Para ello, se contratan los servicios nada menos que de Neil Simon,
importantísimo escritor estadounidense de obras de Broadway y guiones
cinematograficos, y uno de los pocos
guionistas cuyo nombre aparece por delante del título. Este “Como en los viejos
tiempos” se titula en realidad “Neil Simon´s Seems Like Old Times”. Era, desde
luego, una garantía de éxito el que el nombre de este señor apareciera antes
del título de una película.
Fan de las “Screwball Comedies” primigenias, Simon, se
inspira en el film “El asunto del día” protagonizado por Cary Grant en 1942
para su primera película con Chevy Chase, centrándose más en el triangulo
amoroso protagonista que en la historia en si misma, dando lugar a un guión
donde prima la trama de enredo clásica, el tono vodevilesco, mezclado con las
fantochadas de Chevy Chase, entre el “slapstick” y el humor de sal gruesa medio
fino. En resumidas cuentas, por lo que a mí respecta, “Como en los viejos tiempos”
resulta una comedia de corte clásico con Chevy Chase de los más divertida y
refrescante, donde además, Chase está en su salsa cayéndose por el suelo y
soltando chistes a diestro y siniestro. Está estupendo. Sin embargo la película
funciona a la perfección independientemente de su presencia. Aunque, la pareja
que formaban él y Hawn, no terminó de cuajar.
Cuenta la historia de un escritor que es secuestrado por
unos criminales, los cuales le utilizarán para robar un banco. Las cámaras
captan su cara, y este, arrojado del coche en marcha cuando se daban a la fuga,
recurre a su ex mujer, abogada, para que le saque de el lío en el que está
metido. Irrumpe en casa de esta, ahora felizmente casada con el fiscal del
distrito, y tendrá que ocultar a su ex marido por la casa,
mientras se celebra una importante cena, y tratan de ver que hacen con la
situación del alocado escritor. Mientras, los sentimientos afloran entre la
ex pareja, como dice el título de la película “Como en los viejos tiempos”.
Una película verdaderamente maja, que efectivamente se nutre
del “screwball” clásico en sus intenciones, pero que a nivel de ritmo y estilo visual, es más bien deudora de la comedia de los años 70, menos común en
Hollywood y más realista. No el balde, es normal que tenga ramalazos ya que se
trata de una película de 1980 y arrastra consigo el tufillo de la recién
abandonada década.
Sin embargo, la química entre Chase y la Hawn no terminó de
aflorar en la taquilla, por lo que no volverían a trabajar juntos. En mi
opinión, formaban una pareja de puta madre, aunque si es cierto que quizás el
humor de Chase es demasiado excesivo como
para emparentarlo con fémina alguna; quiero decir, que está mejor
cayéndose por las escaleras y haciendo un chiste al respecto que intentando
reconquistar a su ex mujer. Y así transcurrió su carrera posterior con mayor o
menor acierto.
El tercero en discordia, sería el genial Charles Grodin,
haciendo del marido actual del personaje de Goldie Hawn, que como siempre,
interpretará a un tipo malhumorado y antipático, que le valdría el Razzie al
peor actor secundario de aquél año. Está estupendo también, como siempre.
En cuanto a su director, Jay Sandrich, uno de los directores
de comedia televisiva más importantes de todos los tiempos, director de series
como “La Hora de Bill Cosby” o algunos episodios de “Dos hombres y medio”,”Como
en los viejos tiempos” supondría el único largometraje para cine de su
extensísima carrera. No volvió a hacer cine. Eso si, tropecientos trabajos
televisivos, avalarían su calidad.
Muy maja, muy recomendable, y divertida. Y Chevy Chase nunca
volvería a estar tan bien.