 Película para
absoluto lucimiento de Alvaro Vitali, que supuso la ultima película de MarinoGirolami, quien ya dirigió a Vitali en “Jaimito contra todos” y “Jaimito no
perdona” y más conocido dentro del fandom por ser el dire, bajo alias de Frank
Martin, de “Zombie Holocausto”.
Película para
absoluto lucimiento de Alvaro Vitali, que supuso la ultima película de MarinoGirolami, quien ya dirigió a Vitali en “Jaimito contra todos” y “Jaimito no
perdona” y más conocido dentro del fandom por ser el dire, bajo alias de Frank
Martin, de “Zombie Holocausto”.
De título original “Gigi Il Bullo” o lo que viene a ser lo mismo
“Gigi el matón”, se trata de una más de las películas  en las que los distribuidores Españoles le
colgaban a Vitali el San Benito de “Jaimito”, no perteneciendo en absoluto la
película a la saga –recordemos que, protagonizadas por Vitali, de
Pierino/Jaimito solo existen dos-. Estratagemas de la distri a parte, en esta
ocasión con la coña del engaño, esto llega a trastocar el doblaje, dónde a
Vitali le llamas Gigi, pero de vez en cuando, le llaman Jaimito. “Me llamo
Jaimito, alias Gigi”, dice en un determinado momento.
Por si fuera poco, el engaño también está en las
expectativas, ya que la carátula nos vende una comedia sobre un chulo y un
ambiente de prostitución. Sien embargo, eso se reduce a una escena de la
película, el resto del tiempo, nada tiene que ver con esto.
Lo que si es cierto, es que la película es una consecuencia
directa de las de Jaimito y salvo por una ambientación distinta, y situaciones
distintas, esta película  es más de lo
mismo: Chistes filmados, y gracietas de caca, culo, pedo y pis. Lo que es
maravilloso, ¡claro!
Cuenta la historia de un pobre desgraciado, un joven parado
y sin  aspiraciones de ningún tipo, que,
vestido de forma ridícula, se  dedica a
fanfarronear  con todo el mundo, amenazar
y vacilar, lo que le meterá en mil y un embrollos.
Pura comedia de enredo, dónde la comedia se basa, en casi
todas las escenas de la película, en el equívoco  y el mal entendido.
Entretenida, sin más. Añadir a eso, el hecho de que, si no
le gusta a uno el humor tan facilón que casi provoca la vergüenza ajena y el
estilo Italiano, más chabacano, estúpido, ingenuo y sucio que el estilo español
–pero primo hermano, no se vayan a pensar” y son espectadores llenos de
prejuicios, es mejor que no la vean, porque la película es un atentado al arte
y al buen gusto de lo mala que es.
Y eso, siempre es una garantía de entretenimiento y risas,
por la parte que me toca.
Y la comedia voluntaria, es decir, chistes y gags, siempre
me funcionan en estas italianadas.
Decir también, que el vestuario de los personajes
secundarios, es exactamente el mismo que usaban los personajes secundarios en
sendas películas de Jaimito filmadas (y firmadas) por Girolami…¿Mismo jefe de
producción? En concreto, el traje del señor, el peto de uno de los amigos de
Jaimito, y una sudadera de Mickey Mouse, se repiten en las tres películas.
 
 
 
 
 
