sábado, 30 de marzo de 2013

PIRANHA ´95

A mediados de los 90, los video-cluberos adictos al alquilismo nos encontramos con que las estanterías de nuestros antros del placer favoritos se llenaban de inesperados remakes producidos por el legendario Roger Corman según títulos propios considerados ya clásicos por cualquier aficionado al fantástico con un mínimo de buen gusto. Su destino era, eminentemente, la televisión. Quién nos iba a decir entonces que Rogelio estaba siendo visionario  adelantándose a la fiebre remakeadora que nos asolaría unos cuantos años después. De todos los films re-paridos destacaban dos, al menos en mi agenda, "Piranha" y "Humanoids from the deep". Yo alquilé, vi y me aburrí con ambos, especialmente la nueva versión de "Humanoides..." que resultaba harto inferior a la original. Lo único que en 1995 me llamó de la nueva "Piraña" era su protagonista, el entrañable William Katt, y que los distribuidores españoles habían respetado el título original, lanzándola a nuestro mercado como "Piranha", lo que daba pie a previsible cachondeo.
A diferencia del remake perpetrado por Alexandre Aja hace unos pocos años (que de entrada, abrazé con entusiasmo, aunque la última vez que lo volví a ver me pareció bastante malo), este del que hablamos ahora sí ES un remake. De hecho, resulta casi idéntica a la de Joe Dante, salvo por algunos detallitos tontos más condicionados por la escasez de presupuesto que por otra cosa (como la ausencia de incursión militar en la historia). Y estando Corman metido de por medio, que nadie dude del reciclamiento de imágenes. Una gran parte de los planos de peces asesinos atacando en manada están directamente extraídos de la peli del 78. Es más, incluso hay algún sutil plano submarino del primer "Humanoides del absimo". Así me gusta Roger, ¡fiel a tu espíritu!.
Pues na, recordemos: Unos excursionistas son devorados en una piscina por unas pirañas mutantes. Una investigadora los busca con ayuda de un especie de ermitaño (Katt, interpretando de nuevo a un escritor con crisis de ideas, ya puestos se  podría haber llamado "Roger Cobb" y todos contentos). Se cuelan en unas viejas instalaciones militares y vacían la piscina, soltando a todos los peces asesinos que se encaminan río arriba. Primero para devorar a los críos de un campamento, y luego a los bañistas de un centro vacacional que se inaugura ese mismo día. La parejita hará lo imposible por detener a las criaturas.
Hay una escena que dice mucho no ya de la diferencia existente entre la versión original y esta, también de cómo andaba el género y el cine exploitation en los 90 en relación a épocas precedentes. En la de Joe Dante, los excursionistas que se meten en la piscina mortal son guapetes pero normales, con unos físicos agradables dentro de lo standard, destilando cierta inocencia post-jipi y que se desnudan con naturalidad. En la de 1995 resultan ser absurdamente atractivos, exageradamente caricaturescos y estereotipados, como salidos de una comedia "teen", la chica se desnuda a lo striptease y hace gala de unas tetorras inmensas de silicona y, antes de zambullirse, suelta un par de chistes referenciales para la audiencia más fricosa (menciona el "Attack of the crab monsters" del mismo Corman). En resumen, parecen retrasados mentales. 1978 contra 1995, definitivamente los fans del género nos adentrábamos en terrenos pantanosos y poco satisfactorios.
Como decía, este "Piranha" es esencialmente idéntico al primero, solo que un poco más acartonado y soso. Seco. Telefílmico, vamos. Sin embargo, puesto que lo realmente importante en una película, del tipo que sea, es su historia (que si es buena, o está bien contada, compensa cualquier otra clase de sufrimiento), y en el caso que nos ocupa es básicamente igual a la que ideó John Sayles en su momento, pues el resultado termina siendo soportable y no especialmente ofensivo. Muy "fast food", ver y olvidar. Te quedas igual.
Entre el reparto de actores y de técnicos encontramos curiosidades. Junto a Katt destacan algunos rostros más o menos reconocibles como los de Alexandra Paul (que acabaría ligada a la serie "Los vigilantes de la playa", aunque ya en "Christine" interpretaba a la chica deseada del insti), James Karen (el inolvidable "Frank" de "El regreso de los muertos vivientes") o Leland Orser (no muy famoso por su nombre, pero sí por su rostro, que se volvió reconocible a raíz de su papel en la estupenda "Seven", donde interpretaba al pobre desgraciao que le atan un cuchillo en la minga y le obligan a follarse a una furcia). Sin embargo, el fichaje más llamativo es el de Mila Kunis, la guapa-pero-extremadamente-irritante actriz hoy en pleno ascenso (recientemente la has visto en "Oz, un mundo de fantasía" y en la horripilante "Ted") y que por aquellos tiempos solo era una mocosa dando sus primeros pasos en esto del peliculismo (resulta bastante bizarro reconocer su característico y peculiar rostro de grandes ojos pegado a un cuerpo tan de cría... ¿será CGI?).
En el apartado técnico localizamos a John Carl Buechler encargándose de los bichejos acuáticos (¡lo que aclara por qué tienen un aspecto tan de goma!) y a Jim Wynorski como "domador de pirañas"... en realidad no dice domador, dice algo así como "jinete"... ¿¿es un puñetero chiste privado, tal vez??.
De Scott P. Levy, director, no podemos decir que haya hecho mucho por el séptimo arte. Algun producto más para Corman y el "spoof" auspiciado por la "National Lampoon", "Men in White". Luego se limitó a producir y desde el 2007 que anda desaparecido. Pues vale.