta acongojante. Pero quizás es una cuestión más personal que otra cosa, porque lo cierto es que esta película sirve para que medio fandom americano y medio fandon inglés, se mofen de manera despiadada de ella.
Y es que al margen del miedo que me puedan dar a mí determinadas situaciones filmadas en vídeo, todo lo demás de “The Lock In” es una basura infecta y pordiosera. No solo por el uso insípido que se le da a la cámara de vídeo, sino porque contiene todos los clichés del género introducidos a destiempo, quiero decir, que los pixelazos, los fallos del vídeo, (fallos estos típicos de found footage, pero que en la vida real no suelen suceder) están metidos con calzador incluso en momentos que no vienen a cuento, como al principio, que un muchacho pone a grabar la cámara y la deja sobre la mesa. Ahí se ven unos cuantos drops que no deberían estar en absoluto. Continuarán apareciendo  cuando al editor mejor le convengan.
Pero sobre todo, y al margen de estas chapuzas habituales en las películas de poquísimo presupuesto, lo que es verdaderamente intolerable, es lo aburridísima que es la cosa, insoportable, ergo, si es cierto que el terror de esta película funciona en general, esto tampoco compensaría el soportar todo el coñazo de antes, durante y después.
Pero no deja de tener cierta gracia que el desencadenante de todo el mal sea una revista porno en el interior de una iglesia. Desde luego, el mensaje nos queda claro.
Dirige esta cosa un tal Rich Praytor que previamente había dirigido otra ponzoña de carácter cristiano y después un par de documentales.
Es tan mala que a su lado, el primer exploit de “Paranormal Activity” made in The Asylum, “Paranormal Entity” es una gran película entretenida de pelotas.
Caca de la vaca. Pero de la vaca loca.