miércoles, 3 de abril de 2024

MINUTOS MUSICALES 24: ANTI-CRASS, 2ª PARTE / SPECIAL DUTIES

Han sido miles las ocasiones en las que he hablado con dolor de la triste evolución que sufrió el punk desde sus inicios, por ahí mediados de los setenta, hasta nuestros días. Deteniéndome con honores en la década de los ochenta y, muy especialmente, Inglaterra. Dicho de otro modo, cuando la libertad creativa, ideológica y humana inherente al punk primigenio mutó a moda y fue adoptada por los medios amarillistas, centrados en exagerar su lado provocador a la búsqueda de titulares llamativos y ventas, e influyendo en el público joven e impresionable quien, ansioso de encontrar esa "diferencia" que uno busca a tales mongólicas edades, lo adoptó y auto aplicó cual evangelio. Y, ahí, el punk prostituyó todo aquello que significó en su momento para mutar a submovimiento dogmático, uno donde se exigían sonidos específicos, estéticas específicas, actitudes e ideas específicas, todo rebañado en una estultez + facilón efecto "shock" absolutamente deplorables. Y, salvo casos muy concretos y minoritarios, así ha sido la cosa desde entonces.
Bien. Pues si hay un grupo que lo ejemplifica de manera magistral, rozando la parodia involuntaria, ese es... no, "Exploited" no -aunque se aproximan-, hablo de "Special Duties", cuyo primer disco respondía al nada sutil nombre de "77 in 82". Cuando oportunamente reaparecieron en los noventa motivados por un reinterés mediático en el punk -de la mano del "boom" "Green Day"-, además de grasa, traían un disco nuevo bajo el brazo. ¿Y cómo se llamaba? "77 in 97". Con eso, está dicho todo.
En realidad no, digamos un poco más.
Semejante obsesión con las maneras del 77 quedaba algo descuadrada cuando, escuchándolos, descubrías que los "Duties" sonaban exactamente igual a muchas de las bandas de su periodo (el llamado UK Punk 82, la versión "cartoon" de lo ocurrido cinco años antes), sin conexión alguna con, no sé, "Buzzcocks", "Chelsea" o "Slaughter and the dogs". Carecían de ideas propias, originales o, cuanto menos, frescas en sus letras, composiciones, portadas, títulos y absolutamente todo lo que les definía. Eran un mazacote. Un ladrillo. Imaginación, estilo y personalidad cero.
Eso no significa que no pudieras consumirlos con la misma actitud que se consume la comida basura, por supuesto. En especial su "hit" -por así llamarlo-, "Violent Society" (ya les dije, imaginación al poder), que suena de este tan previsible pero gozoso modo...

Resulta irónico que, cuanto más apestufaba el cadáver, más se mosqueaban aquellos integrantes -culpables de su fenecimiento, sin duda- al leer o escuchar aquello de "Punk is Dead". Y, justo, ese era el chinchante título de uno de los primeros temas de "Crass", que sentó como una patada en el orto a "los otros". Así pues, tocaba rajar del combo anarquista, valiéndose de un insulto tan poco creativo como los repertorios musicales de los insultadores: viejos hippies. Actuando de tal modo, otorgaban a "Crass" la medalla a lo más punk de su década, ofendiendo a los que se pretendían "ofendedores" y defendían + practicaban una idea del punk tradicional, conservadora, complaciente y dogmática.
Los "Special Duties" se curraron el contraataque más llamativo: una canción que comenzaba sonando estilo "Crass", coronando un EP cuya portada jugaba a "imitar" sus mismas estéticas. Dicho aparente ingenio se iba a tomar viento cuando decidían bautizar la tonadilla como "Bullshit Crass" y adornarla a base de lírica igualmente elemental, chabacana y tosca...


La guasa fue tan lejos, que el propio voceras se hacía llamar Steve Arrogant, en una directa y nada sutil puya a Steve Ignorant.
¿Hubo consecuencias? Pues sí. Los "Dead Kennedys" se negaron a compartir escenario con "Special Duties" por ello. Su distribuidora les dio la espalda y sus siguientes trabajos tuvieron unas ventas tan paupérrimas como para que, finalmente, el grupo decidiera separarse.
Ya en los noventa, y dispuestos a retomar los instrumentos con la desgana propia de aquellos señores de mediana edad movidos únicamente por cierto reconocimiento tardío (no hay más que ver vídeos del periodo), los "Duties" osan afirmar, sin vergüenza alguna, que ellos han trascendido mientras hoy día nadie se acuerda ya de "Crass". ¿En serio? Hay que tener cojones y ser.... ¿punk? no, más bien un poco mameluco.