miércoles, 7 de enero de 2015

REACH ME

No entiendo el desprecio al que se le ha sometido a esta película, no solo en su país de origen, sino sobretodo, aquí en España dónde, además de que ni se ha estrenado, un repugnante portal de Internet el cual no nombraré –solo porque no me acuerdo de él-, se ha dedicado a destruir la película, a través de un vídeo, solo porque Stallone aparece en ella. Ese vídeo miserable, perpretado por gente que ni le importa, ni sabe un carajo de cine (y el hecho de que insultéis a Stallone no va a hacer que parezca lo contrario) se nos presenta la película como si se tratara de una película de acción de Stallone, rodeado de perdedores, y  resaltando supuestos –no son tales- fallos y, amparándose en la fuerte textura de vídeo que posee la película (está rodada en HD, pero de ese que se nota que es vídeo) vienen a decirnos poco menos que Stallone ha perdido el norte y que hace películas de serie z que son una mierda.
En los U.S.A, con conocimiento de causa, eso si, también se pone a parir la película, por otros motivos, pero es cierto que no se la tiene mucha estima; aparece en todas las listas de peores películas de 2014 y  hay críticas que la acusan de ser mala, pero no lo suficiente para ser un “Guilty Pleasure” si quiera. Incluso, se le acusa a la película de ser una chorrada.
Pues ni tanto ni tan calvo.
Para aclarar lo del vídeo del portal ese de mierda, decir que ni es una película de acción, ni es una película de Stallone. Se trata de una película independiente de bajo presupuesto que se ha rodado en el entorno de Stallone, es decir, que se ha tirado de amigos. Se trata de una película tirada hacia delante por parte del director John Herfeld, amigo de Sly desde los tiempos de “Staying Alive” y su esposa Rebekah Chaney quien la produce. En ella, Stallone tiene un rol muy secundario y se trataría de un batiburrillo de géneros  en un “Shortcuts” cada uno de su padre y de su madre, una película pro-autoayuda y de mensaje claramente positivo cuya historia gira entorno, precisamente, a un grupo de personas que han leído un libro de autoayuda titulado “Reach Me” (“Alcánzame”) y que sus vidas acaban cruzándose. Así, tenemos a un policía adicto a matar delincuentes que trae a su confesor frito, un periodista que quiere dejar de fumar y que, además, es presionado por su jefe (el papel de Stallone), un par de matones que tienen que liquidar a un individuo y su  perro, el propio escritor del mencionado libro de autoayuda… y así, hasta que al final, unos personajes interactúan con otros.
Tras visionarla, no entiendo en absoluto el ataque y las críticas hacia la película. Vale, no es una gran película, flojea, es inconexa, tiene un ritmo del todo descompensado y tiene más agujeros de guión que un queso de gruyere, pero tan, tan, tan mala no es… no es la basura infecta de la que hablan los imbéciles españoles, ni esa cosa medio “Trash” que dicen los americanos. Es una cosita entretenida, facilona, babosa en algún momento, pero sobretodo simpatiquísima. Porque se nota que es una película pequeña hecha entre amigos y están todos pasándoselo bien. Además se deja ver sin ningún problema, así que, bajo mi criterio, la película pasa notablemente del aprobado.
Ahora ¿es una peli hecha por perdedores? No tanto, pero si es cierto que quienes están inmiscuidos en  ella, tuvieron más juventud y mejores momentos en el pasado. Empezando por el director, John Herfeld, que dirigió aquella tontorrona “Tal para cual” (de la que, en cierto modo, esta es deudora) y que luego telefilmeó muchísimo hasta hacer “15 Minutos” con Robert De Niro, para volver con este “Reach Me” dentro del cine “indie”. El desfile de viejas glorias en el fondo es una garantía. Circulan por la pantalla, además de Stallone: Kyra Sedgwick, Thomas Jane, Tom Sizemore (muy hecho polvo el hombre), el rapero Nelly (hoy muy de capa caída), Kelsey Grammer, Cary Elwes, Dani Aiello, Terry Crews, Tom Berenger, Danny Trejo, todos ellos amiguetes, y para que la cosa quede más en casa, si cabe, tenemos papeles para Rick Aiello (hijo de Dani Aiello) y Frank Stallone y Scarlett Stallone (Hermano e hija de Sly, respectivamente). A eso, hay que sumarle otra ristra de actores que no conozco ni de oídas, para darse cuenta de que estamos ante una película muy coral, jodidamente coral, por lo que, por momentos, se le va de las manos al director. Lo que no es óbice para que pasemos un ratillo agradable viéndola.
Quizás, el mayor pero que le pongo, es el intentar ser un “Pulp Fiction” contemporáneo, pero como no llega ni de lejos, pues tampoco pasa nada.
Por otro lado, a modo de anécdota,  comentar que la pintura que ilustra la cubierta del libro “Reach Me” que aparece en la película, es obra de Stallone, así como le podemos ver pintando un cuadro abstracto en una escena de la película, para que nos quede claro que Sly es un artista. A mí nunca me ha cabido la menor duda.