La primera vez que los Garridos —Martín G. Ramis y Martín Garrido Barón— tienen un estreno en cines a nivel nacional, con más o menos cara y ojos, es en verano de 2006, año en el que se estrenó esta “H6: Diario de un asesino” en salas. Se nos presentaba una cinta de bajo presupuesto con intención comercial, escrita por Martín Garrido padre y producida y dirigida por Martín Garrido hijo. Una película sobre un asesino en serie de lo más cruento interpretado por Fernando Acaso, entonces popular por ser uno de los co-presentadores de “Pasa la vida”, o lo que es lo mismo, chico María Teresa Campos, así como segundo de abordo en un par de ediciones de “Gran Hermano” al lado de Mercedes Milá. Como presentador de televisión, Acaso ganó cierta popularidad, pero lo cierto es que era un consumado actor de doblaje con reconocibles trabajos a sus espaldas (a bote pronto le reconozco rápidamente como el tío Joey de la sitcom “Padres forzosos”), lo que se traduce en solvencia delante de una cámara, muy por encima de los actores de cine convencionales. Pero claro, ver una película de terror protagonizada por ese presentador de la tele, a priori hizo que nadie se la tomara muy en serio. Sin embargo, es su interpretación, así como su físico vulgar y corriente, lo que sostiene un film que, tal y como está el patio, es de los que ha mejorado 20 años después de su rodaje.
La sinopsis es sencilla: un joven un tanto celoso y posesivo acaba asesinando a su novia tras una acalorada discusión. 25 años después sale de prisión y recibe la noticia de una herencia, un edificio que en tiempos fue una pensión en pleno lumpen de alguna ciudad indeterminada y que ahora es propiedad suya. Reanuda su vida casándose y, tras la llamada de “el dios del bien”, aprovechará las ausencias nocturnas de su esposa enfermera para atraer prostitutas y gente de mal vivir a la habitación 6 de su hotel, violarla, torturarla y descuartizarla.
Al ser una película de género con distribución de una "major" (Aurum), consiguió ser exportada al extranjero sin demasiados problemas, pese a que en los cines españoles, donde fue estrenada en periferias y más o menos de tapadillo, pasó inadvertida con apenas 53.000 espectadores. Pero se trata de una película de contenido sádico y gore malrollero, por lo que en países como USA se estrenó directa a vídeo con una frase promocional que rezaba: «la respuesta española a “Hostel”», mientras que en Alemania se convirtió en una película de culto, muy del gusto de los aficionados germanos al género, que cuenta con las dos únicas ediciones en Blu-Ray que existen, una de ella en formato de lujo.
Como ya he dicho, lo mejor de esta rareza del cine español es la presencia de Fernando Acaso que hace muy bien de ese asesino en serie con jerseys de lana y ejecuta sus crímenes sin salir de casa, en la habitación 6, pero, al margen de eso, es una película que ya me gustó mucho el día de su estreno, cuando la vi en el madrileño cine "Lido" sin saber demasiado sobre ella, me gustó igualmente al revisarla posteriormente en formato DVD y me ha gustado, más todavía que las anteriores veces, hace un rato que la he visto por última vez.
Se trata de un revoltijo de conceptos vertidos en una sola película y, tomando buena nota de las tendencias de la década 00 en lo que a terror se refiere, pilla prestadas algunas pinceladitas de “American Psycho”, del cine festivalero de serial killers de aquella época, y de la otra corriente imperante en el terror esos años, el efímero “torture porn” a la que se adscribe descaradamente. Todo ello a la española y con hedor a potaje de garbanzos, y un rollo malsano, que a día de hoy impacta más que hace 20 años, bien servidita de sangre, salpicones, vísceras, misoginia y un diario leído “en off” por el asesino que da título a la película, con reflexiones baratas sobre la vida, la bondad y la maldad. Un poco cutre, pero ya le va bien al conjunto.
Desde luego, es una de las mejores obras conjuntas de los Garridos (el padre es un viejo conocido de este blog, como pueden ver) y el debut para la gran pantalla de Martín Garrido Barón que empezó la casa por el tejado; su primera película con ventipocos años es una producción para cines comerciales en toda regla, para luego forzosamente verse inmerso en el semi-amateurismo con una serie de títulos que no dudo que puedan estar tan bien como esta, pero que no he podido ver porque jamás contaron con distribución de ningún tipo. Las del padre sí. De la filmografía de Martín Garrido Ramis hemos dado buena cuenta en este blog, así como editado la gran mayoría de sus películas en formato DVD bajo nuestro sello Vial of Delicatessens.
En el reparto, a parte de Acaso, al que lamento no haberle podido ver más en el cine, y una serie de actrices algo feas y de talento más bien limitado, tenemos las interpretaciones de Antonio Mayans en un rol escueto, Martín Garrido Ramis haciendo de comisario en clara alusión al personaje al que también dio vida en su película más conocida, “Mordiendo la vida” y que, quizás porque tiene una voz bastante nasal que acompaña poco a su imagen de tipo rudo, aparece doblado para la ocasión. Decisión de su hijo, que también se reserva un papelito y ya no se decir si es su voz, la de un actor de doblaje o si se dobla a sí mismo.
En definitiva, que le tengo bastante estima a esta película, y no comprendo como no es alabada, reivindicada y vitoreada por los fans del fantástico español. Quizás porque Martín Garrido padre es un individuo odiado en esos círculos a raíz de unas controvertidas declaraciones que hizo en torno a la figura de Paul Naschy.