sábado, 4 de mayo de 2013

LA IGLESIA DE SATÁN

Que gran sorpresa me llevé, en uno de esos establecimientos que venden dvd´s tiradísimos de precio, cuando vi que el documental “Satanis, the devil´s mass”, un documental de culto sobre la famosa Iglesia de Satán, engañabobos creación del llamado “Papa negro” Antón Lavey, que incluso logró tener como miembros a  entes influyentes de la farándula Hollywoodiense, estaba editado en nuestro país, en su versión doblada. La gracia está en que venía dentro de una colección de documentales sobre “lo desconocido”, bajo el título de “La Iglesia de Satán”, vendiéndonoslo como un documental respetable de esos de la BBC.
Sin embargo, en los USA, este documental rula más por los circuitos de la “Explotation” y los programas dobles (la edita “Something Weird video).
Sea como fuere, yo tenía cierto interés en verlo, y he podido hacerlo en las mejores condiciones.
El documental cuenta, a base de rodar misas negras oficiadas por el caradura de LaVey, y entrevistas a él mismo, a sus adeptos, y a varios de los vecinos del edificio dónde se practicaban estas ceremonias, la filosofía de esta extraña secta, que básicamente lo que hacían, era soltar cuatro chorradas (LaVey ni se sabía más de cuatro nombres para nombrar a Satanás, y hacía misas de no más de cinco minutos), con una tía en pelotas tumbada en el altar.
Las quejas de los vecinos, tampoco son para tanto, puesto que tampoco era una secta muy escandalosa, y cuyas excentricidades eran casi infantiles; LaVey, se vestía de demonio a la vieja usanza, con cuernecitos y todo, o tenían un león como mascota, amparándose en una ley que no prohibía tener leones en casa. Hay quien dice que incluían al león en sus prácticas sexuales, pero no dejan de ser habladurías de los vecinos. La sensación que me queda tras ver el documental, es que se trata de unos pobres “diablos”-nunca mejor dicho- y que el director era amiguete del “Papa negro” y que esto no es más que una película de burda propaganda.
Lo bueno, es ver las texturas y colores en los que está rodado el documental, sus 16 mm. Y todo muy “camp” y alegre, a pesar de la supuesta oscuridad de lo que retrata, que le confiere, al documental, aires de película “Nudie”.
Con todo, el documental se deja ver, pasamos el rato, y hasta nos echamos unas risillas con el atuendo de Antón LaVey, su caradura a la hora de reivindicar cosas como el sexo libre, y nos jactamos al comprobar que la famosa Iglesia de Satán, no es sórdida, si muy ingenua, no hacen nada provocador, por sacrificar, no sacrifican ni un melocotón, y en definitiva, es una tontería muy gorda. De hecho, esta secta es más popular por los rumores que corren de que Antón LaVey fue el asesor satanico de Roman Polanski en “La semilla del diablo”, hecho este, real o no, que le emparentó directamente con el caso Charles Manson, que por si misma.
Dirige, no sin cierta inutilidad un tal Ray Laurent, que cuenta únicamente con esta película en su filmografía, así como unos cuantos títulos de baja estofa de los que es montador.