viernes, 23 de junio de 2017

50 SOMBRAS NEGRAS

Marlon Wayans, hace ya unas cuantas películas que se ha quedado solo, practicando el “Spoof” que le ha generado sus mayores éxitos y del que sus hermanos ya no quieren saber nada. Claro que ya la cosa, desde “Paranormal Movie” es más discretita, y al pobre Wayans no han dejado de crecerle los enanos; como poco, le achacan el hacer parodias menos divertidas que las películas que parodia.
Debo ser un bicho raro porque lo cierto es que a mí estos “Spoofs” de última hornada made in Wayans, me divierten terriblemente. Mucho, la verdad es que me descojono. Y es que sus parodias tienen una premisa que a los negratas de suburbio y, por ende, a mí, nos funciona: muchos chistes de pollas, muchos de fluidos y mucho racismo. Racismo este que al venir escrito por un negro, es como un permiso para que los blancos nos riámos con él. Chistes que escritos por un blanco serían denunciables, por otro lado.
En cualquier caso, la formula basada en la incorrección política que usa Wayans, me funciona a la perfección, y en esta “50 sombras muy oscuras” no es diferente que en los “Paranormal Movies”. La formula es siempre la misma.
En  esta ocasión, el motivo para hacer la chufla es la adaptación cinematografica de la novela destinada a marujas de variado pelaje “50 Sombras de Grey”. El ella, una “pocaaguas” conocerá a un individuo bien que la follará mucho y duro. Pues en esta parodia de Wayans pasa absolutamente lo mismo, solo que entre medias hay toneladas de chistes de todo tipo.
No he visto la película de la que se pitorrea –ni mucho menos leído la novela- y no puedo calibrar si es una parodia fidedigna, lo que si puedo intuir es la casi exacta recreación de escenas clave de la original con el toquecito Wayans en cada una de ellas. Así que me imagino por donde van los tiros.
Evidentemente, no se puede decir que “50 sombras muy oscuras” sea una buena película, como a buen seguro tampoco podemos decirlo de “50 sombras de Grey”, pero, elementos paródicos aparte, debo decir que me he reído mucho con todos esos previsibles chistes, esas recreaciones obscenas de un material ya de por si obsceno, y como Wayans hace alarde se su bis cómica, que o adoras o amas.  Yo no lo adoro, pero cuando hace un chiste de pollas afortunado, o roza los límites de lo permisivo, la verdad es que me provoca la carcajada. Más ahora, en su época de decadencia que en sus momentos álgidos para los grandes estudios en compañía de sus hermanos.
Este tipo de “Spoofs” tan cerdos y, por otro lado, faltos de imaginación, son el negocio de Wayans, y quizás no sea un negoco redondo, pero a juzgar por la  regularidad de los mismos, le dan para ir comiendo y viviendo con dignidad.
Si parodia alguna película más además de la obvia, no me he dado mucha cuenta, salvo en el obvio gag a costa de “Magic Mike”.
En el reparto contamos con desternillantes papelitos para Jane Seymour, Mike Epps, o el inefable Fred Willard que se marca un gag a costa de Woody Allen con el que me he tenido que secar las lágrimas.
Michael Tiddes, es el blanquísimo director que dirige tanto chiste de negros y que ya sirvió de artesano para las patochadas de Marlon Wayans en “Paranormal Movie” y “A Haunted House 2”, las únicas películas que ha dirigido junto a esta.
A mí, que quieren que les diga, me hace gracia.
Por cierto, la película en un principio, en su edición española, se iba a titular "50 sombras más oscuras", pero como en el transcurso de su lanzamiento se estrenó la secuela de "50 sombras de Grey", que tiene ese mismo título, acabaron llamándola "50 sombras negras."