sábado, 23 de abril de 2022

SESIÓN DOBLE: HEREDERO (SON) + THE SADNESS

Hace una semana me quejaba de que el cine de terror moderno no me suele funcionar. Algún ente todopoderoso debió escucharme porque, los días siguientes a aquella decepción, me enfrentó a un par de "horror movies" que, lejos de ser maravillas estratosféricas, desde luego dejaron en mi un poso bastante más positivo. ¿Significa ello que rectifico? ¡Para nada! Además de incoherente y cabezón, soy orgulloso. Pero sí estoy dispuesto a reconocer que las dos películas de las que hablaré a continuación son lo que llamaríamos un par de "perlas raras". Vamos con ellas.

HEREDERO
: Por los motivos expuestos, no esperaba nada de esta co-producción entre Estados Unidos, Inglaterra e Irlanda. Temía que iba a encontrarme ante la típica y ya cansina vuelta de tuerca a "La semilla del diablo" (si quiere usted hacer terror por cuestiones económicas, o porque no le sale otra cosa, pero teme perder prestigio, copie alguno de los clásicos del género bien considerados por la crítica seria y sesuda) Y, no se por qué, asumía que todo ello rezumaría un tono más bien pretencioso y aburrido. Sin embargo, en ocasiones equivocarse es algo positivo. Y aquí tienen la prueba: "Heredero" ("Son" en v.o.) está bastante, bastante bien. Un film que, "a pesar" de su tendencia a cierto drama, buenos actores (incluido el niño), una pasmosa y agradecida seriedad y una fotografía más que estupenda, esconde sorpresas truculentas.
La movida va de mamá soltera con hijo de ocho años de incierta procedencia. Una noche, entra en el dormitorio del nene y ve a un montón de gente rodeándolo. Asustada llama a la policía que, como era de esperar, no encuentra nada raro. Sin embargo, el detective y la mamá se hacen amigos, muy amigos. Ella le habla de una secta chunga de la que huyó siendo joven y asegura que están planeando algo malo. Aquello que, mientras, el niño cae enfermo, enfermísimo. Los médicos no tienen ni pajolera idea de qué le pasa. Apostarías a que va a palmar hasta que, un fortuito día, se come a la canguro -así como suena- y mejora. ¿Desean saber más?, vean la película.
Protagonizan la monina Andi Matichak (a la que podemos ver en la reciente trilogía de las aventuras de Michael Myers, como esta y esta otra) y el siempre eficaz Emile Hirsch.

THE SADNESS: Que una película sobre las terroríficas consecuencias de un virus capaz de convertir a la gente en maníacos asesinos sexualmente insaciables se titule "La tristeza", descoloca un poco. Una vez vista, cobra sentido. Tampoco mucho. Sigue siendo raro, pero claro, hablamos de un producto asiático, y ya saben lo mucho que allí se les va la pinza y lo más que les mola la violencia.
La idea de base está muy bien, y da verdadero miedo. Lo que ocurre es que "The Sadness" es tan extrema. Tan bestia. Tan exagerada. Tal es su deseo de impactar y provocar (a base de gráfica y detallada ultra-violencia explícita mezclada con violaciones y sexo enfermizo) que al final todo adquiere un tono bufo, burdo, gran guiñolesco, y no ofende ni trauma. Pero eso no quiere decir que no mole ver esa desorbitada cantidad de sangre, que no mole la película (especialmente la escena del pifostio en el vagón del metro) y que no mole ese desenlace, puntuado por unos títulos de crédito capaces de hacer estallar la cabeza a un epiléptico, tanto por los flashes como la canción grindcore que los acompaña.