No había vuelto a ver “La máscara del Zorro” desde el
momento de su estreno, con lo que he de decir que en esta revisión me he dado
cuenta de muchas cosas, como por ejemplo que estemos ante, posiblemente, la
última gran película de aventuras del cine moderno. Y es que estamos a finales
de los 90, con la infografía más al pie del cañón que nunca, usándose, aún
primigenia, en la gran mayoría de súper producciones de aquella época. “La
máscara del Zorro” en cambio es una película de estudio de corte clásico, y
donde no existen los chromas, es decir, que está todo construido y elaborado de forma artesanal, las explosiones
son provocadas, y las piruetas y acrobacias realizadas por los propios actores
o especialistas (y no como en “Aquaman” que, vale, todo es por la dificultad
que conlleva que se encuentren en un universo submarino, pero es que es todo
animación…), y más que el hecho de que este tipo de cine ya no se haga, lo que
me llama la atención, y puede que esté equivocado, es que creo que es la última
película rodada en esa tesitura. Y como tal, la he disfrutado soberanamente.
Y es que se echa de menos ese Scope, esas ópticas utilizadas
que ya se antojan añejas y la aventura de capa y espada tan espectacular, tan
de toda la vida.
Lo curioso es que la película se aloja en tierra de nadie en
el sentido de que ya se la ve antigua (tiene veintidós años, aunque parece que
fuera concebida en los 80) pero, sin embargo, mantiene un ritmo que yo diría
que es muy actual. Como fuera, la cosa es que verla de nuevo me ha gustado un
montón, porque, como señor de mediana edad que soy, aplicaré sin tregua ese
tópico de “ya no se hace cine como el de antes”. Pero porque es que es verdad,
ya no se hace.
La cosa está, en que siendo esta una producción de Steven
Spielberg que en un principio iba a dirigir, pero que dejó a un lado para hacer
“Salvar al soldado Ryan”, confió en que Robert Rodríguez la llevaría a buen
puerto. Por suerte, este no se encargaría de dirigirla y si lo haría Martin Campbell. Lo cierto es que si la
hubiera dirigido Rodríguez, hubiera sido una puta mierda Rodriguiana, pero
Campbell, le da ese aire de clásico que solo puede darle un buen director de
estudio.
En definitiva, que me ha gustado mucho verla, que la he
valorado más que en su momento, que Banderas está que se sale como El Zorro y
que probablemente, “La máscara del Zorro” sea su mejor película. Del resto, ya
saben; El zorro original es encerrado
por un potentado español que le secuestra la hija. Pasan veinte años y este
planea su venganza, por lo que adiestrará a un joven bandido para que se
convierta en el nuevo Zorro. Y comenzarán las aventuras.
En el reparto, además de Antoñito, tenemos a Anthony Hopkins
y Catherine Zeta Jones (a la cual, poco después, Banderas presentaría a Michael
Douglas para pasar a convertirse en marido y mujer por un lado, en adictos al
sexo por otro).
Campbell por su parte, es popular por haberse sentado en la
silla de director en films como “Golden Eye”, “Escape de Absolom”, “LinternaVerde” o la secuela, fracaso a todas luces de esta, “La leyenda de Zorro” que
aunque en España se estreno en cines con más de millón y medio de espectadores
(la que nos ocupa pasó de los cuatro) en el resto del mundo no hizo el ruido
que sí que hizo esta “La máscara del zorro”.