lunes, 2 de marzo de 2020

KNOCKOUTS

Extraña y estúpida cosa sin razón de ser. Una película fallecida antes de nacer que se queda anclada en un estilo indefinible —e indescifrable— que la sitúa a varios kilómetros del porno, soft o hardcore, el erotismo o cualquier género que sirva para que los pajilleros le den al manubrio. Digamos, que la función de esta película es similar a la de un calendario erótico de los años 80; decorar la cabina de cualquier rudo camionero. Un adorno.
Y es que, a base de larguísimas conversaciones, eternos planos y muy poquita pericia, esta película cuenta la historia de una serie de muchachas, presuntamente estudiantes a pesar de la pinta de zorrupias trasnochadas que tienen, que pierden todo su dinero jugando a las cartas. Por otro lado, deciden posar por dinero para unos individuos que las graban en vídeo sin saber muy bien por qué, y estos no las pagan, por lo que al final decidirán conseguir pasta en un combate de lucha libre femenina. Todo esto contado en tan solo dos actos; la primera hora vemos como intentan ingeniárselas para conseguir el dinero, y en la última (eterna) media hora, vemos el combate de lucha libre. Todo ello no es más que una excusa para mostrarnos todo el rato a las chavalitas en bikini y, eventualmente y sin motivo, sus tetas. Pero ni escenas de cama ni nada que se le parezca, todo muy tonto y aséptico. Y es que parece una película porno a la que le han quitado todo el folleteo. No vamos mal encaminados en cierto modo.
Se trata de una película de John T. Bone, director de cine porno que tuvo cierta relevancia a mediados de los 90 por ser el responsable de rodar los dos violentos y míticos gang bangs al servicio de Anabel Chong y Jasmine St. Claire, vamos, un profesional del porno metido en la industria a fondo. Pero se ve que el muy pillo tenía inquietudes artísticas y en 1992, decide alejarse del porno como experimento rodando esta comedia, “Knock Outs”. Entonces, ese es el motivo por el que parece una película porno sin folladas. Y es que, naturalmente, “Knock Outs”está rodada con los mismos medios de una película porno, con el mismo equipo de una película porno y con un reparto de actores y actrices del porno, por eso, el resultado no es mucho mejor que el de una película hardcore. La intención era buena, pero este tipo de directores saben rodar lo que saben rodar, ergo, esta película no tiene razón de ser. La película entera, es lo que adelantamos con el fast fordward en las películas porno.
Entonces, la total ausencia de ritmo es una constante, no sabe condensar el escueto argumento y lo que vemos se hace largo en demasía y al espectador se le queda cara de ladrillo al no comprender nada de lo que está viendo.
Curiosamente, y al tratarse de “una comedia loca y respetable”, T. Bone tiene la gracia de firmarla con su auténtico nombre, John Bowen y se queda tan pancho.
En una entrevista T. Bone declaró que en las escenas de combate las chichas no utilizaron dobles y que fueron ellas quienes realizaron todas las acrobacias… flexibles son un rato, eso es verdad.
Solo para los muy, muy, muy curiosos…. Bueno, no. Creo que ni para esos.