En el momento de mayor popularidad de NWA, el grupo más peligroso del mundo según ellos mismos, y en un tiempo en el que el videoclip estaba en auge y otros rappers como Ice-T lanzaban, además de sus respectivos álbumes, cintas en VHS en la que aglutinaban el grueso de los vídeoclips del elepé de marras (en el caso de Ice-T, lanzó la versión audiovisual de su “O.G. Original Gangster”, es decir, una cinta con la totalidad de las canciones del álbum en versión videoclip), a los de Compton se les ocurrió sumarse a aquella moda en tiempos convulsos de fama, y en un momento en el que los ánimos estaban alterados tras la marcha de Ice Cube, que fue el más listo del grupo y, al comprobar que su manager Jerry Heller les estaba timando, se fue de NWA de mala manera. El “Efil4Zaggin” (Niggaz 4 life leído al revés) fue un excelente álbum que no se vendió mal en absoluto, pero que presagiaba el inevitable final de la formación. En esa tesitura, de su último elepé, NWA rodaron tan solo tres videoclips que apenas fueron emitidos por televisión y que, tampoco tuvieron la repercusión deseada, pese a que el disco se vendía solo. La versión vídeo de esta aventura se traduciría en esta cinta: “Efil4Zaggin: The Only Home Video” y, desde luego, resulta un documento de lo más interesante. Se trata de lanzar formato vídeo los tres videclips rodados para ese álbum, pero como era poco material para meter en una cinta, lo rellenan con grabaciones caseras realizadas por los propios componentes del grupo, de esta manera, entre vídeo y vídeo vemos lo que ocurría entre bastidores, sesiones de grabación, cómo se hicieron los videoclips y demás material a partir de los Hi-8 de Eazy-E, MC Ren y Yella (Dr. Dre no solía ir armado de vídeo cámara). Con lo cual vemos a los raperos en su propio ambiente y comportándose como auténticos mastuerzos. Incluso incluyen un pequeño corto guerrillero en el que algún amigo de ellos, interpreta a Ice Cube, y recrean cómo abandonó el grupo según la versión de estos, en plan de mofa, e involucrando al propio Jerry Heller que fue quién más echó en falta a Ice Cube cuando se marchó.
Todo ello montado de manera dinámica, haciendo acompañar las imágenes con distintas canciones del disco en ciernes. Cobra especial interés el poder ver en primer término, las fiestas que, como estrellas del rap que eran, organizaban en la piscina de alguna mansión hollywoodiense, donde podemos ver a todo el mundo en su salsa y, sobre todo, el comportamiento de las groupies que campan por allí, y que no dudan en poner cachondo al personal, bañarse con una camiseta blanca, arrancársela al borde de la piscina, quitarse el bikini y acabar abriéndose de patas para que todos pudieran ver sus vaginas esplendorosas. Cuando no, las vemos practicando felaciones a miembros del staff de la banda. Las cámaras de los raperos se recrean en estos actos y tiran de zoom que da gusto. Lo curioso de todo el asunto, es el look del Hi-8, y, teniendo en cuenta que lo que esas cámaras capturan es una vida de lujo y exceso, la textura de ese vídeo noventero hace parecer a todo aquello de lo más sórdido, y en lugar de contemplar riqueza y bonanza, da la sensación que seamos testigos de todo lo contrario.
La cinta apareció en un momento en el que NWA ya estaba casi disuelto por toda suerte de acontecimientos y tan solo se distribuyó un número limitado de copias de la cinta, motivo por el que durante décadas fue un objeto difícil de conseguir. Hasta que se reeditó de nuevo, de aquella manera, en DVD y llegó Internet y, en consecuencia, todo se volvió fácil.
Muy interesante, sobre todo para fans de la banda. Al resto del mundo, este experimento se la puede traer floja.
Dirigen y montan muy hábilmente todo ese material casero, Mark Gerard y Donovan. El primero se dedicó posteriormente al material audiovisual para raperos, y el segundo se quedó para la parte técnica del sonido de algún corto y para esto. Sin mayor trascendencia.