sábado, 2 de enero de 2021

EL ROSTRO DE LA VENGANZA (BRUISER)

Ya podía el bueno de George A. Romero estar agradecido a la apestosa, cansina y doliente moda zombie que se produjo a inicios de los 2000, porque si no llega a ser por ella, que fue lo que provocó su recuperación para el cine con la simpática "La tierra de los muertos vivientes", la carrera del magno cineasta hubiese terminado con el cambio de siglo. Su largometraje previo, la sosita "La mitad oscura", sumaba ya siete años y fue un fracaso. Pasado ese tiempo, Romero lo intenta con "Bruiser", en la que se aleja un poquito del terror puro y duro para adentrarse en algo así como un thriller con sutiles tintes sobrenaturales centrado en la historia de Henry, un aspirante a yuppie que no consigue escalar puestos en la vida a pesar de disponer de todas las herramientas para lograrlo. Su mujer se folla al cansino del jefe, su mejor amigo le roba y, en general, la gente le ignora. En sus fantasías, Henry se toma la revancha con violencia, pero solo son eso, fantasías (aspecto este que conecta con los momentos de "Creepshow" en los que Hal Holbrook imagina que se carga a su irritante esposa. Por cierto, aquel personaje también se llamaba Henry). Hasta que un día, tras sufrir la humillación final, despierta con el rostro borrado, sin expresión, blanco como la lefa y, ya puestos, muchas ganas de llevar acabo todo aquello que antes no podía por cuestiones morales, lo que incluye cargarse a todos los que le hicieron un feo.
Cuando, pocos años antes de su muerte, George Romero hablaba de esta película, se refería a ella como algo tan pequeño e insignificante que nadie la habría visto. Y no me sorprende nada. Aquí llegó directamente en vídeo. Bien mirado, fue el modo más efectivo de evitar que el personal se percatara del mojón que había producido, un auténtico borrón en su curriculum. Cierto que no he visto sus películas "invisibles" previas ("La estación de la bruja" o "There's Always Vanilla"). Que "Martin / El regreso de los vampiros vivientes" me parece un coñazo. Que luego haría la mucho más espantosa "El diario de los muertos". Y, bueno, joder, si es que a la misma "Noche de los muertos vivientes" me aburre desesperadamente. Pero "Bruiser" tiene el problema de que arranca bien, con un inicio interesante, y podría haber sido una buena película. Sin embargo, ver cómo se va desmoronando a medida que avanza, con esa segunda mitad increíblemente aburrida y, sobre todo, un desenlace carnavalesco absolutamente patético, incluidos toques de humor irritantes y unos "Misfits" de segunda mano dando el cante, se convierte casi en una tragedia. No, no es de extrañar que nadie recuerde "Bruiser", por mucho que a los pimpollos de "Bloody Disgusting", defensores-poseur de todas las causas perdidas, les de por proclamar a los cuatro vientos que en realidad es una obra maestra infravalorada.
El reparto depara algunas agradables sorpresas, como Peter Stormare y el gran Tom Atkins.