jueves, 24 de mayo de 2012

INOCENTADA SANGRIENTA

Si hay una característica tan habitual como molesta en todo slasher que se precie, es la inevitable "broma macabra". O "gamberrada mal intencionada". Suele ocurrir en el primer o segundo acto, y su función consiste en asustarnos con un aparente crimen que luego resulta ser de mentiras. A veces es de lo más sencillita (el gordo "Shelly" con una falsa hacha incrustada en la cabeza, "Viernes 13, 3ª parte") y en otras, se trata casi de puro "high-tech" (el ataque terrorista al campus de "Examen Final"). Es una jugarreta de lo más ruin a todos los niveles... así que imaginaos lo descabellado de facturar un largometraje ENTERO basado en semejante concepto. Bien, eso es "Inocentada sangrienta", producto del que siempre desconfié, incluso siendo chaval, tras leer en alguna revista francesa que no era ni sangrienta ni tan siquiera servía para hacerse pajas. Me daba igual que tras su confección estuviera el Sr.Fred Walton, director de la muy reivindicable "Llama un extraño" o de cosas más o menos majas como "Los crímenes del rosario". Me he negado a verla los últimos 26 años... hasta ayer por la tarde (gracias al fabuloso Paramount Channel). No porque sí, "Inocentada sangrienta" arrastra el estigma de marcar el principio del fin de la fiebre slasher de los 80, de ser una estafa, una tomadura de pelo. Incluso el propio Walton aparece en el documental "Going to pieces" casi disculpándose por sus pecados.
De entrada, todo se desarrolla con absoluta normalidad: Un grupo de chavales acuden a pasar el finde en el caserón de una amiga rica. Pronto se suceden las bromas pesadas de rigor, cuyo inevitable "crescendo" nos hace suponer que hay alguien con intenciones más serias. Paseos nocturnos, sustos cafres, conversaciones picantes, personajes cargantes y el habitual "¿Hay alguien ahí?". Sin muchas sorpresas (agradables).
En el reparto nos encontramos a Deborah Foreman, habitual del género que también puedes ver en "Waxwork", "El hombre langosta" o "Lunatics: A love story" (debería citar el cult-film "Valley Girl", pero lo poco que vi nunca me acabó de convencer), Amy Steel, prota de "Viernes 13, 2ª parte", Thomas F. Wilson, el entrañable "Biff" de la trilogía "Regreso al futuro" o Clayton Rohner, nombre no muy reconocible pero rostro secundario habitual, fue prota masculino de "Lecturas Diabólicas" (por cierto, que su personaje se pasa parte del metraje grabando con una cámara de vídeo de la época, dato este con el que "Inocentada sangrienta" se adelantó, sin saberlo, a un aspecto muy habitual del horror moderno, sea o no slasher). Produce Frank Mancuso Jr., que para entonces venía de hacer lo idem con todas las secuelas de "Viernes 13". La rutinaria música se la debemos a Charles Bernstein, culpable de un soundtrack tan notorio como es el de "Pesadilla en Elm Street".
"Inocentada sangrienta" está lo suficiente y medianamente bien parida como para poder verla de un tirón sin aburrirse más de lo habitual en un slasher. Además, la nostalgia presente en cada uno de sus grumos (estéticamente, narrativamente, visualmente, humanamente) contribuye a que nos deje un regusto positivo a pesar de no tener casi nada de sangre (o NADA, según se mire), cero sexo y un final tan estúpido, absurdo, surreal e innecesario como genialmente desconcertante. Vamos, solo para completistas.
En realidad podría haber sido muuucho peor, y quien no me crea que vea el horripilante remake del que fue objeto el año 2008.