viernes, 7 de julio de 2023

SHREDDER

“Shredder” es el paradigma de lo que por aquí llamamos “segunda era dorada del videoclub”. Yo le tengo especial cariño a esta película porque junto con otro slasher de la época, “Terror en el green”, fue la que hizo darme cuenta que con la llegada del DVD en los albores de 2000, se repetía aquello que sucedió en estos establecimientos durante los años 80: que se estrenaban exclusivamente en alquiler películas de baja estofa que, concebidas para ser explotadas en dicho formato, llenaban las estanterías de títulos que no se podrían ver de ninguna otra forma. Hablando en plata, que abundaba la mierda. Y yo disfruté esos dos o tres años de lanzamientos cutrongos como un cabrito.
Por supuesto, la primera que alquilé en aquella época, fue esta “Shredder” que en su momento me pareció insulsa, aunque el contraste del rojo de la sangre con el blanco de la nieve siempre lo he visto como una genialidad.
Y es que “Shredder” es una suerte de slasher fuera de su tiempo que repite, consciente, orgulloso, todos los clichés de cuando el género estaba en auge en los ochenta, quizás más con intenciones homenajísticas que postmodernas (al aluvión de neones rosas le faltaba todavía un poco para llegar), -Naxo: Yo lo considero más un exploitation a raíz del fenómeno "Scream", lo suficientemente perezoso y crematístico para no pensar en homenajes, únicamente repetir fórmulas facilonas- solo que trasladando la acción a un lugar exótico como es, en este caso, una vistosa estación de esquí (aunque ya hubo un precedente con "Iced"). Además, sucede una cosa muy curiosa; siendo aun "Shredder" un producto destinado a vídeo desde el primer momento —aunque tuvo el típico estreno reducido de rigor en algún cine de la América profunda— está rodado en 35 mm, motivo este por el que, vista hoy, resulta cálida. También es cierto que han pasado más de 20 años desde que la película fue lanzada, así que, indudablemente la nostalgia puede que haga mella en el visionado, porque, contra todos los pronósticos, la he disfrutado moderadamente.
La cosa va de un grupo de chavales que se va a la nieve a practicar snow board, cuando un guardia les incita a marcharse de la casita en la que se hospedan puesto que en su momento murió una niña en la estación de esquí en la que se encuentran, y desde entonces ocurren cosas extrañas. Los chavales hacen caso omiso de las advertencias y, en consecuencia, irán siendo despedazados por un individuo vestido  de esquiador. En su desenlace, descubriremos quién es ese esquiador y por qué se carga a la peña.
“Shredder”, que quizás peca de ridícula en muchos momentos, al final es una película con una fotografía saturada, montada un poco torpemente, pero llena de cuchilladas, decapitaciones y trituraciones varias del mismo modo que ofrece desacomplejados destetes cuando en un principio todo apunta que nada de eso va a suceder. El psycho killer tiene cierto carisma vestido de esquiador y, entre unas cosas y otras, sin ser una gran película en ningún momento, acaba funcionando. O al menos me ha funcionado esta vez —en 2003 cuando la vi por primera vez, no tanto—.
Lo que me sorprende, curiosamente, es que en pleno 2023, en plena época del streaming, ahora que los tontos de internet aparecen de debajo de las piedras aseverando cruelmente contra películas como “Avatar” —por ejemplo— como si contaran con algún tipo de criterio que les diera potestad para hacerlo, no se reivindique este tipo de películas; los slasher de videoclub de la década de 2000, el terror de videoclub de 2000…yo creo que ya toca.
Ocurre que no va a tocar, porque este fenómeno es especialmente de nicho  y solo lo vivimos intensamente unos pocos. Mientras aparecían estas películas en los videoclubs, el fandom comenzaba a reivindicar fervientemente el cine de los ochenta. Así que con la tontería llevan 40 años reivindicando una y otra vez las mismas películas, y encima, sintiéndose especiales por ello. Sin embargo asocian al videoclub títulos absolutamente comerciales como, por ejemplo “Regreso al futuro”… vamos que no detectan, ni por el forro, la verdadera esencia del videoclub, porque, a parte de que les falta un pequeño hervor, cuando entraron en aquellos establecimientos siendo adolescentes, lo hicieron para alquilar el último estreno de turno, mirando la morralla de la sección de veinte duros (si es que aún existía cuando ellos iban al videoclub ya en los 90) por encima del hombro. Así ¿cómo van a  valorar en su justa medida “Schredder”?.. Tendrán que pasar otros 20 años.
La dirigió un tal Grez Huson que en los noventa facturó otra película independiente titulada “Decaf”. Tras “Shredder” no volvió a ponerse detrás de las cámaras. Eso sí, curiosamente se gana la vida editando toda suerte de telefilms y cortometrajes, cosa que no deja de ser sorprendente porque, precisamente, “Shredder” está especialmente mal montada…
Sin más. Un slasher de videoclub simpático y curioso. Pero no deja de ser lo que es, en esencia, una caquilla.
Como curiosidad apuntar que en Japón se marcaron un “José Frade”, estrenando esta película bajo el título de “Jason Z”, en clara alusión al “Jason X” de la franquicia de “Viernes 13”. Si coló con los nipones, lo desconozco.