Martín Garrido Ramis, ya cómodo y a sus anchas en el cine de bajísimo presupuesto, aprovecha la coyuntura que en su momento le ofrece la pandemia por Covid 19, y en un alarde de oportunismo máximo, se saca de la manga una película que rodada con menos de 6000 euros por un equipo técnico reducido, ambienta su historia en medio de la pandemia y durante el confinamiento.
Obviamente una película sobre ese tema e intentando llegar a las salas lo antes posible llama la atención del público, sin embargo, si los presupuestos que maneja Garrido son escuetos, más escueta es la distribución a la que tiene acceso, por lo que la película se estrenó en salas en Noviembre de 2021 de manera muy reducida. En consecuencia, yo creo que solo conocemos la película los que seguimos muy de cerca al director mallorquín, porque para el resto de los mortales “Confinados” —no confundir con la película americana de idéntico título dirigida por Doug Liman y protagonizada por Chiwetel Ejiofor— ha pasado directamente desapercibida.
Al margen de esto, la trama dentro de los días de confinamiento es meramente circunstancial y para explotar el filón de la actualidad, porque la historia que nos cuenta se podía desarrollar perfectamente en un universo libre de coronavirus.
Un jubilado que ha cotizado poco y tiene una pensión paupérrima, decide ofrecerse voluntario para probar una vacuna experimental contra el Covid 19, motivo este por el que percibirá 5000 euros. Por otro lado, se entera de que la mujer de un cura que acaba de fallecer, escondía en casa de este una fortuna, motivo por el cual nuestro protagonista decidirá suplantar la identidad del cura muerto y, pasando el confinamiento en su casa, buscará ese dinero escondido. La cosa se le complicará cuando descubra que hay varias mujeres con la llave de esa casa, que desempeñando las labores habituales en ese hogar, entrarán y saldrán del domicilio a antojo. Como creen que nuestro protagonista es en realidad el cura, este aprovechará la situación para sonsacarles información.
“Confinados”, rodada de manera totalmente barata y con cierta conciencia de ser lo que es —una película semi amateur—, está concebida desde el principio de tal manera que no le costara mucho a Garrido llevarla adelante: Poco más de dos o tres localizaciones y prácticamente en interiores. Sin embargo, la película, que se sustenta a base de conversaciones, en ocasiones con diálogos un tanto forzados, termina resultando algo insulsa y desangelada. No llega a horrorizarnos, pero en ningún momento Garrido consigue captar nuestra atención al 100%.
Asimismo Martín Garrido también es autor teatral y quizás “Confinados” hubiera sido más interesante como obra de teatro que como película, porque pienso que ese formato es más adecuado para la forma en que se nos cuenta esta historia. Entonces, sin más, resulta que “Confinados”, probablemente sea la película más floja de su actual etapa, incluso por debajo de títulos que tampoco destacaban en demasía como puedan ser “Una función para olvidar” o “Turbulencia Zombi”. Y es que en realidad, parece que es una película cuya única razón de ser es ver si con lo de la pandemia sonaba la flauta. Igual Garrido tendría que, además de aprovechar la oportunidad, haberse currado un poco más la que hasta ahora es su última película.
Pero el cineasta nos cae en gracia, casi, casi aprueba y esperaremos con expectación su próximo atentado filmico. Porque Martín Garrido Ramis es un terrorista. Vocacional además.