martes, 10 de enero de 2012

BESAME, TONTA

La fama en 1982 de La orquesta Mondragon, era inmensa, y el carisma de Javier Gurruchaga estaba fuera de todo precedente. Así que no es de extrañar que pronto surgiera una producción cinematográfica que sirviera de vehiculo para el lucimiento, no ya de la Orquesta Mondragón, si no, y sobretodo, de su lider Javier Gurruchaga.
BESAME, TONTA, es una curiosidad tremenda. Es el claro ejemplo de que si el producto que aparece en la película es vendible por si solo, la película es lo de menos. Jamás he visto una película mas chunga tecnicamente hablando. Un descuido total y absoluto tanto en la dirección como en el montaje, que se resuelve a base de planos fijos en la trama y algún contraplano en los númeritos músicales. Un absoluto desastre rodado con una desgana total y absoluta, con un descaro y una mala baba, cuyo resultado ha conseguido fascinarme al fin de al cabo. Quizás por eso la película no funcionó en taquilla como debía. Eso sí, el carisma de Gurruchaga, hace que valga la pena un visionado.
Basado en una idea de Javier Gurruchaga y con guión del respetadísimo Rafael Azcona, se nos cuenta la historia de un tal Javier Gurruchaga que trabaja en un banco. Este es un autentico mastuerzo que no sirve para nada, pero está ahí porque ha sido recomendado por su madre, antigua actriz de la que el director del banco está enamorado. Javier, canta de puta madre, como su padre, pero no quiere meterse en el mundo de la canción porque no quiere abandonar a su madre cuando triunfe, como hizo su padre. Pero aparece en su vida una bella muchachita que es el detonante para que, bajo el seudonimo de Tony Volante y siempre junto a la orquesta Mondragón, decida triunfar por todo lo alto, dando todo esto lugar a un sinfín de canciones y a un final de lo más inesperado.
Concebida a modo de chungo musical, la película lleva un argumento más o menos coherente, en el que se van mezclando escenitas en las que se interpretan las canciones del segundo disco de la orquesta, rodado todo de una manera que concuerde lo que están cantando con la historia que se nos cuenta, hasta llegar al minuto 50 de la película, en la que esta se convierte en una sucesión de canciones encadenadas una con otra sin orden ni concierto, en las que entre medias de alguna, cuelan alguna escenita de argumento de treinta segundos.
En cualquier caso Gurruchaga tiene permiso para improvisarse parrafadas junto a su inevitable Popocho, disfrazarse de lo que le de la gana, interpretar varios papeles y demostrar que es un actor inconmensurable, un cantante acojonante y un entertainment como la copa de un pino.
Sería la primera película de Gurruchaga, pero su relación con el cine ya no terminaría, siguiendo en activo desde entonces, haciendo casi siempre roles secundarios, y de vez en cuando algún protagonista.
Dirige el despropósito un tal Fernando González de Canales, cuya unica referencia dentro del mundo del cine, es esta. Nunca más dirigió.
Junto a Gurruchaga y la Orquesta Mondragón, nombres de la talla de Fernando Fernan Gómez, Esperanza Roy, Paola Dominguín o Manolo Gómez Bur.