miércoles, 6 de diciembre de 2023

MINUTOS MUSICALES 17: CAÑA Y PANFLETISMO 2

Ya comenté en la primera dosis de "Caña y Panfletismo" lo cansinas que me resultan las bandas dedicadas a tratar temas político-sociales, gastando energía y tiempo en denunciar movidas que nunca jamás cambiarán, ni han cambiado desde que surgieron todas ellas. Al fin y al cabo, sueltan la matraca con unos sonidos imposibles de vender a alguien que no sea devoto y, por tanto, ya convencido de antemano que el mensaje es el correcto. Pero dejando esto de lado, y centrándonos en la música, muchas de ellas son sanamente entretenidas, exactamente como las tres que siguen...

"Flux of pink indians" pertenecían al colectivo "Crass" y su rollo neo-punk, semi-hippie, seudo-experimental. Sin embargo, sonaban lo suficientemente acelerados y gorrinos como para gustar también a punks del "otro lado", consumidores de "Exploited" o "GBH". Al menos así fue con sus dos primeras grabaciones, porque luego, sí, perdieron el pedal. Justo, la canción que les traigo forma parte de ese material, y es la mejor de sus composiciones. También podría recomendarles tonadillas como "Some of us scream, some of us shout" y "Tube Disaster", pero ninguna llega a las excelencias sonoras, energéticas y confrontativas de "Progress", perteneciente al lp "Strive To Survive Causing Least Suffering Possible".


Si me pilla el día bueno, soy capaz de disfrutar con hardcore-punk burraco llegado desde Japón. Estos amarillos tarados tienden a llevarlo todo a los extremos. Los sonidos, las estéticas, las esencias... y "Warhead" son el paradigma de lo suyo. Guitarras estridentes, muro de ruido listo para reventarte los sesos, voz chillona y muy cabreada, crestas de colores, chupas claveteadas... en fin, el pack completo que encaja a la perfección con lo que un profano esperaría/temería de un combo capaz de generar una canción tan deliciosamente brutal como "Cry of truth" que, además, da nombre al mismo EP de debut de la banda, muy recomendable en su totalidad.


A principios de los noventa, la rama más políticamente correcta del punk/hardcore (aquellos a los que llamábamos con desprecio pc-punks) se radicalizaron, pasando de un "No bebo ni tomo drogas, pero respeto a los actúan distinto" a un "No bebo ni tomo drogas, y gustosamente le soltaría un guantazo a los que actúan distinto". Para ello se inventaron una de las tantísimas etiquetas que tanto les gustaba sacarse de la manga a toda esta peña: hardline. Dentro de semejante grupo destacan con honores la banda de fascinante -por demente- nombre, "Vegan Reich" y los belgas "Nations on fire". Justo, "Strike the match" fue su primer disco. Y uno muy bueno, la verdad. De los nosecuantos cortes que contiene, recomendables de principio a fin, destacaría "New hope for a dead scene" (también conocida como "More hope (for a living scene)" ¿?), el típico rollo de hermandad entre todos, respeto a las féminas y bla, bla. No es tan cafre y elemental como, por ejemplo, "The Line", pero está un rato chulo...