Es obvio que están de moda las comedias de superhéroes. "Defendor" o "Kick-Ass", son una buena prueba de ello. Lo que realmente me hace gracia, es que el fenómeno llegue a cinematografías más exóticas, como la argentina o la colombiana, a la que pertenece "El Man".Un taxista es acosado por un antiguo amigo, ahora gerifalte inmobiliario, que quiere comprar su casa por una minucia comparado con lo que vale. Además pretende expropiar a la fuerza el geriátrico del barrio, por lo que uno de los abuelos come el coco al taxista para que se haga superhéroe. La cosa no está en que el tipo tenga o no poderes, si no en hacérselo creer al resto de la humanidad, así, sin capacidades especiales de ninguna clase, arreglará las cosas.
Más gracioso aún, Harold Trompetero, director, guionista y productor del asunto, que además goza de prestigio en los países de habla hispana, dice que para crear a “El Man” se ha inspirado en “Son Goku”, “Superman”, “Superbarrio”, “Aquaman” y “El Chapulín colorado”. Buenas influencias... aunque, a decir verdad, no veo ni un ápice de estos personajes en “El Man”.
Chorradas aparte, la película, como casi siempre que nos enfrentamos a productos de esta índole, proporciona funcional entretenimiento, aunque ayuda que no abominemos del culebrón televisivo, pues al final siempre es lo mismo: Chico enamorado de chica y chica de chico no pueden llevar adelante su romance por equis cuestiones. Como "Cristal" o "Los ricos también lloran", ya saben.
Y si el tema de "superhéroes que en verdad son gente normal sin poderes" ya empieza a estar manido, démosle a esta película otra fuerte dosis de realidad; el presupuesto. Es tan escaso, que carece de escena de acción alguna o de artilugios que hagan parecerla algo por encima del amateurismo más brutal.
Con todo, simpaticona y, si eres un tipo con generosas tragaderas, hasta podrás disfrutar de esto. Eso sí, pretende ser más graciosa de lo que realmente es, justo al contrario de lo habitual, que una peli de estas características es graciosa cuando pretende ser un drama de lo más serio.
Más gracioso aún, Harold Trompetero, director, guionista y productor del asunto, que además goza de prestigio en los países de habla hispana, dice que para crear a “El Man” se ha inspirado en “Son Goku”, “Superman”, “Superbarrio”, “Aquaman” y “El Chapulín colorado”. Buenas influencias... aunque, a decir verdad, no veo ni un ápice de estos personajes en “El Man”.
Chorradas aparte, la película, como casi siempre que nos enfrentamos a productos de esta índole, proporciona funcional entretenimiento, aunque ayuda que no abominemos del culebrón televisivo, pues al final siempre es lo mismo: Chico enamorado de chica y chica de chico no pueden llevar adelante su romance por equis cuestiones. Como "Cristal" o "Los ricos también lloran", ya saben.
Y si el tema de "superhéroes que en verdad son gente normal sin poderes" ya empieza a estar manido, démosle a esta película otra fuerte dosis de realidad; el presupuesto. Es tan escaso, que carece de escena de acción alguna o de artilugios que hagan parecerla algo por encima del amateurismo más brutal.
Con todo, simpaticona y, si eres un tipo con generosas tragaderas, hasta podrás disfrutar de esto. Eso sí, pretende ser más graciosa de lo que realmente es, justo al contrario de lo habitual, que una peli de estas características es graciosa cuando pretende ser un drama de lo más serio.