Como buena Reina Midas de la comedia que es, Amy Schumer ha
vendido en los Estados Unidos una cantidad enorme de ejemplares y, en
consecuencia, llega la traducción al
castellano a cualquier librería de nuestro país, independientemente del tirón
más bien escaso que tiene en España —para el gran público— esta actriz cómica.
Se trata de una recopilación en tono humorístico de
experiencias vividas por nuestra protagonista, al que ha añadido entradas de
sus diarios adolescentes a los que adereza con comentarios actuales en los que
se da o se quita la razón a sí misma, o nos cuenta los polvos que ha echado, o
como consiguió ascender en el mundo del stand up, etcétera, etcétera. Dice ella,
nada más empezar este libro, que no se trata de una biografía y que esa ya la escribirá cuando sea vieja…
Pues que quieren que les diga, si esto no es una biografía, no se lo que es.
El libro se lee tranquilamente porque hay muchos pasajes
sexuales y eso entra livianamente, pero en realidad, no me ha gustado mucho.
Más bien, no me ha gustado nada. Amy Schumer escribe como una niña pequeña y
hace cosas tan infantiloides como elaborar listados de cosas que le gustan en
un chico o cosas que le ponen enferma. Todo ello con un aire juvenil y
desenfadado que recuerda al Nuevo Vale o a la Súper Pop, y no a un libro
escrito por una de las cómicas más importantes del planeta. Es como un mal libro de Youtubers. Por otro
lado y en constante contradicción en el prólogo, también anuncia que no será
uno de esos libros de autoayuda escrito por famosos, pero hay exactamente un
par de capítulos y uno o dos pasajes que son precisamente eso.
Por otro lado y, a su favor, decir que de vez en cuando está
acertada con un par de chistes y con algunos capítulos contados con especial
gracia y dinamismo, pero a rasgos generales, es un libro muy malo. Y es una
pena.
Con todo, en un par de tardes te lo lees, lo guardas en tu
estantería y a otra cosa, mariposa. Tampoco se convierte en un libro que uno
pueda odiar.
Edita en España Editorial Contra.