martes, 3 de septiembre de 2013

LA COSA DEL PANTANO

Con los años, Wes Craven ha acabado siendo considerado uno de los grandes maestros del fantástico de todos los tiempos. Pero como le pasa a muchos de estos maestros (George A. Romero, sin ir más lejos) está bastante sobrevalorado. Es más, diría incluso que es bastante manazas, y que se le juzga únicamente por el par de películas buenas que tiene (“Pesadilla en Elm Street”, “Las colinas tienen ojos” o “La serpiente y el arco iris”), cosa esta que, también, sería muy relativa, en lugar de hacerlo por el montonazo de pedazos de mierda que tiene en su filmografía.
El caso más palpable de su inutilidad sería esta “La cosa del pantano”. Es tan estúpida la película como la idea de, entre el mogollón de cómics que había en D.C., adaptar este tan peñazo a la pantalla grande, estupidez esta que también cometieron los de “Marvel” al adaptar el personaje que bebe las aguas de este, “Man Thing”, además en la década pasada.
Un individuo en su laboratorio crea un suero que hace que las plantas se conviertan en alimentos, con lo que se puede acabar con el hambre en el mundo. Pero por otro lado, tenemos a un malo muy malo, que quiere comprar el suero para hacer solo sabe dios que, y como el inventor se niega a vendérselo, lógicamente, se lo carga. Pero el suero cae sobre el cuerpo del doctor, convirtiéndole en “La cosa del pantano”, y por ende, en un súperhéroe que pondrá a todos estos individuos en su sitio  y luchará contra el crimen desde los pantanos de Florida.
La puñetera película no sirve ni para comida de carroñeros.
Y es que, que no me vengan con los rollos del poco presupuesto; menos se tenía para cada capitulo de “El increíble Hulk” en televisión y molaba infinitamente más que esto. De hecho, es que aunque “La cosa del Pantano” es una película de cine, en ritmo, estructura, y si me apuran, incluso en fotografía, es calcada  a la serie interpretada por Bill Bixby o Lou Ferrigno… parece como si quisiera imitarla… sin éxito, por supuesto, porque esto es la cosa más aburrida que se puede echar alguien a la cara. En definitiva, que parece un telefilm, pero de los malos.
Si hay que hacerse el guay, diré que el traje de la cosa del pantano, hecho a base de plastico y latex, no se parece nada al de cómic, que es una puta mierda, que tiene expresión de chiste y que por eso te tienes que reír, que también tienes que hacerlo por el par de monstruos que aparecen en la película y contra los que la cosa tiene que luchar, y que vemos las excelentes tetas de la muy pelopolla Adrienne Narbeau (la hemos visto en “La niebla”, “1997, rescate en Nueva York”, “ Los locos del Cannonball” “Creepshow”, prestó su voz al ordenador de “La cosa”, o en “Regreso a la escuela”… ahí es nada), pero es que esos no son motivos suficientes para dedicarle un visionado. O si… al fin y al cabo, anoche me la comí del primer al ultimo fotograma.
Junto a ese par de tetas, tenemos en el reparto a parte de actores de la escudería Craven como David Hess (“La ultima casa a la izquierda”, habitual en las pelis de vídeo de Ulli Lommel,), Louise Jordan como la chistosa cosa del pantano, Ray Wise (“Twin Peaks”) como el malo maloso y hasta un negrillo con gafas gigantes.
Años mas tarde, Jim Wynorski se encargó de rodar una secuela con mucha más gracia, “El regreso de la cosa del pantano”, en la que el aspecto del bicho, era inmensamente más parecido al de los cómics, e infinitamente más elaborado, que el de esta mierda de Wes Craven.