sábado, 5 de marzo de 2022

SCREAM 2022

Cuando me enfrento a la enésima entrega -tardía y motivada por la nostalgia más mercantilista- de un film de mi género favorito, tiendo a deglutir todas las pelis precedentes, en orden, antes de llegar a la más reciente. Es un juego divertido que incluye ver evolucionar la historia y envejecer a los personajes / actores. Procedí así con la saga "Saw", por ejemplo. Ahora, con el lanzamiento de la nueva "Scream" (la quinta, aunque no lo ponga en el título), me animé a repetir la hazaña. Vi las cuatro previas. A una por día. La intención original consistía en escribir sobre todas. Un repaso escueto, pero conciso, como el que en su día dediqué a "Phantasma". El problema es que, a rasgos generales, las "Scream" movies no me inspiraron ni una sola línea. Seloplico...
Nunca he sido fan de la saga. Reconozco que el primer "Scream" -que vi en su día en el cine- dispone de un sutil encanto. Es razonablemente entretenida. Un genuino film de terror. Las tonterías posmodernas y auto conscientes aún suenan algo novedosas. Y se ciñe con bastante dignidad al modelo slasher. Es cierto que sus tics noventeros irritan (ese reparto repleto de niños guapos, blanquitos y ricos, la sobre iluminación, la ausencia de genuinos elementos exploitation), pero incluso, vistos hoy, tienen su gracia. Así que esta puedo tolerarla. Sin embargo, las consiguientes continuaciones son terriblemente malas. De la segunda a la cuarta. En muchos casos casi parecen telefilms. Y ni siquiera de terror. Da la sensación que en cualquier momento, en cualquiera de ellos, entrará en escena Angela Lansbury.
Tal vez por eso afronté este "Scream 2022" con desgana (aunque curiosidad). Y, tal vez, esa es la razón por la que me sentó mejor. O quizás sea, simplemente, una buena película, lista para ver y olvidar. 
La cuestión es que entramos en el terreno de lo que, en la misma trama, califican de "recuela". Es decir, un remake disfrazado de secuela tardía y que incorpora personajes avejentados de los films "antiguos". En este caso Neve Campbell, David Arquette, una feísima Courtney Cox (da grima compararla con la versión monísima y pizpireta que aparecía en "Masters del universo") y Skeet Ulrich. Podríamos añadir también a Marley Shelton, que salía en la cuarta. Estos se entremezclan con los personajes nuevos, una panda de jovenzuelos no excesivamente repugnantes (y donde, por supuesto, caben un gay, una lesbiana y uno de piel tirando a oscura). Juntos tendrán que descubrir la identidad del nuevo Ghostface, al que le ha dado por asesinar peña relacionada con aquellos que murieron en las pelis previas. Los crímenes son un pelín más gráficos de lo que la franquicia nos tenía acostumbrados (¡¡han tenido que pasar 26 años para ello!!). Y, esto sí sorprende, la figura del psycho-killer resulta más amenazante que nunca. Impone, a pesar de lucir el disfraz reglamentario que todos conocemos. Eso significa que, por primera vez, alguien ha sabido filmarlo debidamente. ¿Tal vez el problema que tenían los "Scream" precedentes era.... Wes Craven? Al fin y al cabo, ya entonces encajaba como un guante en el rol de "cineasta maduro hastiado de su vinculación con el género". En esta ocasión no dirige por razones obvias, de eso se encargan Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, responsables de una peli que parece gustar a todo el mundo menos a mi, "Noche de bodas". Tampoco el guion es de Kevin Williamson, sino de  James "Zodiac" Vanderbilt y Guy Busick quien, por cierto, ha escrito la nueva "Destino Final". Ambos se aferran bien fuerte, y con delectación, a los tropos de la franquicia. Si en las entregas previas se hacían "discursos" -tirando a críticos- sobre la nueva tendencia en cine de terror del momento, ahora toca meterle un -merecido- cachete a esa cosa aburrida y pedante que algunos llaman "terror elevado" (la única que me funciona del pack es "Midsommar"). Luego, la "friki" del grupo (que pal caso folla con otros coños, todo un cambio) suelta un "speech" muy logrado, y perfectamente medido, sobre el mentado fenómeno de la "recuelas". Uno que encaja mucho y muy bien en lo que cuenta la misma "Scream 2022".
Pues lo dicho, una cosa más o menos entretenida. Nada que nos haga vibrar, ni saltar del sillón (salvo algunos sustos que te funcionarán si no estás muy puesto en estas lides). Pero se deja ver y, sobre todo, devuelve cierta "dignidad" a la saga, una que no lucía desde 1996.