Hubo un tiempo en el que C.Thomas Howell era un actor que prometía mucho, había currado para Coppola y Spielberg y un mundo repleto de posibilidades se abría ante él. Hoy, pasados muchos años, toda esa estrella se apagó y Howell, casado y con hijos, se ve obligado a aceptar cualquier oferta mierdosa con tal de cobrar. Suerte para él que una de esas micro-productoras que le ofrecieron curro en un momento dado eran los chicos de "The Asylum". Por lo visto hizo buenas migas con ellos, y hoy por hoy no sólo es un actor habitual en su nómina, sino que también ha podido retomar una carrera como director que tenía abandonada desde 1997. Y yo que me alegro, oye.
Para el asilo Howell ha dirigido "The Land That Time Forgot", la jodidamentea aburrida "War of the Worlds 2: The Next Wave" y esta que toca ahora, "The Day the Earth Stopped".
No creo que sea necesario aclarar el origen del producto y el film mainstream del que chupa y deglute, pero conque siempre hay algún papagayo adormilgado por ahí, diremos que ese honor pertenece a la reciente -y regulera- nueva versión de "Ultimatum a la tierra" (es decir, "The day the earth stood still").
"The day the earth stopped" cuenta lo mismo con leves variantes: Unos robots enormes llegan a la tierra, y se sitúan en varias ciudades importantes del planeta, inmóviles (lo que acorta mucho el presupuesto). Lo hacen al mismo tiempo que un par de marcianos con aspecto humano (y en pelotas, como en "Lifeforce"... la tipa está de rechupete), que son atrapados por el ejército. Los recién llegados cuentan lo que ya sabemos, los robots están ahí para destruir la tierra dado su potencial peligroso de cara al resto del universo. Suerte que el soldadito raso interpretado por C.Thomas Howell descubrirá que en el fondo no son mala gente y decidirá liberarlos (miento.. solo a la chavala del espacio... ¡no es tonto el colega!, al otro marciano que le den morcilla). Al final... pues bueno, los visitantes descubren que no somos tan malvados y se largan sin destruir demasiado... y una vez más, los responsables de los efectos infográficos (tan mediocres como siempre en "Asylum") sonríen felices.
A diferencia de "I am Omega", este sí es un típico producto de la casa... es decir, aburrido del cagarse, lento, con diálogos y más diálogos y más diálogos y más... y el elemento "povera" habitual, escenas apocalípticas sin extras, callejones (no se qué manía tienen los de "Asylum" de rodar siempre en callejones... supongo que así no pagan permisos) y cagaditas (mola mucho cuando un personaje exclama: "Vosotros tenéis el único coche que funciona en la ciudad"... a partir de ese momento, no cesaremos de ver autos cruzando al fondo de las imágenes).
Esta no la recomiendo, ni para una siesta!.