sábado, 2 de julio de 2022

SHOCK CINEMA

Hacía ya la hostia de tiempo que conocía este documental apadrinado y producido por David DeCoteau desde su flamante "Cinema Home Video" (y presentado por la "scream queen" Brinke Stevens). Recuerdo verlo anunciado en cierta prensa alternativa yanki (a base de pequeños recuadros en blanco y negro) y me moría de ganas de consumirlo por quienes andaban implicados. Algunos, auténticos héroes del que suscribe. Es decir, en esa época. Gente como Fred Olen Ray o DeCoteau himself (jóvenes y dedicados en cuerpo + alma a su mejor época) Leído así no suena especial. Pero tengan en cuenta la fecha de creación del documento: 1991. Todavía no se había producido la explosión "geek" en el mundo. El cine de serie Z o de culto seguía siendo algo oscuro y minoritario. Y, más importante aún, la nostalgia y autoconsciencia respecto a la naturaleza "trash" de estas obras quedaba lejos. Así que imaginen el gustazo que da ver a los mentados, a Charles Band (con la "Full Moon" a todo trapo), un Jeff Burr caliente de su paso por "Leatherface: La matanza de Texas 3", al bueno de Scott "Intruso en la noche" Spiegel luciendo una impresionante mullet o al SOVista J.R.Bookwalter (seguidos por, entre otros, Ernest Farino y C. Courtney Joyner) hablando, todos y cada uno de ellos, de sus inicios en la industria, sus experiencias buenas y malas, aconsejando, rajando y chorreando frustración a espuertas. Especialmente el amigo Ray, que estaba hasta los cojones de lo mal que se le trataba y no para de justificarse cual llorica desesperado. O Bookwalter, narrando por enésima vez sus trifulcas con Sam Raimi.
Aunque hay un tema recurrente en todos los casos: la guita. Es evidente que estos señores se metieron en el cine de explotación teniendo muy claro cual era la meta, sacar cuartos de donde fuese, y eso es lo que más les preocupa por encima de todo (especialmente, e inevitablemente, a Ray y DeCoteau). No me encanta, yo soy más de amor al arte y esas pérdidas de tiempo, pero lo comprendo y acepto.
En cualquier caso, hablamos de 60 minutos de puras cabezas parlantes. Nada más. Escasean muy mucho las
 imágenes de archivo y/o carteles (es de suponer que el presupuesto era tan escaso que resultaba imposible pagar los derechos de todo eso) y, por suerte, el director (Robert Hayes) no aparece en ningún plano ni aporta nada suyo. Solo deja hablar.
Muy interesante, muy ameno y muy recomendable.
Su éxito generó unas cuantas entregas, que también he tenido "el placer" de visionar. La segunda mantiene lo de los cabolos dándole a la sin hueso sobre sus experiencias en el cine de explotación, siendo buena parte de estos supervivientes de lo acontecido en los setenta (o antes), de ahí que abunde mucho discurso contra el "moderno de cine de horror" y sus excesos truculentos. Inevitable. Los interfectos más notorios son Forrest J. Ackerman, Gary Graver, Melissa Moore, Ted Newsom y Robert Quarry. No es tan disfrutable como el anterior, pero se deja ver agradablemente.
A partir de aquí, "Shock Cinema" abandona las entrevistas para centrarse en explotar el material de archivo de "Cinema Home Video". En el volumen tres nos comemos un porrón de tomas falsas de "Nightmare Sisters" y "Dr.Alien" (ambos, films de DeCoteau), además de algunos trailers. Muy muy aburrido todo. Completamente ignorable.
La cuarta y última entrega está un pelín mejor, pues se centra en el making of -y, muy especialmente, la confección de efectos especiales- de productos como "Al filo de la venganza", "Robot Ninja", "Skinned Alive" o "Ghoul School". En ese sentido, destaca que muestren cómo se facturó el impresionante aplastamiento craneal en "Al filo...", pero también la patética degollación con la hoja del cuchillo puesta de canto. O el caso de "Ghoul School" que, en cada una de sus muchas mutilaciones, los recurrentes condones rellenos de sangre falsa no se rompen cuando deben. Así, cada vez que desgarran carne, los vemos estirarse cual chicle descaradamente hasta ceder. El (d)efecto es raro, porque dan cierta grima, parecen tendones o algo así. Desde luego, como película de terror no se yo... pero como anuncio de gomas efectivas para evitar embarazos indeseados, "Ghoul School" es la bomba.
Superadas las cuatro entregas de "Shock Cinema", me vi otros tantos documentales dispuestos en la misma plataforma. Al ser todos modernos, pecaban ya del abuso de "geek"-ismo + "nerd"-ismo, con un montón de supuestos expertos (blogeros, algún organizador de Cons...) y/o filmmakers de la era digital dando su opinión sobre títulos clásicos. Sin embargo, no todos resultaron desdeñables, siendo "Survival of the Film Freaks" el que mejor me entró, a pesar de que le di al "play" cargado de pesimismo.