“Still: La vida de Michael J. Fox”, en esencia cuenta exactamente lo mismo que su libro de memorias “Un hombre afortunado”, a saber: Su ascenso meteórico de la frugalidad a la fama tras conseguir un papel principal en la sitcom “Enredos de familia”, el éxito arrollador tras “Regreso al futuro” y las dificultades que tuvo para compaginar el rodaje con la serie, los excesos etílicos tras esa etapa y ¡boom!, cómo su vida pega un giro de 180 grados el día que su dedo meñique comienza a temblequearle de forma descontrolada. En realidad se trata de mostrarnos 20 años de carrera actoral contra 30 de lucha contra la enfermedad de Parkinson, motivo este por el que todo documental, memorias o biopic que se pueda hacer sobre Michael J. Fox se centra más en la enfermedad que en una trayectoria que, aún con títulos míticos y esenciales para la historia del cine, se quedan en una mera anécdota. Así que este documental incide mucho en ese tema como se podrán imaginar.
Sin embargo hay varios factores que lo convierten en estupendo y algo por encima de la media: En primer lugar las entrevistas cara a cara con Michael J. Fox en la que, según lo medicado que vaya, son más o menos evidentes los efectos devastadores del Parkinson en el actor. En ellas desprende honestidad y sentido del humor, asumiendo que igual en su vida en la cima era un poco gilipollas y que, quizás, la enfermedad le puso un poco en su sitio, así como hace alarde de un gran sentido del humor soltando algún que otro chiste relacionado con el Parkinson.
Narrado con la voz en off del propio actor, “Still: La vida de Michael J. Fox” tiene además la complicada y brillante idea de mostrarnos recreaciones de su vida, pero en lugar de hacerlo con actores que no se parecen en nada en cutres escenificaciones, proceden a través de escenas de sus películas manipuladas de tal manera que lo que se nos cuenta es su propia historia. Y queda de puta madre. De hecho, me parece un trabajo de orfebre y es en esta parte en la que se da mayor cabida a su trabajo como actor, sin dejar de mostrarnos las triquiñuelas que en los 90 Michael J. tenía que hacer para ocultar en pantalla sus ya visibles efectos, siendo la serie “Spin City” donde mayor era su nivel de Parkinson.
Asimismo, ya de vuelta de todo, J. Fox deja que se le filme en su día a día, y ahí somos conscientes del avanzado estado de su enfermedad, hasta el punto de pasarlo mal viendo cómo anda, cómo se tropieza y cómo, por culpa de eso, tiene medio cuerpo con los huesos rotos y el otro medio lleno de clavos que de vez en cuando se le infectan. Sin duda, este documental te hace tomar conciencia.
Pero al margen de todo esto, como película, “Still: La vida de Michael J.Fox” es estupenda, narrada toda con mucho brío y de forma amena a pesar de lo duro de gran parte de lo que nos cuenta. Sobre todo existe la intención de ofrecerse un buen producto. Consiguiéndolo con creces.
El director, Davis Guggenhein, es, a estas alturas, un documentalista de prestigio, y si en la ficción no le fue del todo mal con películas como “Rumores que matan” en el documental llega a su cenit con “Una verdad incomoda" En realidad Davis es un hombre de televisión que ha dirigido la hostia de capítulos de las más variopintas series, destacando en su currículum cosas tan populares como “Alias”, “24” o “The Defenders”.
“Still: La vida de Michael J. Fox” sería su aporte al mundo documental de las plataformas streaming, en este caso para Apple T.V. y, de verdad, ha conseguido un documental cojonudo que nadie debería perderse, por tratarse del actor que se trata, al que todos queremos mucho, y por tratarse de una enfermedad que no se la deseo ni al peor de mis enemigos (bueno, a ese a lo mejor sí).