
Un niño traumatizado por presenciar la muerte de sus padres es ingresado en un orfanato junto a su hermana. Allí, en un arranque de locura, se carga a otro niño, lo que le condena a ser el patito feo del lugar y a sufrir algunas notorias humillaciones mientras su igual, más mona y cuca ella, se las pira a vivir con una familia. Varios años después, el niño, ya adulto y todavía más tarado, vuelve al orfanato (aprovechando la presencia de la hermana, que ahora está más buena a pesar de que su busto pierde densidad cuando se quita la ropa) para armar la escabechina de rigor. Lleva una máscara y mata con un hacha (o con lo que pilla) y lo hace muy burramente. Que sí, que el gore es mu bestia, mu gráfico y bastante bien parido. Afortunadamente las dosis de CGI son casi nulas, porque el poco que hay, resulta genuinamente patético.
Bien rodada y montada, solo tengo dos pegas gordas: La utilización de música metalera en los momentos de mayor intensidad (¿existe estratagema más cutre y "amateur-mal-entendido" que esa?... además de que corta el rollo mogollón, quitándole posibilidades dramáticas al material) y las continuas intentonas por parte del director de provocar mediante blasfemias y monjas que chupan penes... vamos tio, ¡¡hoy día eso está muy superado y ya no molesta a nadie!!. Es más, diría que casi resulta ridículo. Esos dos elementos (y unos títulos de crédito finales HORROROZOZ) acercan la peli demasiado peligrosamente a los cortos abominosos que se hacían en la España de los 90, cuando todos iban de undergrounds y gores. Buargh!.
Afortunadamente, el resto de elementos salvables hacen de "The orphan killer" algo medianamente visible. Es mejor la primera mitad (más slasher) que la segunda (más torture porn, y durante la que bostecé bastante), pero bueno, se deja ver.