sábado, 12 de mayo de 2018

THE TERRIBLE TWO

Medianamente engañado por aparentes reacciones entusiastas, me senté frente a "The Terrible Two" esperando una pequeña joya "indie" y lo que me encontré refuerza, una vez más, mi teoría de que los fans del cine de terror somos gente tan sufrida como ingenua. A pesar de las continuas decepciones, y tremendos topetazos, todavía tenemos fe respecto a las nuevas películas que se estrenan. Seguimos dándoles una oportunidad. Y aunque luego pasa lo que pasa, no desfallecemos. Un caso clínico, desde luego.
"The Terrible Two" narra la historia de una pareja joven en espera de retoños que se instala en una casa recién adquirida. Siete años después las dos hijas fallecerán el mismo día que, encima, resulta ser el de su cumple. Obviamente la madre se vuelve medio tarumba y comienza a hablar con ellas aunque no estén... ¿o sí están?. Descubrir que el anterior inquilino era un tipo en constante lucha contra las fuerzas del mal no ayudará mucho.
En esencia estamos ante otro ejemplo más (y van??) de que el cine digital está asesinando al séptimo arte. Que cualquiera pueda disponer de acceso a cámaras y equipo básico tiene su lado bueno, por supuesto, pero abundan más los que hacen películas por ponerse la medalla de cineasta antes que por el deseo de narrar o transmitir algo. Y ese parece el caso de Billy Lewis, responsable de este estropicio.
Hay quien osa defender "The Terrible Two" alegando que "con tal presupuesto y los pocos días para hacerla ha salido algo digno". Esa sentencia sería justa si la película fuese algo más que 80 minutos de personas hablando sin parar ni salir de una casa. Pero tal y como es, no existe posible defensa. Esencialmente porque no tiene NADA. Está vacía por dentro y por fuera. Resulta totalmente insulsa y mortecina. Y uno se pregunta dónde demonios está el dinero invertido, aparte de para una cámara digital profesional y algún que otro bocadillo destinado al equipo. Digo yo que si vas a hacer algo así, mejor opta por incorporar a tu película ALGO que la haga destacar, que la haga distinta o disfrutable ni que sea por alguna idea descabellada y demencial. Pero en una situación de carencias como esta, lo peor es intentar contenerse, aparentar ser "mainstream" y apoyar el peso de tu obra en actores muy limitados y unas niñas incapaces de dar miedo, que en sus apariciones fantasmagóricas solo tienen aspecto de, eso, niñas con caretas moviéndose torpemente.
La parte buena es que por momentos "The Terrible Two" alcanza niveles de ridiculez que garantizan alguna risotada... aunque no las suficientes como para poder "disfrutarla". El ejemplo completamente opuesto lo tendríamos en ESTA otra película también de casas encantadas, también risible, también torpe, pero mucho más desmadrada y, por ende, mucho más memorable.